Reproducimos la declaración de la agrupación Salud desde las Bases a raíz de los descuentos en el salario a quienes realizaron paro, como parte de la persecución en el Siprosa.
Miércoles 12 de mayo de 2021 18:20
La situación sanitaria se mantiene crítica producto de la segunda ola en la pandemia. La cantidad de contagios y fallecidos por COVID-19, a nivel nacional, crece a diario. En nuestra provincia, según los informes oficiales, el número de casos diarios se mantiene relativamente constante, por encima de los 600 luego del pico de casos en abril. Sin embargo, se han detectado nuevas cepas, como las de Manaos, la Británica y la de California, por lo cual el riesgo de contagios y muerte por COVID-19 continúa siendo alto. Se siguen registrando nuevas muertes de trabajadores de la salud por el virus, y también docentes. En ambos sectores el Estado es el principal responsable de no poner en práctica protocolos acordes que resguarden la salud de los trabajadores. Además, la vacunación en la provincia continúa siendo una de las más lentas del país; aproximadamente el 5% de la población recibió las dos dosis de las vacunas.
Al mismo tiempo, existe una decisión política de no destinar recursos necesarios y de no planificar de manera centralizada el conjunto de la capacidad sanitaria del país y de la provincia para enfrentar mejor a la pandemia, lo que significó un mayor desgaste y exposición del personal de salud y de la población. En nuestra provincia, la división entre Manzur, Jaldo, Bussi y la oposición de Cambiemos, no existe frente a esta realidad sanitaria, ya que tienen un total acuerdo en mantener de forma desorganizada y fragmentada al sistema sanitario y principalmente en descargar la crisis sanitaria y social sobre el pueblo trabajador.
En estas condiciones la ministra de Salud Rossana Chahla destina parte de su tiempo y de la capacidad del Ministerio para amedrentar y perseguir a las y los trabajadores de la salud que levantan la voz contra esta situación. Tal es así que se efectuaron infinidad de descuentos por días de paro desde hace meses, aunque el mes pasado se dieron de manera más generalizada. Hay trabajadores que no recibieron su salario y otros con un descuento cercano al 60% o a más de $41.000. Nuestros pacientes, pero también el ministerio, saben que nunca se dejó de atender a nadie, y en muchos casos a pesar de “no marcar tarjeta” los trabajadores continuamos trabajando y dándoles una respuesta a los problemas de salud de la población. Por eso, esta situación es una muestra más del desprecio que tiene el gobierno y sus funcionarios por las y los trabajadores de la salud. Este nuevo ataque es una escalada más en la política represiva y persecutoria de la ministra Chahla, ya que estos descuentos se les hicieron a compañeros que participan activamente de las asambleas y afiliados a SiTAS, para disciplinar al resto y evitar que los trabajadores sigan protestando.
¿Cómo llegamos hasta acá?
La dureza del gobierno contra los trabajadores de la salud, la mala política para hacer frente a la pandemia y la difícil situación en la cual nos encontramos, nos tiene que ayudar a reflexionar cómo nos organizamos mejor y potenciar nuestros puntos fuertes para enfrentar de manera sólida al gobierno. En este sentido, desde nuestra agrupación Salud desde las Bases opinamos que la lucha de los Autoconvocados de la Salud de Neuquén es un gran ejemplo a seguir. Porque ellos plantearon la unidad de los trabajadores, sin importar el gremio o sector, conformaron asambleas interhospitalarias donde todos podían intercambiar, votar y hacer propuestas. Esa unidad y la participación democrática en las decisiones, junto con la búsqueda constante del apoyo de la comunidad y organizaciones, les permitieron emprender una lucha de más de 50 días con cortes de ruta que paralizaron las ganancias de los grandes empresarios de la provincia, lo que obligó al gobierno a dar una respuesta a sus reclamos.
A pesar de que estos fueron nuestros planteos desde un comienzo, ninguna de las conducciones sindicales se hizo eco. ATSA como gremio mayoritario y SUMAR actuaron a la medida de lo que quería el gobierno, nos entregaron sin pelear. Pero SiTAS, que rechazó la propuesta miserable del gobierno y denuncia de forma correcta la mala situación en la que nos encontramos, tampoco lo hizo. Las interhospitalarias con el método de votos fijos por hospital fueron funcionales a convocar a marchas para depositar las expectativas de nuestros reclamos en el bando jaldista de interna provincial, y no a fortalecer y coordinar los distintos cortes que votaron las bases con el objetivo de profundizar la lucha y que sólo pudieron concretar los compañeros del Avellaneda, Carmen, Obarrio y Concepción. Cómo señalamos una declaración previa, el fortalecimiento de las medidas democráticas con un plan de lucha que unifique, consolide y multiplique la capacidad combativa de los trabajadores, nos habrían permitido encarar la lucha con más fuerza y estar en mejores condiciones para dar la pelea contra los descuentos persecutorios.
¿Cómo seguimos?
Las y los trabajadores de la salud continuamos siendo centrales para el manejo de la pandemia, y por nuestro esfuerzo cotidiano contamos con el apoyo y reconocimiento de la población. Necesitamos reorganizarnos en asambleas sin importar gremio, sector, condición contractual cómo los residentes y trabajadores de las cooperativas, y convocar a espacios de intercambio con nuestros pacientes para sumarlos a la lucha. También es preciso confluir con otros sectores que salgan a luchar en el marco de la pandemia, como las y los docentes o los cosecheros del limón que reclaman sueldos que le permitan una vida y salud dignas.
Este día internacional de la enfermería luchemos por la unidad democrática de las y los trabajadores. Que esta segunda ola nos encuentre organizados para enfrentar los planes de ajuste del gobierno y la oposición patronal funcionales al FMI, para que esta crisis sanitaria y económica no siga siendo descargada sobre nuestras espaldas.