Los sectores vulnerables están cada vez en peores condiciones de vida, el Indec confirmó en su informe que mide las canastas de consumo que la inflación de 2018 para los pobres fue del 52,9 % y para los indigentes del 53,5 %, superando la media de 47,6 %.
Miércoles 23 de enero de 2019 23:47
Este miércoles el Indec publicó su informe de canastas de consumo donde se mide la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT), que delimitan los umbrales de indigencia y pobreza respectivamente.
Los datos del organismo estadístico confirmaron que, en el mes de diciembre pasado, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) con respecto a noviembre fue de 0,7% mientras que la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 1,1%.
Además, el informe comprobó algo previsible, el impacto inflacionario castiga con mayor fuerza a los sectores más vulnerables que destinan casi la totalidad de sus ingresos en consumos básicos. Así la medición del Indec mostró que las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron del 53,5%y 52,9% respectivamente. Es decir, los pobres y los indigentes registraron una inflación muy por encima del promedio anual de 2018 situado en 47,6 %.
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De esta forma, un hogar compuesto por un adulto varón de 35 años, un adulto mujer de 31 y dos niños de 6 y 8 años necesitó $ 25.493,80 en diciembre para cubrir la CBT y no caer en la pobreza; y percibir ingresos por $ 10.197,53 para cubrir la CBA y superar el umbral de la indigencia.
En comparación a los datos de 2017, la situación empeora para los sectores más necesitados, siendo los precios de los alimentos uno de los rubros que más subieron -como la harina- y se refleja en los niveles de consumo relevados por las canastas. En consecuencia, para el mismo tipo de hogar, en 2017 se necesitaba $ 16.677,44 para cubrir la CBT y $ 6.644,40 para la CBA, siendo la diferencia de $ 8.816, 36 y $ 3.553,13 respectivamente.
En provincias como Mendoza las subas fueron mayores, la canasta de indigencia aumentó el 54,4% y la de pobreza el 56,7%.
Estos niveles de elevada inflación que encarece las condiciones de vida minando el poder de compra de los sectores más postergados, coronó un ataque al bolsillo de los trabajadores en un año donde los especuladores se fugaron más de 27 mil millones de dólares.
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Al ritmo de las medidas de ajustes aplicadas por el macrismo con complicidad del FMI, empeoran las condiciones de vida de los sectores de trabajadores y vulnerables. Con estos resultados, no es difícil imaginar una suba en los próximos índices de pobreza que se conocerán a fines de marzo.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario