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Red Internacional
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Ocupación Israelí. Partido Comunista: Hertz v/s Jadue en medio de un genocidio sin precedentes contra el pueblo palestino

La discusión que recientemente tuvo lugar en el Partido Comunista a raíz de las declaraciones de Daniel Jadue en la presentación de un libro “Sionismo. La ideología que extermina”, escrito por Pablo Jofré, no surgió “de la nada”. Los intereses involucrados en la masacre sin precedentes en contra del pueblo palestino por el Estado colonialista de Israel son poderosos. Por esta misma razón es necesario debatir desde la izquierda la política para terminar con la opresión al pueblo palestino por Israel. En este artículo planteamos una perspectiva política socialista e internacionalista opuesta a la perspectiva del Partido Comunista.

Lunes 22 de enero de 2024

Un genocidio sin precedentes al pueblo palestino

El genocidio en Palestina esta en un punto crítico. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que la guerra en la Franja de Gaza contra Hamás continuará hasta el final. Declaró que la guerra no va a ser detenida ni por el proceso abierto por genocidio contra Israel por Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, ni por las amenazas de lo que denomina el "eje del mal". Su línea lo ha llevado incluso a tensiones con el gobierno norteamericano -su aliado más estratégico- que luego de apoyar sin ambages a Israel está formulando una serie de exigencias de moderación: que no se ataque a civiles, e incluso formulando una salida pactada de “dos Estados”, a través de la diplomacia con Israel: el temor a una expansión del conflicto a toda la zona del oriente medio hace que Biden se comporte de esta manera.

Netanyahu no tiene intenciones de seguir esa política. Además, el propio Estado norteamericano, en conjunto con Gran Bretaña y países como Nueva Zelanda, vienen de realizar ataques directos a los hutíes: una milicia chií que ha tomado una parte de Yemen y que venía realizando ataques en contra de buques que atravesaban el mar rojo, declarando su apoyo a Palestina.

Cerca de 25.000 palestinos han sido asesinados cuando se cumplen poco más tres meses de la ofensiva israelí, el 1% de la población de Gaza. El 70% de los asesinados son civiles. Las tensiones poco a poco comienzan a irrigar por todo el oriente medio.

La polémica en el PC tiene lugar mientras sucede esto. El hecho de que los medios le den tanta visibilidad a los dichos de Jadue y a la respuesta de Carmen Hertz, también es una operación que busca minimizar ese hecho.

La población gazatí afronta una crisis humanitaria sin precedentes. Y es que, más allá de cifras y datos, las consecuencias son irreversibles y estremecedoras para la población de Gaza. Los actos han sido brutales en contra de una población que ya venía soportando 16 años de bloqueo y donde menos del 20% del agua es potable: el asesinato del 1% de la población, con ataques por tierra y aire, la suspensión de servicios de energía, el desplazamiento masivo de la población al sur, la destrucción de hospitales y universidades. La "guerra contra Hamás" iniciada por Israel, tiene como principales víctimas identificadas a mujeres y niños. El total de heridos cuando habían pasado 90 días, ascendía a 58.416 según algunos datos, aunque ninguna cifra resume la brutalidad.

En el sur, los ataques más intensos se han registrado en Jan Yunis. Además, dos millones de personas, la mayoría de su población, sufren una crisis humanitaria sin precedentes, con el colapso de los hospitales, el brote de epidemia y la escasez de agua potable, alimento, medicinas y electricidad.

La opresion al pueblo palestino, como esta extensamente documentado, tiene sus origenes en la politica colonialista promovida por el imperialismo. Fue el imperialismo ingles el primero en promover la creacion del estado israeli para luego EE.UU cumplir un papel fundamental en la politica de exterminio que ha tenido el estado de Israel contra el pueblo palestino. La ideología sionista y la creacion del estado israelí fueron promovidos desde sus inicios por las grandes potencias capitalistas con el objetivo de ampliar su radio de influencia.

Llama la atención que el debate difundido en medios de prensa por los dichos de Jadue se haya centrado en frases en torno a la presentación de un libro y no a las magnitudes de la situación y crisis en curso.

