El pasado 26 de mayo la Defensoría de la Niñez envió un oficio al Congreso proponiendo que menores de edad puedan votar en el plebiscito del 25 de octubre de cara al proceso constituyente y este aún no es evaluado por el Parlamento
Sábado 29 de agosto de 2020
La institución pública envió el pasado 26 de mayo un oficio al Congreso donde proponen que "se evalúe la generación de una modificación constitucional que permita la participación efectiva de las y los adolescentes en el proceso constituyente, concretamente en los plebiscitos tanto de entrada como ratificatorio de la nueva Constitución, en caso que corresponda, así como también en la elección de las y los constituyentes". Esta acción busca que menores, desde los 16 años, puedan participar del proceso constituyente, debido al rol determinante que tuvimos los y las estudiantes secundarios en el inicio del estallido social del 18 de octubre del año pasado.
"A pesar del rol crucial que ellas y ellos tuvieron en la movilización social que ha propiciado esta relevante instancia democrática, las y los estudiantes, particularmente las y los adolescentes, no fueron considerados para participar en el proceso constituyente en ninguna de las instancias para el ejercicio del sufragio" dice el oficio enviado al Congreso y el cual aún no tiene respuesta por parte de Diputados y Senadores.
No es novedad que para los políticos de los partidos tradicionales del régimen no sea urgente atender el oficio presentado por la Defensoría de la Niñez. De hecho, para quienes quieren dejar intactos los pilares fundamentales que sostienen la herencia de la dictadura como la educación y salud de mercado o las AFP, les conviene que quienes encendimos la chispa de la revuelta no tengamos voz ni voto en este proceso constituyente para mantenerlo lo más controlado posible.
Pero más controlado no se puede. Este proceso constituyente que dejaron amarrado partidos políticos desde el FA hasta la derecha en el Acuerdo por la paz del pasado 15 de noviembre, ya viene con letra chica y el hecho de que les secundaries no podamos participar, es solo un aspecto de una serie de limitaciones de temas que no podrán ser tocados ni mucho menos discutidos, como los tratados internacionales o las AFP.
¡Sigamos peleando por una Asamblea Constituyente verdaderamente libre y soberana!
En las calles mostramos una enorme fuerza que fue foco de atención constante a nivel internacional, y es precisamente esa fuerza que no está derrotada la que debemos reimpulsar a nivel nacional, en unidad con las y los trabajadores, el movimiento de mujeres y con el conjunto de la juventud, siguiendo el ejemplo de la histórica huelga general del 12 de noviembre que asustó al gobierno de Piñera e hizo que corrieran a firmar el acuerdo por la paz y con él, este plebiscito tramposo.
Con esta fuerza peleemos por conformar un sector que no está dispuesto a tragarse las trampas del régimen, porque sabemos que podemos ir por mucho más e imponer una Asamblea Constituyente (AC) verdaderamente libre y soberana, donde podamos discutir cambiar absolutamente todo y no solo lo que la derecha está dispuesta a transar. Una AC donde podamos discutir la devolución de las tierras ancestrales al pueblo mapuche y su derecho a autodeterminación, donde decretemos la libertad inmediata a todos los presos políticos mapuche y de la revuelta, así como también la derogación de todas las leyes represivas, como la ley de responsabilidad penal adolescente, aula segura, la ley antiencapuchados y la ley antibarricada. Una AC libre y soberana donde podamos conquistar la educación gratuita, laica, democrática y no sexista, acceso irrestricto a la universidad, sumando además el derecho de las mujeres y personas gestantes al aborto libre, legal, seguro y gratuito. Una AC donde podamos cuestionar si queremos siquiera ser representados por la figura de un "Presidente" y donde les menores de edad sólo tengamos derecho a votar, si no que también a ser votades desde los 14 años.
¡Vamos por más!
