Lucas Diez, de 22 años, fue detenido el domingo 28 en el marco de una causa armada. Tras difundirse un video, ayer apartaron del cargo al comisario local por abuso de autoridad, disparos y apremios ilegales.
Sábado 4 de julio de 2020 00:14
En las últimas horas se conoció un nuevo caso de violencia policial por parte de la fuerza a cargo del ministro de Seguridad Juan Manuel Pulleiro, esta vez en Apolinario Saravia, en el departamento de Anta.
En la madrugada del domingo 28 de junio, Lucas Diez volvía a su casa en la camioneta de su madre, con dos amigos, a pocas cuadras del domicilio. En un momento del trayecto fue interceptado por un móvil de la Policía que comenzó a disparar al aire, sin mediar voz de alto o ningún tipo de aviso. Asustado, el joven continuó hacia su domicilio. La Policía lo siguió y lo arrestó, sin dar explicaciones. El operativo estuvo a cargo de del comisario local, Walter Mamaní. Recién cuando fue liberado, en horas del mediodía, le informaron que fue detenido “por atentado con arma impropia -la camioneta- y resistencia a la autoridad”.
El joven sufrió todo tipo de vejaciones en la comisaría donde permaneció detenido. En la denuncia que realizó en la Fiscalía de Derechos Humanos y en la oficina de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, Diez contó que recibió golpes, insultos, amenazas e incluso lo mojaron a él y su colchón con agua fría. Además, cuando preguntó acerca de por qué estaba detenido le contestaron que se calle, “ahora vas a aprender lo que es dormir en cana”.
Luego de viralizarse un video que las cámaras de seguridad de la Municipalidad lograron captar, que desmiente la versión policial acerca de que el joven, ebrio, se había abalanzado con su vehículo sobre los efectivos y que la camioneta circulaba a alta velocidad, ayer fue separado del cargo el comisario Mamaní.
Este hecho de abuso policial no es aislado. Se da en el marco de un envalentonamiento de la Policía a cargo del ex coronel Pulleiro que, a través del decreto 255 del gobernador Gustavo Sáenz convertido recientemente en ley, le da a esta institución mayores atributos para detener sin causa, con la excusa de cuidar así la salud y garantizar las medidas tomadas por el gobierno en el marco de la pandemia por Covid-19.