No es casualidad. El recorte parcial del video fue impulsado a través de redes sociales por dirigentes sionistas chilenos. Una verdadera campaña mediática para ocultar los crímenes del Estado de Israel. Fueron los sionistas, de hecho, los primeros en promover la declaración realizada por la diputada -también del Partido Comunista- Carmen Hertz.

La posición política de Carmen Hertz frente al sionismo

La diputada del Partido Comunista, Carmen Hertz, reaccionó frente a los dichos de Daniel Jadue sobre la contradicción entre ser judío y ser de izquierda: no sólo lo hizo hablando como militante del PC, junto al arquitecto Miguel Lawner; también habló en nombre de un “campo” más amplio: los judíos progresistas, junto a gente como la ex ministra de Bachelet Clarisa Hardy; la periodista Patricia Politzer, o el profesor universitario y ex Mapu e impulsor de “Amarillos” Mario Waissbluth. Como militante del PC; Hertz, junto a Lawner, expuso una lista de militantes del Partido Comunista de origen judio y declara que el PC “se enorgullece de haber tenido en sus filas a numerosas personas de origen judío que, en algunos casos, entregaron su vida por la noble causa que asumieron a lo largo de la vida”. Junto a los judíos progresistas, declara que “a pesar de estas expresiones de judeofobia seguiremos afirmando nuestra identidad judía y nuestros valores, que políticamente se expresan en posiciones progresistas y/o en la izquierda”.

Ni Hertz ni este sector coinciden con la actual política que lleva adelante el Primer Ministro israelí, el derechista Benjamin Netanyahu y sus delirios de una limpieza étnica absoluta de la población palestina. Referenciados en la izquierda y el progresismo, declaran lo siguiente: “repudiamos sin ambages la violencia, destrucción y muerte de civiles inocentes, que ha tenido lugar en Gaza e Israel y respetamos el pleno derecho del pueblo palestino a un Estado soberano, que pueda convivir con Israel en paz y seguridad”. Sin embargo, este sector termina actuando supeditado al sionismo.

¿De qué manera? Por ejemplo, En la declaración de judíos progresistas le recuerdan a Jadue que “es nada menos que el Top Ten de Antisemitas globales 2020 del Centro Wiesenthal, su anuario y su historial lo han hecho merecedor de esa posición”. El alcalde de Recoleta, ha sido una de las figuras políticas del PC más referenciadas con la causa palestina. Mientras Carmen Hertz, criticando la posición oficial del PC, escribía en la plataforma X, después del ataque de Hamás a Israel, que “La adhesión a la causa Palestina, a su justeza y anhelos, no impide condenar en forma categórica, sin ambages, sin relativización alguna la matanza, violaciones y secuestros de civiles Israelíes ejecutados por el grupo Hamas”, Jadue escribía en la revista De Frente, que “El pueblo palestino tiene todo el derecho a resistir y a luchar por su libertad por todos los medios posibles, como lo reconoce el preámbulo de la declaración universal de los derechos humanos y los únicos responsables de la situación actual son los que, como el Gobierno de Chile, sostienen, defienden o guardan cómplice silencio frente a una ocupación ilegal que se ha convertido en la mejor copia del nazismo en siglo XXI”, lo mismo que dijo casi inmediatamente de sucedido el ataque.

Calificar planteamientos como este de antisemitismo presupone que tras el apoyo a la causa palestina, se esconde casi siempre antisemitismo. Más de fondo, para el Centro Wiesenthal -citado por los judios progresistas de Chile-, el criterio de medición del antisemitismo pasa por el reconocimiento o no reconocimiento del Estado de Israel. Por ejemplo uno de sus dirigentes, Ariel Gelblung, acusa a Jadue de no aceptar “que los judíos que se identifiquen con Israel sean personas con los mismos derechos ciudadanos que él”. Declara que “Chile no puede seguir negando que el antisemitismo está presente en su vida como si se barriese debajo de la alfombra”. Según su visión se hace necesario que el Estado chileno tome cartas en el asunto: “Se necesitan leyes antidiscriminatorias y que condenen el discurso de odio con toda la fuerza del estado para garantizar la vida, seguridad y dignidad de los ciudadanos judíos de la nación”. Gelblung silencia completamente que el contexto en el cual ocurren las declaraciones de Jadue es en el de un terrible genocidio que ha terminado con la vida de decenas de miles de palestinos, el que, básicamente, es la continuación de la colonización histórica del Estado de Israel apoyada por el imperialismo. ¿Qué había dicho Jadue respecto al Estado de Israel? En la Revista De Frente leemos: “Se llenarán las páginas de todos los medios, de llamados a retomar el diálogo y avanzar hacia la “solución de dos estados” que la misma comunidad internacional ha dejado caer ante la negativa de Israel a cumplir con el derecho internacional y se hablará eufemísticamente de un llamado a la paz entre Israel y Palestina”. En resumen: para Jadue la solución de dos Estados se ha hecho cada vez más difícil por el incumplimiento de Israel a las obligaciones del derecho internacional, aunque su política apunta a insistir en la salida de los dos Estados.

