Tal como estaba previsto, el sindicalismo combativo y la izquierda marcharon a Plaza de Mayo. A la exigencia de un bono de fin de año y la denuncia del ajuste, se le sumó una fuerte denuncia contra la represión y la falta de respuestas en Cresta Roja.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 23 de diciembre de 2015
Fotografía:Alejandra Villacorta/Enfoque Rojo
Cuando a las 17 horas comenzaron a avanzar las columnas hacia Plaza de Mayo, los hechos que habíamos vivido desde el inicio del martes confirmaban el acierto de convocar a la primera acción unitaria contra el ajuste de Macri y por un bono de fin de año.
A las 9hs, los trabajadores de Cresta Roja habían conocido el rigor del “protocolo de protesta” del nuevo gobierno. La Gendarmería los reprimió duramente, no una sino dos veces. Así mostraba su desprecio por quienes no quieren llegar a las fiestas con los bolsillos vacíos y sin trabajo.
Los obreros de Cresta Roja iban a ser los primeros oradores del acto en Plaza de Mayo. Su conflicto está abierto, y al cierre de esta edición no tenían ninguna respuesta sobre la continuidad de los puestos de trabajo. La represión y los momentos decisivos de las negociaciones impidieron escucharlos. Pero la solidaridad con su reclamo fue el grito de lucha de los miles que se movilizaron este martes.
En marcha
Cuando la cabecera de la marcha llegaba a la Plaza, las últimas columnas dejaban 9 de Julio. La deserción de la CTA Autónoma y algunos movimientos sociales kirchneristas no habían logrado opacar la convocatoria. Siete cuadras colmadas marchaban hacia la Plaza de Mayo en la primera acción unitaria contra el gobierno de Macri. Ningún relato podrá ocultar ni borrar ese hecho.
La cabecera estaba integrada por referentes del sindicalismo combativo, movimientos sociales y de los partidos de izquierda.
Las columnas de la Unión Ferroviaria (Línea Sarmiento), el Sindicato de Aceiteros de Capital-GBA, las seccionales opositoras de los SUTEBA, delegaciones del gremio de la alimentación (Agrupación Bordó de PepsiCo, Mondelez, Fel-Fort y Stani), gráficos (MadyGraf, Morvillo), juntas internas de ATE, la AGD-UBA y centenares de delegados de distintos gremios: subte, metalúrgicos, mecánicos, telefónicos, hospitales, construcción, aeronáuticos, petroleros, neumático, vidrio, prensa, por nombrar algunos. Muchos de ellos también están luchando contra despidos y persecuciones.
En la cabecera iban dirigentes de esos sectores del sindicalismo combativo, junto a referentes y diputados de izquierda. Entre los rostros más conocidos estaban el último candidato presidencial del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, acompañado por los diputados Myriam Bregman y Patricio del Corro (PTS-FIT). También los diputados Néstor Pitrola, Soledad Sosa y Marcelo Ramal (PO-FIT), así como Vilma Ripoll, Christian Castillo y otras figuras de la izquierda. También se desatacaban figuras del sindicalismo de izquierda, como Claudio Dellecarbonara (dirigente clasista de la AGTSyP) y el referente del Cuerpo de Delegados del Sarmiento de la UF Rubén Sobrero, o el dirigente de los Aceiteros Ezequiel Roldán.
Detrás de las columnas obreras y los centros de estudiantes, se encontraban las columnas de la izquierda. La del PTS era la más numerosa, junto a la del Partido Obrero. También lo hacían Izquierda Socialista, MST, MAS y otras corrientes, como Rompiendo Cadenas. También las organizaciones sociales y de trabajadores precarizados (FPDS, AGTCAP).
A las 18 horas buena parte de la Plaza de Mayo estaba ocupada. A pesar de la lluvia de la tarde, cerca de 10 mil personas estaban allí. Por el bono de fin de año y el salario, por Cresta Roja, contra la represión. Mientras se preparan los flashes para la primera reunión oficial de las cúpulas sindicales con el gobierno, la imagen de la marcha dejaba un mensaje: a 12 días de la asunción, un importante sector de los luchadores obreros y la izquierda comienza a levantar una tribuna contra el ajuste.
