La Izquierda Diario recibió una denuncia, que en la fábrica Impresores SA hay un trabajador contagiado de COVID-19. Así, la gráfica se suma al laboratorio Fresenius, que el lunes fue cerrada al confirmarse cinco casos. Una vez más se dejan ver las demoras e incumplimientos de las empresas para aplicar protocolos sanitarios.
Jueves 11 de junio de 2020 16:31
Según denunció un trabajador del Establecimiento Gráfico Impresores SA (cuya identidad reservamos para su seguridad), la cual queda en la calle 9 y Del Canal y emplea a 320 obreros y obreras, el martes pasado se enteraron que hay un operario del sector de terminación infectado, mientras que otro del sector descartonado ya estaba en cuarentena.
Además el trabajador nos manifestó que la empresa “no aisló a los compañeros que tuvieron contacto con él y ni siquiera se cerró la planta para poder desinfectarla", arriesgando la salud del resto de sus compañeros y sus familias. Los trabajadores refieren que estaban con mucha bronca, debido a que intentaron comunicarse con distintos organismos estatales sin obtener respuestas a sus demandas.
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El caso de Impresores SA se suma al del laboratorio Fresenius Medical Care. El lunes trascendió que la planta fue cerrada debido a que cinco trabajadores dieron positivo el análisis por COVID-19, siendo el viernes pasado el primero.
En ambos casos se ve reflejada la desidia de los empresarios, que con vía libre del gobierno, exponen a los trabajadores, demorándose en aplicar los protocolos sanitarios o directamente negándose a hacerlo. Esta descarada forma de actuar de la patronales es solamente para no perder sus ganancias, aún a costa de la salud y la vida de los laburantes.
Pero también, hay que decirlo claramente, no son los únicos responsables, ya que los sindicatos juegan un rol fundamental mirando para el costado. Como es el caso del delegado del gremio gráfico, acusado por el obrero denunciante de encubrir a la gerencia, llegando a transmitirles en una reunión con los trabajadores que "ellos estaban actuando de la forma correcta". Una vez más, la burocracia se ubicó del lado patronal, dándole la espalda a las demandas urgentes que les planteaban los trabajadores.
Cabe destacar, que la fábrica Impresores jamás cerró sus puertas durante la cuarentena, ya que fue declarada " esencial". Incluso los trabajadores se ven obligados a hacer horas extras los domingos, ante la presión y la persecución patronal si se niegan. Así esta empresa, como muchas otras, juega con la necesidad de los trabajadores.
Hay que exigirle a las patronales que les realicen inmediatamente los testeos a todo el personal, que cumplan con los protocolos sanitarios y que las actividades no esenciales paren. Porque las vidas de las familias obreras no son un juego. Además, también exigir a las conducciones sindicales que dejen de mirar para otro lado y se pongan a la cabeza de estos reclamos es una necesidad urgente.
La crisis abierta por la pandemia deja en evidencia que somos las y los trabajadores los únicos verdaderamente esenciales. Unirnos para pelear juntos por todas nuestras demandas se transforma en una tarea completamente necesaria.
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