Carmen Hertz, históricamente ha sostenido relaciones con el Estado de Israel. Las felicitaciones del embajador del Estado de Israel Gil Artzyeli por su “claridad moral”, distanciándose incluso de la posición oficial del PC cuando fue el ataque de Hamas, no son casuales. La propia carta realizada por Hertz y Lauwner fue difundida por estos medios, recordemos, la embajada de israel es un centro de difusion pro sionista en Chile, quienes avalan el genocidio en curso en palestina. Si Hertz tuviese una política antagónica al genocidio del Estado de Israel al pueblo palestino, a lo menos deberia diferenciarse de esta clase de instituciones.

En su visión, existe una dicotomía entre criticar al gobierno de Israel y el antisemitismo que por ejemplo implica no reconocer que exista el Estado de Israel, como señala en esta entrevista de julio de 2020. Es decir, se puede criticar la línea de la derecha en el poder en el Estado sionista, pero no la existencia de un Estado que, como tal, se basa en la colonización y la exclusión de la población árabe. Esto último, para Hertz, parece no ser un problema. No parece molestarle que la población nativa palestina, que ha visto cómo sus territorios han sido saqueados por los colonizadores armados hasta los dientes y apoyados por las principales potencias mundiales como Gran Bretaña en un momento y Estados Unidos y la ONU más tarde. En eso se basa la existencia del Estado de Israel. No parece protestar frente al hecho de que los palestinos no pueden optar a trabajar en las empresas israelíes pues no sólo los beneficios del Estado de Israel sino que también el acceso a los puestos laborales depende de criterios racistas y religiosos. En eso, también, se basa la existencia del Estado de Israel.

Hertz, interviniendo en el escenario abierto a inicios de octubre y que está transformándose en un genocidio sin precedentes, termina ubicada del lado de la nación opresora: Israel y en contra del pueblo oprimido: Palestina. Una cosa es criticar a los métodos de Hamás desde el punto de vista de los explotados y oprimidos, en tanto éstos no contribuyen a aumentar la confianza de las masas en sus propias fuerzas y a unir internacionalmente las fuerzas por la causa palestina; y otra muy distinta, es condenarlos desde el punto de vista del Estado de Israel.

Resulta claro que la diputada del Partido Comunista se ubica por derecha de los miles de judíos que en diversos países han impulsado activamente movilizaciones en contra del genocidio bajo el grito de “en nuestro nombre no”. En EE.UU han impulsado acciones masivas y “funas” contra autoridades de gobierno (llegando al mismísimo Biden) que apoyan la ofensiva guerrerista de Israel. Cientos de ellos han sido detenidos por movilizarse.

Por más que proponga una salida basada en acuerdos diplomáticos, al recibir sin cuestionamientos las felicitaciones del embajador sionista, y tildar de antisemita el cuestionamiento al Estado de Israel; termina siendo una defensora del proceso histórico de despojo al pueblo palestino. Su concepción progresista de izquierda no llega a políticas más allá del sionismo. Para ello sería necesario empezar por criticar la colonización llevada adelante por el sionismo, proceso apoyado por el imperialismo.

Una aclaración necesaria

Los dichos de Jadue fueron en el contexto de la presentación del libro “Sionismo: la ideología que extermina”, del académico y analista internacional Pablo Jofré Leal, editado por Ceibo.