El acto
Cuando se terminaron de ordenar las columnas, fue el turno de los oradores.
Claudio Dellecarbonara, dirigente clasista del Subte y del PTS, contó que “hoy los trabajadores de Cresta Roja pusieron en el centro político la pelea contra el ajuste. El protocolo de represión que vimos hoy es lo mismo que hizo Sergio Berni con la lucha de Lear el año pasado". Dellecarbonara denunció los decretazos de Macri y la ausencia de sesiones extraordinarias, donde el Frente de Izquierda presentó un proyecto por un bono de fin de año y otros reclamos populares. “Estamos viendo un enorme traspaso de los bolsillos obreros y populares a los grandes empresarios. Son los planes que denunciamos que iban a aplicar Macri o Scioli si ganaban”. Además denunció a los “dirigentes sindicales y del kirchnerismo se bajaron de la marcha, mostrando su demagogia cuando plantean que hay que enfrentar el ajuste de Macri. El ajuste se enfrenta en las calles. Por eso nuestro desafío es organizar un gran arco de resistencia a estas medidas, para que la crisis la paguen los capitalistas”.
Soledad Sosa, de la CTA Autónoma de Mendoza y diputada del PO-FIT, destacó “las primeras acciones de resistencia obrera a las medidas del gobierno de Macri”. Luego de denunciar la represión en Cresta Roja, destacó la importancia de la movilización. “Esta marcha marca una diferencia con los gordos de la burocracia sindical, acá está el movimiento obrero unido”. Sosa denunció los decretazos de Macri y la falta de convocatoria de sesiones extraordinarias en el Congreso, para discutir también las propuestas del Frente de Izquierda. Finalizó planteando la necesidad de que “esta deliberación política que estamos haciendo la llevemos a lo largo y ancho del país”.
Otro de los discursos destacados fue el de Ezequiel Roldán. El dirigente de Aceiteros denunció el pacto social que están preparando. “Nosotros ya lo vivimos en las últimas paritarias, cuando rompimos el techo salarial con 25 días de huelga general”. Luego de denunciar el rol de la burocracia sindical, reivindicó la lucha de Cresta Roja y aseguró que “por más que nos repriman no nos van a callar”.
Algunos oradores coincidieron en criticar a las organizaciones kirchneristas que habían participado de las reuniones preparatorias. Finalmente decidieron no participar de una marcha combativa y dejar “la lucha contra el ajuste” solo en el discurso.
Tras las palabras de referentes del MST, MAS y Rompiendo Cadenas, le tocó cerrar el acto a Rubén Sobrero, referente de los ferroviarios del Sarmiento. “Se acabaron los globos amarillos, ahora lo que se vienen son los palos para los trabajadores. Lo de Cresta Roja es lo mismo que hizo el gobierno anterior en la Panamericana". El “Pollo” denunció “el silencio cómplice de algunas dirigencias gremiales, ahora les dieron el manejo de las cajas de las obras sociales” y defendió la acción que estaba concluyendo: “mantuvimos la convocatoria a esta marcha porque a la clase se la defiende en la calle".
Un primer paso
A las 19.30 horas terminaba el acto. El primer objetivo estaba cumplido. La multitudinaria convocatoria, las sentidas demandas que levantaba y el contenido de los discursos, acentuaban la importancia de la primera acción unitaria contra el nuevo gobierno.
Los trabajadores y organizaciones que se movilizaron a la Plaza, y en otros lugares del país, confirmaron en los hechos su disposición ser parte de la resistencia al ajuste. Por la mañana junto a los obreros de Cresta Roja, y por la tarde en el centro político del país.
Fue un primer paso, pero importante. Así como en las primeras luchas duras, estas acciones en las calles tienen el valor de despertar la atención y simpatía de esos millones de trabajadores que ven peligrar sus puestos de trabajo, que no llegan a fin de mes, que cobran planes que los mantienen en la pobreza. La izquierda y el sindicalismo combativo se proponen llegar y movilizar a esas fuerzas, para pararle la mano a Macri y los empresarios.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.