Mientras el intendente Mussi pide más policía en un distrito record en casos de gatillo fácil, los efectivos impiden trabajar a quienes sobreviven juntando cosas abandonadas en la calle.
Viernes 29 de enero de 2021 21:26
Imagen: Captura de video publicado en Berazategui Denuncia (Facebook)
El jueves 28 por la mañana efectivos de la fuerza municipal secuestraron el carro que un joven estaba utilizando para recolectar elementos de la calle, su herramienta de trabajo.
La indignación llegó a las redes; al parecer la política del municipio contra la "tracción a sangre" fue pura demagogia. El intendente Mussi mostró mucha preocupación por el maltrato animal, pero no da una salida a los carreros que cada vez son más, trabajan de manera totalmente marginada y deben soportar el hostigamiento policial. Basta transitar por el centro o los alrededores de la ciudad de Berazategui para ver cómo cada vez más personas son arrojadas a la miseria y la marginalidad, teniendo que salir a cartonear tirando de un carro para buscar su sustento.
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La persecución y hostigamiento por parte de las fuerzas represivas hacia los sectores más pobres de la población -y principalmente- hacia la juventud se sigue profundizando. El año pasado en Berazategui se conocieron 3 casos de gatillo fácil, mientras en Quilmes tres jóvenes carreros fueron detenidos cuando volvían de trabajar, sufriendo torturas y armado de causas por parte de la policía.
Está política de persecución se da en el marco de una crisis social y económica que se profundiza cada vez más, empujando a un sector cada vez más grande de la población a la pobreza y la indigencia.
El año 2020 terminó con la Argentina en el podio de los países con mayor aumento de la desigualdad. Según datos oficiales, la pobreza terminó en un 44,2%, la indigencia en un 10,1% y la desocupación en un 14,2%. En todos los casos las cifras se acrecentaron con respecto a al 2019.
Justamente entre los sectores más afectados por la desocupación están la juventud y las mujeres, que además de sufrir la desocupación en el caso de conseguir un empleo en su mayoría se trata de trabajos precarizados o informales.
La inflación golpeó fuerte los bolsillos de los sectores populares con reiterados aumentos en la nafta, en la ropa y calzado, en la carne y en los alimentos en general, mientras los salarios quedaron muy por debajo de lo que hoy cuesta la canasta básica.
Por si fuera poco los sectores más afectados por el desempleo se han quedado sin recibir alguna ayuda del Gobierno, ya que el presupuesto 2021 que votó tanto el oficialismo como la oposición de Cambiemos, aprobó el recorte del IFE para quienes más lo necesitaban, como así también el recorte del presupuesto de salud y educación para garantizar el pago de deuda al FMI.
Es necesario un plan de obras públicas para generar empleo con salarios acorde a lo que cuesta la canasta básica e invertir en infraestructura, ya que en Berazategui -como en otros distritos- muchos barrios se encuentran sin agua y no tienen respuesta a pesar de que estamos en una emergencia sanitaria por la pandemia.
Hay que poner un freno a la criminalización a la juventud, terminar con la precarización laboral y garantizar trabajo genuino y con derechos laborales para todos.