Se realizó en la escuela pública para tirar abajo el código de vestimenta machista que tanto aqueja a los y las estudiantes. Esta vez, tiene como protagonista al Lenguas Vivas. Una escuela ubicada en el barrio porteño de Recoleta.
Lunes 27 de junio de 2016
Los y las estudiantes de la escuela Lenguas Vivas decidieron hacer el martes pasado un “pollerazo”. Pese al frío, cientos de estudiantes asistieron a la escuela vestidos con polleras para rebelarse contra el código de vestimenta que prohíbe el ingreso a la institución con shorts, faldas, musculosas, vestidos y remeras que hagan alusión al fútbol, bandas de música o política.
Ese día elevaron el reclamo al consejo de convivencia, que está integrado por alumnos, docentes, padres y directivos, en donde la moción salió a favor por la presión ejercida con la acción.
Frente a la pregunta de ¿Por qué resulta tan importante este cambio? Algunas estudiantes del Lenguas Vivas respondieron: “porque las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres” “porque queremos poder venir cómodas a estudiar” ” “para que haya igualdad de género dentro del colegio”.
Mucho se ha leído y escuchado sobre el nuevo fenómeno que surge en los secundarios con “los pollerazos”. Esta medida de lucha se extiende en las distintas escuelas de Capital Federal como en el Normal 1, el Nacional Buenos Aires y ahora el Lenguas Vivas y logró cruzar la cordillera llegando a Chile.
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Luca Ermili, es uno de los estudiantes del Normal 1 que organizó el pollerazo en su escuela. Tiene diecisiete años y es militante de la Juventud del PTS. Contó a La Izquierda Diario “Nosotros cuando decidimos hacer el pollerazo hace unos meses, nunca dimensionamos el impacto que podría generar. Se hizo viral al instante por las redes sociales, llegando a muchas escuelas, donde nos escriben y nos decían que tenían el mismo problema que nosotros”.
La generación “Ni Una Menos” de adolescentes que nacen abrazadas por esta enorme movilización de mujeres, expresan con este tipo de acciones que no van a quedarse calladas frente al machismo que se reproduce en las escuelas. Tanto con los contenidos educativos, como a las normas de convivencia. Pelean con uñas y dientes y también de manera ingeniosa, para vencer el autoritarismo de sus directivos y hacer escuchar sus voces. Están dispuestas a rearmar las reglas del juego.