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Red Internacional
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Pandemia. Piñera anuncia más ayuda social para apaciguar el descontento en Chile

Se trata de un bono de 140 dólares por integrante del hogar duplicando el que se otorgó en marzo pasado. Alcanzará a 13 millones de personas. Un intento de calmar el descontento y descomprimir un ánimo social.

Lunes 19 de abril de 2021 20:44

Agencia Uno

Estas semanas el descontento y la bronca de las mayorías trabajadoras y populares chilenas habían aumentado contra el gobierno. La segunda ola con nuevo pico de contagios, pese al avance de la vacunación, llevó al colapso en el sistema de salud público y a nuevas medidas de confinamiento (la mayor cuarentena que ha tenido el país en lo que va de la pandemia), con millones perdiendo ingresos para sostenerse.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este lunes nuevas ayudas por un total 5.500 millones pesos chilenos que se suman a los 18.000 comprometidos hasta ahora por el Gobierno con esta finalidad.

El anuncio llega mientras el Senado debate un proyecto de ley que busca permitir a los ciudadanos un nuevo retiro del 10 % de sus fondos de pensiones -tras los aprobados en julio y diciembre pasados- para aliviar la crisis, una iniciativa a la que el Gobierno se opone y amenaza con llevar ante el Tribunal Constitucional.

La apuesta del mandatario de derecha se centra en ampliar la cobertura y la universalidad del llamado Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), así como simplificar el acceso a esta renta básica destinada a los más afectados por la pandemia.

Cada integrante del 80% de las familias más desfavorecidas del país recibirá durante los meses de mayo y junio un total de 100 mil pesos chilenos (140 dólares), lo que supone ayudar a 13 millones de personas, según el anuncio.

“Esto significa que una familia de 4 personas recibirá 400 mil por mes, durante los meses de abril, mayo y junio, independiente de la situación sanitaria de la comuna en que viven y sin requisito de tope máximo de ingreso familiar” dijo Piñera en rueda de prensa, dejando claro que la ayuda es totalmente insuficiente ya que la canasta básica para una familia de 4 está en 550 mil pesos chilenos (unos 780 dólares)

El gobernante, un multimillonario empresario que accedió al poder en marzo de 2018 para un segundo mandato no consecutivo, apuesta a descomprimir la bronca y el descontento que se ve en las calles con la crisis pero más que nada con el desastroso manejo del Ejecutivo.

Los canales de TV mostraban en las entrevistas la bronca y el descontento en las calles, de adultos mayores, jóvenes, mujeres y trabajadores, cuestionando a un gobierno cuyos planes son una afrenta contra el pueblo trabajador porque solo resguardan las ganancias de las multinacionales y grandes empresas.

Por eso la gente reclamó su “tercer retiro” del 10% de de los fondos privados de pensiones (AFP). Aunque 4 millones de personas ya no tienen fondos en el sistema de pensiones con los retiros previos, aún son casi 11 millones de personas que podrían acceder, muchos de ellos trabajadores que durante años cotizaron plata que han ido en puro beneficio de las grandes corporaciones, empresas y banqueros.

La gente sabe que no es la mejor opción usar sus propios ahorros, más aún de las pensiones, para alimentarse y pasar la cuarentena. Pero sabe que este gobierno no llegará con ayuda digna y sabe también que sus fondos de las AFP van a llenar los bolsillos de unos pocos mientras hay pensiones de miseria para las y los abuelitos. Prefieren tenerlos ellos que los ladrones de las AFP.

Pese a ser uno de los países con más población vacunada del mundo, Chile atraviesa el peor momento de la crisis sanitaria con una segunda ola que obligó a imponer cuarentenas masivas y que está suponiendo el final de miles de negocios que habían logrado salvarse del encierro de 2020, año en el que el PIB nacional sufrió una caída del 5,8 %.

Este retiro de fondos se sumaría a los aprobados en julio y diciembre del año pasado, solicitados por la mayoría de los 11 millones de afiliados al sistema.

Replicado en los 90 en buena parte de Latinoamérica y pionero en la capitalización individual, el sistema de pensiones chileno está fuertemente cuestionado hoy en día por las pírricas jubilaciones que otorga y cada vez son más las voces que piden transitar hacia un modelo más solidario.

Con este anuncio, el Gobierno buscó jugarse una carta para intentar convencer, sobre todo a sus filas para no plegarse al tercer retiro del 10%. Los senadores de oposición ya comprometieron su voto a favor, para un proyecto que debe contar con votos a favor de 3/5 partes de la Sala, es decir 26 senadores. En la oposición son 24 así que necesariamente requerirán votos del oficialismo. Pero ya hay varios del oficialismo que se comprometieron a votar a favor

Pero junto con el anuncio del nuevo IFE Piñera amenazó con ir al reaccionario Tribunal Constitucional para vetar el “tercer retiro”, lo que encendió más la bronca en la gente y el descontento amenazaba con profundizarse.

Si hasta la Central Única de Trabajadores (CUT), que ha mantenido un silencio y una tregua vergonzosa en casi toda la pandemia tuvo que salir a criticar al gobierno y convocar, aunque sea testimonial, a una “huelga sanitaria” el 30 de abril. Estaba presionada por el ánimo social.

Como señaló una nota de este lunes del diario oficialista El Mercurio, el “fantasma del "malestar social" resurge en Chile Vamos [la coalición oficial] ante la opción del Gobierno de ir TC”. En palabras del diputado derechista Andrés Celis del partido Renovación Nacional, el partido de Piñera, "esto es una cuestión de sentido común, de puro realismo. Si finalmente el Presidente Piñera concurre al Tribunal Constitucional, no cabe duda que esto va a producir un ruido y un malestar social. Por cierto que uno no quiere y mucho menos está haciendo llamados a que hayan actos de violencia en la calle, pero sí tengo la obligación de advertir que se puede producir un conflicto social que no es menor".

Pero estas medidas no resolverán la situación sanitaria ni la crisis que viven millones. Un IFE igual a la canasta básica familiar, aumento de salario y pensiones al mismo monto y más presupuesto para salud pública junto con la prohibición de los despidos son algunas de las medidas que podrían sacar a las y los trabajadores chilenos y el pueblo pobre de esta situación extrema.

La huelga que convoca la CUT puede ser el punto de partida de un movimiento que luche por esas exigencias.