Transcribimos aquí: “ Para mí es una contradicción ser de izquierda y asumirse judío, porque ser judío parte de una concepción que tiene que ver con la concepción supremacista de ser parte de un pueblo elegido, entonces si ya eres parte de un pueblo elegido, no crees en la igualdad de todos los seres humanos, ante nada. Bueno, aquí estamos ante una ideología que yo creo que es lo más nazi que yo he visto en mi vida…”

El alcalde de Recoleta mezcla en un mismo conjunto nazismo, sionismo, declararse judío y ser judío, ser supremacista, no creer en la igualdad, ser elegido de dios, entre otros. La historia del pueblo judío es mucho más compleja que dos o tres lugares comunes ¿No se puede ser judío y antisionista? ¿Judío y de izquierda? Se puede, pero la afirmación de Jadue parece ver contradicción en ello. El alcalde de Recoleta, al asociar como conceptos que supuestamente se implican, sionismo con judaísmo, al menos demuestra un mínimo de ignorancia frente al movimiento internacional contra el genocidio en palestina que incluye dentro de sus adherentes a miles de judíos antisionistas que se han movilizado en todo el mundo. De hecho, hay una compleja tradición de judíos de izquierda y antisionistas.

El sionismo, como proyecto, va a surgir con la perspectiva de defender un Estado propio para la población judía en el territorio habitado por el pueblo palestino. Pero además de este objetivo, la implementación de los objetivos sionistas ayudó a abrir una puerta de entrada de los capitales imperialistas hacia el territorio árabe considerando una zona estratégica en recursos económicos hasta el día de hoy. De ahí el involucramiento directo de potencias como Gran Bretaña y los Estados Unidos. El sionismo elaboró una ideología funcional a una salida reaccionaria al problema, a través de la colonización y la expoliación al pueblo palestino nativo, la cual terminó de triunfar después de la segunda guerra mundial, en 1947.

No es casual que, a fines del siglo XIX, fuera el propio colonialismo inglés el que promoviera el proyecto sionista y posterior a la segunda guerra mundial ese lugar lo ocupase estados unidos. Esto le valió por ejemplo a presidentes como Churchill declararse “sionistas” sin tener un ápice de judío. El judaísmo y el sionismo, como vemos, no son lo mismo.

Pero además, Jadue, hablando desde una perspectiva supuestamente de izquierda, pareciera desconocer incluso los debates en el propio marxismo que hicieron una diferenciación entre sionismo y judaísmo. Agreguemos que la estratificación social de los judíos -como está profusamente documentado- difería enormemente en la Europa del siglo XX entre sus lados occidental y oriental: en un lado, enormes magnates como Rothschild, en otro, trabajadores, pobres. En un lado, privilegios, en otro pogromos. En ambos, opresión por ser judío.

Acá, la izquierda marxista buscará pelear por la unidad del movimiento obrero sin distinción religiosa o nacional, para que puedan convivir unidos, trabajadores blancos, judíos o árabes y pelear contra un enemigo de clase común.

Con sus dichos, Jadue termina dándole un valor crucial al elemento nacional dificultando que se vislumbre la necesaria unidad de acción de trabajadores palestinos, árabes y judíos en contra el Estado sionista y el imperialismo y los gobiernos opresores del oriente próximo y medio. Una cosa es el Estado de Israel y su ideología sionista, otra el pueblo judío y su relación con la izquierda y la lucha del pueblo palestino. El sionismo está interesado precisamente en que se genere una identificación del pueblo judío con el Estado sionista. Si una política de izquierda reproduce esa operación ideológica se hace más compleja la unidad internacionalista de las y los oprimidos.

Del dicho al hecho: los “dos Estados” y el equívoco de las Naciones Unidas

Tanto Jadue, como Lawner -quien luego firmó una declaración junto a Hertz- sostienen en una declaración conjunta que “es hora de exigir justicia, así como la inmediata aplicación de las resoluciones de la Naciones Unidas en relación con los dos Estados, terminando con la ocupación y represión del Estado de Israel en Cisjordania y Gaza”.

Tanto Carmen Hertz como Daniel Jadue -expresando la política del PC- se alinean con las resoluciones de Naciones Unidas frente a la crisis en Palestina.
Exigen el reconocimiento de los “dos Estados” ¿Pero en qué consiste esta salida?

La denominada salida de “los dos Estados” se basa en el reconocimiento de los acuerdos realizados entre el imperialismo norteamericano y la organización para la liberación palestina (OLP) primero, y la autoridad nacional palestina (ANP) después.

