El “bus de la libertad” impulsado por la ONG española “Citizen Go” estaría en la capital desde el próximo lunes.
Jueves 6 de julio de 2017
La organización no gubernamental hoy levanta una campaña internacional de odio contra identidades trans infantiles y en contra de los derechos de la comunidad LGBTTTI y todo avance en la misma materia. El vehículo es la piedra angular de esta campaña con las frases "¡Dejen a los niños en paz!" y "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen".
Luis Losada, director de la campaña de Citizen GO planteó para El Mercurio que "’El bus de la libertad es hoy más necesario que nunca. El final del mandato de (la Presidenta) Bachelet parece acelerado en la imposición de esta ideología de género. Queremos sensibilizar a los padres chilenos sobre la gravísima amenaza que supone esta imposición para nuestros hijos”.
Diversas organizaciones se han manifestado en contra de la presencia del bus, buscando que el gobierno se pronuncie en contra del mismo. La fundación Iguales levantó una campaña recolectando firmas emplazando a la vocera de gobierno a que se pronuncie, mientras el Movilh saldrá a recorrer las calles con su propio bus. Por otra parte, el gobierno sigue manteniendo silencio ante la iniciativa.
Bárbara Brito, vicepresidenta FECH y militante de la agrupación de mujeres y diversidad sexual “Pan Y Rosas”, señaló que “El bus simboliza toda la moral de la iglesia y los sectores más conservadores de esta sociedad contra la cual llevamos luchando años como organización. Simboliza un retroceso en esta misma lucha, y por lo tanto creemos que un gobierno, que dice tomar las demandas de la diversidad sexual y las mujeres, no puede permitir que recorra las calles de la ciudad con una propaganda tan reaccionaria en contra de las personas trans. Al mismo tiempo, exigimos una ley de identidad de género que no tenga restricciones respecto a la edad como también cupos laborales trans asegurados por el Estado dentro de todo espacio de trabajo, así como el resguardo en todo momento de su integridad tanto física como psicológica”.
Es inaudito que una ONG financiada por un Estado encabece tal discurso de odio, como también lo es que el Estado chileno lo autorice, así como también lo hace financiando la visita del papa al país en enero del próximo año. Debemos repudiar públicamente la visita del bus al país y levantar un gran movimiento de la diversidad anticapitalista, combativo y crítico, que con su organización no permita que estos discursos se sigan naturalizando, y que con la fuerza de nuestra movilización permita la conquista de nuestras demandas más sentidas, como una Ley de identidad de género y una educación gratuita, no sexista ni transfóbica.

Ignacio Ocampo
Militante de la agrupación "Pan Y Rosas"