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Red Internacional

Estamos llegando al Día D en el ascenso de la curva de contagios por COVID-19. Ya pasaron casi 100 días de aislamiento obligatorio, ¿carrera de velocidades? ¿cuánto hubiese costado equipar el sistema sanitario para hacerle frente? Columna de Economía en #SeTeníaQueDecir.

Miércoles 24 de junio de 2020 | Edición del día
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Estamos llegando al Día D, es cuestión de semanas, y en todos lados la discusión en danza es si se debe volver o no a Fase 1 en el AMBA, ante un posible colapso del sistema de salud.

Pero, ¿por qué no se debate la otra pata de la carrera de velocidades: cuánto hubiese costado equipar el sistema sanitario en estos casi 100 días de aislamiento obligatorio? Columna de Economía en #SeTeníaQueDecir.

Deuda + cuarentena = ?

En la noche de este miércoles se confirmaron 38 nuevas fallecimientos por causa del coronavirus en el país. Los números empiezan a dar escalofríos. Son 1.116 las personas fallecidas y 49.851 las contagiadas.

Podría decirse que los dos pilares principales donde se estructura lo principal de la política económica del gobierno desde que comenzó la pandemia consisten en la renegociación de la deuda pública, principalmente la externa con acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la administración del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).

El primero de ellos, la deuda, proviene de lineamientos centrales definidos de antemano, desde el mismo 10 de diciembre, fecha de asunción de Alberto Fernández y su equipo económico. El ASPO, la principal medida ante la pandemia de coronavirus.

Todos los demás capítulos, como las jubilaciones, el Presupuesto, la emisión monetaria, el dólar, la IFE, el ATP, momentos antes o después, se estructuran alrededor de la fórmula mágica: deuda + cuarentena. El problema es que es incierto el resultado, y nada prometedor.

Casi 100 días pasaron desde que se decretó el ASPO. En su momento se adujo que la cuarentena, en sus distintas fases posteriores, permitiría achatar la curva de contagios para "ganar tiempo" y llegar mejor preparados con el sistema sanitario para cuando la extensión del virus en la población se acelere.

Lo que se pagó en deuda representa prácticamente lo mismo que todo el equipamiento mínimo en salud contra el COVID-19.

Sin embargo, el "día D" está a las puertas y es cuestión de semanas para que el sistema de salud colapse, sin que exista una clara situación, pública y transparente, de qué medidas de emergencia sanitarias se tomaron hasta el momento y cuánto se invirtió en el sistema de salud.

¿Es tan caro llegar preparados para un pico de 200 mil contagios?

En declaraciones recientes, el ministro de Salud Ginés González García señaló que se incrementaron en mil las camas de terapia intensiva, y que en todo el sistema nacional alcanzan a 11.000, para todas las patologías.

Hasta el momento, según sus dichos, todo el sistema de salud está ocupado al 50%, pero en el AMBA la ocupación alcanza al 65%. Por ahora hay solo casi 400 internados con Cuidados intensivos por COVID, pero el alerta es inminente por la velocidad de propagación de las últimas dos semanas. Podríamos encontrarnos al borde del colapso.

Sin embargo, ¿cuántos hospitales de campaña se construyeron en este lapso? ¿Cuánto personal se contrató y se instruyó para este momento? ¿Cuántos respiradores y camas de terapia intensiva y terapia intermedia se compraron? ¿Cuántas ambulancias? ¿Cuántos test PCR se pueden hacer por mes?

¿Cuánta plata en definitiva, se invirtió en un plan de emergencia sanitaria? ¿Es suficiente? Las filminas y las declaraciones no lo dicen concreta y claramente.

En consulta con especialistas en salud pudimos reconstruir el siguiente ejercicio para dimensionar los requerimientos de personal, material sanitario, unidades de terapia intensiva, intermedia y leve, entre otros elementos básicos para combatir la pandemia, durante 3 o 4 meses y para responder a un pico de 200 mil personas contagiadas. El cálculo, desde ya, es aproximado.

  • Total camas Unidades de Terapia Intensiva (UTI). 150 camas cada millón de habitantes, con correspondientes respiradores, monitores, saturómetros necesarios por fuera de los existentes para atención de Coronavirus = 6.600 camas UTI.
  • Cuidados Intermedios. 400 camas por millón de habitantes, lo que da un total de 17.600 camas, con oxígeno y equipamiento básico por cada cama.
  • Cuidados leves (incluye hoteles y reconversión de predios). 2.000 camas por millón de habitantes, es decir, un total de 88.000.
  • Enfermeros de UTI, cuidados intermedios y leves.
  • Médicos y kinesiólogos respiratorios
  • Equipos de protección personal (EPP): 25 barbijos quirúrjicos diarios y 7 kits enteros por día por cada paciente Covid positivo o sospechoso de Covid. Cada EPP tiene 1 camisolín, un par de guantes, 1 barbijo, 1 par de antiparras o cobertura ocular, un par de botas quirúrjicas.
  • Test de detección PCR de COVID-19
  • Hospitales de campaña

La valorización de dichos requerimientos no es sencilla, pero aproximadamente estaría en el orden de los $ 58.000 millones.

¿No hay recursos?

Solamente en mayo se pagaron intereses de deuda por el equivalente a U$S 838 millones, de los cuales la mitad fue en moneda extranjera, y dentro de ello, U$S 316 millones fueron para pagarle al FMI.

Es decir, aún con una conversión a pesos al tipo de cambio oficial, muy subestimado ($ 70/U$S), llegamos al resultado de que lo que se pagó en deuda representa prácticamente lo mismo que todo ese equipamiento mínimo en salud.

Está claro es que plata para ganar en una carrera de velocidades al COVID-19, recursos había.

Esto, sin contar la posibilidad de haber aplicado un impuesto a las grandes fortunas y de haber centralizado y unificado el sistema de salud público y privado que ampliaran y permitan una respuesta integral y contundente a la emergencia sanitaria y económica.






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