Estos acuerdos establecieron una línea divisoria entre Israel, Gaza y Cisjordania pero sobre la base de existencia (financiamiento y fortalecimiento) de un estado colonialista que avanza sin ningún freno. Es por esto que fue una línea que fracasó en diferentes momentos y se presenta cada vez más utópica al mantener el dominio colonial e imperialista en la zona.

Pero además no trajo ninguna salida favorable para la clase trabajadora, por el contrario, estableció territorios como moneda de cambio y un apartheid que golpea diariamente a miles palestinos, por eso quienes los impulsaron fueron impugnados por las intifadas, jornadas obreras y juveniles del 87 y el 2001.

De hecho, la solución de dos Estados está asociada a la liquidación del derecho palestino al retorno, a la aceptación de la colonización y de las fronteras de 1967. La defensa de este programa sitúa al Partido Comunista a la derecha no sólo de las organizaciones antisionistas israelíes, como el Matzpen, que reivindicaba en las décadas de 1970 y 1980 un Estado socialista único para judíos y árabes, pero también organizaciones de resistencia palestina de izquierda,

El Partido Comunista de Chile comparte esta salida, que es de hecho la que promueven muchos de los gobiernos burgueses del mundo.

Llama la atención que mientras ambos salen a la contienda, su gobierno mantiene relaciones diplomáticas, económicas y militares con el estado genocida presidido por Netanyahu. Pero no es casual, el Partido Comunista, en la política efectiva, termina avalando la diplomacia por arriba, que se basa en aceptar los dictados de un organismo imperialista como la ONU y sus formales sanciones internacionales.

Por otro lado, considerando que tienen peso en sindicatos y el mundo estudiantil. Aunque su declaración condene la ocupación, a la hora de los hechos siguen esta política de conciliación sin ademas jugar un papel en el movimiento contra el genocidio. Podrían ser un factor, pero eligen la “responsabilidad” con un Estado burgués que gestionan en el gobierno, que necesita comportarse bien en términos diplomáticos con el imperialismo, y en los sindicatos y federaciones es mejor no agitar las aguas.

Construir una salida desde la izquierda: por una palestina libre del imperialismo, obrera y socialista donde árabes y judíos puedan convivir unidos

Frente a la crisis en Palestina hay que exigir el cese inmediato de las relaciones diplomáticas, económicas y militares ¡Que Boric parta por romper relaciones con el genocida estado de Israel!

Además, la izquierda debe buscar fortalecer un amplio movimiento antiimperialista contra el genocidio exigiendo el alto a los bombardeos y la intervención militar israelí. Abajo las sanciones económicas y las medidas de castigo colectivo que hunden más en la miseria al pueblo palestino. Liberación de los presos palestinos. Alto a toda la ayuda financiera y militar de Estados Unidos a Israel, no al envío de armas. Ruptura de todos los acuerdos políticos y militares con el estado genocida presidido por Netanyahu.

Es urgente una salida socialista de las y los trabajadores para el mundo árabe, que se base en una lucha masiva de todo el pueblo palestino, junto con la clase trabajadora árabe y judía en Israel, que rompa con el sionismo, en alianza con trabajadores, jóvenes y mujeres que en el Medio Oriente están saliendo a la lucha, como la juventud iraní, contra el Estado gendarme de Israel y el imperialismo.

Para terminar con el régimen de apartheid, es necesario desmontar el Estado sionista de Israel. Defendemos el derecho a la autodeterminación nacional del pueblo palestino y luchamos por una Palestina obrera y socialista, laica, en el marco de una federación socialista en el Medio Oriente.

Porque solo un Estado que se proponga terminar con toda opresión, explotación y reacción imperialista podrá garantizar el derecho al retorno de los refugiados palestinos y una convivencia democrática y pacífica entre árabes y judíos. Tarea que deberá ser emprendida por la clase trabajadora y los campesinos de toda la región. La unidad de las masas palestinas y las masas árabes, con los trabajadores judios y del resto del mundo, cuyos gobiernos han normalizado relaciones con el Estado sionista o los que se aprestaban a hacerlo, es clave en este camino.


Juan Valenzuela

Santiago de Chile

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