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Red Internacional
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Mundo Obrero. "Pasaron cosas": Pereyra, de sindicalista modelo a investigado por lavado de dinero

El senador neuquino y dirigente petrolero Guillermo Pereyra está en el ojo de la tormenta por negociados, enriquecimiento y hasta lavado de dinero. ¿Qué hay detrás de la movida?

Ulises Valdez @CLAVe

Martes 31 de julio de 2018

La justicia y el gobierno de Macri estarían detrás de una pista jamás imaginada: el sindicalista petrolero, Guillermo Pereyra, se habría enriquecido al frente de su gremio. Aunque usted nunca lo haya sospechado, en estos 34 años que lleva al frente del Sindicato de Petroleros Privados, le habría ido un poco mejor que a sus afiliados. Más parecido al gerente de una petrolera, digamos.

La audaz investigación, llevada adelante por el fiscal federal Carlos Rívolo, podría determinar (nunca olvide usar los condicionales en este tipo de temas), que Pereyra habría “montado un holding de empresas familiares -en el que participan su mujer y todos sus hijos- con las que habría defraudado al gremio, celebrado contratos espurios con YPF y hasta lavado su propio dinero sucio a través de una sociedad offshore de Austin, Texas”. Eso dice La Nación bajo el título "La investigación avanza".

Según la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), un organismo que depende del Estado, el “Caballo” sería uno de los involucrados en una serie de contrataciones irregulares de YPF a favor de empresas privadas del rubro petrolero "ligadas a personas del poder político y sindical". Qué hallazgo oportuno.

Pero dejemos de lado las ironías. Esta semana se conocieron avances en la investigación sobre este enriquecimiento de otro referente de la CGT que a nadie podría sorprender. Guillermo Pereyra hace varios años viene siendo denunciado por la forma en que maneja el Sindicato Petrolero. Desde los pactos con las empresas y el accionar de sus patotas, hasta el enriquecimiento personal desde el gremio. Ya en 2015 La Izquierda Diario había revelado que ganaba $205 mil pesos entre su cargo gremial y el Senado de la Nación, donde llegó por el Movimiento Popular Neuquino. Entre 2013 y 2016 ya se sabía que su patrimonio había aumentado un 540. En ese momento era el séptimo senador más rico de la cámara. Pero además tenía un cargo en el directorio de YPF, en el momento en que el kirchnerismo la había “reestatizado”.

Poco tiempo después el diario Río Negro reveló la trama de empresas con las que Pereyra y su familia estaban acumulando fortunas. O al menos una parte. Empresas constructoras, de transporte de pasajeros y combustible y hasta una…consultora ambiental. Sería gracioso si no fuera porque ha sido uno de los grandes impulsores de Vaca Muerta y el fracking.

Pereyra además había sido uno de los sindicalistas “enganchados” en los Panamá Papers. Así como sucedió con el Mono Venegas, el sindicalista modelo de Macri, se supo que era presidente de JP Worldwide Soluctions. No está claro si jugaba el mismo rol que Between Meridians Developments LLC, la empresa que según la investigación es utilizada por los Pereyra para “lavar dinero”.

Lo cierto es que, con todos esos antecedentes en la espalda, Mauricio Macri lo tomó también como uno de sus sindicalistas modelos. Fue cuando, en enero de 2017, firmó un acuerdo para flexibilizar el convenio petrolero para Vaca Muerta. “Este es un pacto histórico, este tipo de convenios es lo que se necesita en todos los sectores de la Argentina”, dijo Macri. Y el "Caballo" aplaudía.

"Los gremios fueron conscientes de que con el convenio de trabajo no iban a llegar las inversiones”, agregó Triaca. Y el “Caballo” aplaudía.

Quizás por aquellos días esperaba que le paguen mejor el favor.

Porque apoyó a Macri en el ballotage, votó varias leyes del oficialismo como el pacto fiscal, viajó a Houston y a España para ofrecer negocios petroleros a Chevron y Repsol, el 14 de mayo firmó el apoyo de varios senadores al inminente pacto con el FMI. “¿Qué más querés Mauricio?”

Pero así son las cosas. La relación del gobierno de Macri con los sindicatos tiene sus colores. A los sectores combativos siempre está preparado para atacarlos con todos los poderes del Estado. Con otros, como Camioneros, son aliados cuando les conviene pero ahora lo tiene en la mira con causas judiciales y una multa millonaria por una huelga. Con Petroleros viene de mantenerle negocios millonarios, pero como cualquier pacto entre las cúpulas sindicales y un gobierno de empresarios puede romperse. Los carpetazos son parte de ese juego, como las intervenciones como la del SOMU que se convirtió en un botín para Triaca y todo el macrismo.

¿Qué está detrás de esta crisis? ¿En qué no se pusieron de acuerdo? ¿No alcanzaron los favores que le hizo a los empresarios y los favores que le hace al Estado?

Ya nos enteraremos. Pero nada podrá ocultar que Pereyra fue durante estos dos años y medio uno de los aliados del macrismo para sus planes de ajuste, saqueo y entrega.

Por eso los clasistas pelean para que los sindicatos sean independientes del Estado y las empresas, que los dirigentes cobren igual que un trabajador y después de dos mandatos en el gremio vuelvan a sus puestos de trabajo. Nada que ver con Pereyra.