La caída porcentual del costo de la canasta básica total se debe entre otros factores a la menor inflación en los productos que no son Alimentos y Bebidas y al freno coyuntural del aumento tarifario.
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Miércoles 7 de septiembre de 2016
Fotografía: Flickr / Jorge Gobbi
Según el informe elaborado por la consultora, una familia tipo integrada por cuatro miembros, necesito en agosto de $ 11.330 para no ser considerada pobre y $ 4.985 para no ser considerada indigente. Comparado con el costo de la Canasta Básica Total de julio (CBT) que es la que se utiliza para fijar la línea de pobreza, el costo sufrió una caída del 0,5 %. Los factores que colaboraron fueron la menor inflación en los productos que no son Alimentos y Bebidas y el freno coyuntural del aumento tarifario por la vía judicial. Por el contrario, en términos interanuales la CBT en agosto aumentó un 41,1 %, es decir $3.302 más.
Para la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en julio una familia tipo con dos hijos que alquila necesitó de $ 20.367,90 para no ser considerada pobre, y $ 7.162,72 para no ser considerada indigente.
Medios afines al gobierno comenzaron a utilizar ayer este dato como un principio de victoria, sin embargo los festejos son más que prematuros. Mientras se daba a conocer este informe, el gobierno anunció lo que sería parte de su plan “gradual” para aplicar el tarifazo. En el caso del gas, con aumentos cada seis meses que arrancarían con una suba promedio del 200 % luego de realizarse las audiencias públicas. A su vez, ayer la Corte revocó por unanimidad una sentencia de la Cámara Federal de La Plata que había suspendido como medida cautelar los aumentos en la tarifa eléctrica.
A pesar de que el gobierno dice que la inflación ya no es un problema ya que se encuentra contenida y que por eso no tiene sentido reabrir las paritarias. Lo cierto es que el menor ritmo de aumento de precios registrado en agosto, se debe como reconocieron distintos analistas, a la recesión que atraviesa el país y genera menor consumo. A su vez, el freno coyuntural al aumento de tarifas significó que en un corto plazo no se computaran aumentos de más del 300 %. Una vez que se apliquen los aumentos en los servicios los mismos se trasladaran a los precios y generaran mayor inflación y en consecuencia mayor pérdida del poder adquisitivo del salario.