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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. ¿Por qué Espinoza busca un acuerdo con Massa?

El caso López le abrió la puerta a los lineamientos electorales del peronismo y el macrismo, frente a las elecciones de medio término del 2017. Buenos Aires, la madre de todas las batallas.

Virginia Gómez

Virginia Gómez @mavirginiagomez

Miércoles 6 de julio de 2016

Cambiemos, y especialmente el macrismo dentro de la coalición de gobierno, ya piensa en las elecciones de medio término en la provincia de Buenos Aires. Impedido de poder llevar en la boleta a la gobernadora María Eugenia Vidal (quien conserva aún una alta imagen positiva), la estrategia del PRO se basa en una guerra de desgaste del poder territorial del PJ, que empieza por La Matanza.

Unidad sin renovación del peronismo bonaerense

El peronismo, luego del éxodo que abrió la crisis con José López, no se queda atrás y empieza a hablar de “unidad, transformación y renovación” para enfrentar al macrismo. Ante la acefalia que prefirió dejar Cristina Fernández en el cada vez más escuálido Frente para la Victoria, los principales dirigentes peronistas bonaerenses corrieron detrás de la sotana de Bergoglio.

Primero firmaron el Acuerdo de San Antonio de Padua. Promovido por Fernando Espinoza, decenas de intendentes adhirieron a la encíclica papal Laudato Sí. Bergoglio se transformó entonces en la conducción espiritual del peronismo bonaerense. Acuerdo que se enmarca en la Doctrina Social de la Iglesia Católica y que entre uno de sus mandatos jura “proteger la familia como célula básica de la sociedad y la vida humana desde la concepción”.

El Movimiento Evita, que hace semanas atrás se alejó del bloque de diputados nacionales del FpV, ayer por la tarde adhirió al mismo. Lo hizo en el distrito de Merlo, comandado por el intendente Menéndez. Este último recientemente nombrado Secretario de Culto del Partido Justicialista, quien fuera a visitar el Episcopado con Daniel Scioli y otros peronistas.

El “Chino” Navarro, del Evita, horas antes de la firma del Acuerdo de Padua declaró que sin Sergio Massa no es posible ganarle al macrismo en la provincia de Buenos Aires. Pero el ex intendente de Tigre avanza en un acuerdo electoral con la ex PROgresista Margarita Stolbizer, alejándose de su identidad peronista. Sergio y Margarita parecen más tentados a seguir colaborando con Cambiemos.

Pero más allá de las fotos e intenciones de Massa, sus segundas líneas se muestran más cercanos al peronismo tradicional. Sus legisladores participaron el sábado de un encuentro con Scioli, Espinoza y Wado de Pedro frente al mausoleo de Perón, y Facundo Moyano participó de un encuentro con dirigentes de la CGT y CTA.

La estrategia electoral de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires

La Matanza es el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, con dos millones de habitantes y algo más de un millón de electores. Popularmente conocido como “el bastión del PJ”, el PRO delinea una estrategia electoral particularmente en ese distrito, para debilitar el poder territorial del PJ que en el ballotage permitió que en el municipio ganase Scioli. ¿Qué hay de fondo? Que la victoria de Vidal el año pasado en provincia de Buenos Aires, con su ausencia en la boleta, no puede contener el creciente mal humor social. Las políticas de ajuste del gobierno provincial, que empezó en enero con la votación del presupuesto (con el aval del FpV, el Frente Renovador y el FAP) atacaron incluso a sectores de la base social del macrismo.

La estrategia electoral del PRO para debilitar el poder del PJ en La Matanza, tienen tres objetivos. Para todos necesita del Frente Renovador de Massa.

Por un lado avanzar en tiempo record en implementar la reforma política contra la reelección indefinida de los intendentes y el voto electrónico. Que implicaría que se acabe el negocio de las boletas impresas, que genera una caja financiada por el Estado, sobre la que se sostiene gran parte del clientelismo político y del control territorial de los aparatos tradicionales cuando hay elecciones.

Por otra parte, el PRO negocia con los legisladores provinciales del FR un acuerdo legislativo para la división política en 4 distritos del actual municipio de La Matanza.
Y por último, hace semanas atrás y recién mediando el año, el Concejo Deliberante del distrito, debatió sobre la “rendición de cuentas” del período anterior. El bloque oficialista del PJ fue el único que lo aprobó, mientras que el bloque opositor que tiene el PRO con el FR lo rechazó. Funcionarios locales del oficialismo nacional evalúan judicializar el rechazo a la rendición de cuentas de Espinoza.

Primero actuó Asencio, concejal massista, quien declaró que “hay muchas irregularidades en el gobierno de Espinoza que las tenemos chequeadas” y luego sostuvo que “si no hay respuestas, vamos a la Justicia; pero no la provincial, porque hay gastos nacionales que corresponden a la Justicia Federal”.

Pero el concejal del PRO, Racanelli, ni lento ni perezoso ya salió públicamente a decir que prepara una denuncia contra Fernando Espinoza. Sostuvo que “hubo desviación de fondos sin consulta previa, malgasto, sobrevaluación de algunas cuestiones” y que en caso de que el massismo también recurra a la Justicia, las causas “se van a unificar”, ya que “no pueden correr dos cuestiones sobre un mismo objeto y un mismo imputado”.

En el mismo lodo, ¿todos manoseados?

El PRO prepara una embestida judicial contra Fernando Espinoza, junto con una serie de iniciativas legislativas, para atacar su poder político y económico, que le permite conservar su poder territorial.

Las armas del PRO son de doble filo, porque como pasa a nivel nacional, una embestida que vaya a fondo contra el negocio de la obra pública podría sentar las bases del grito de que son todos los mismos y hacer eco del viejo “que se vayan todos”.

Hace poco más de una semana, el más que perro, zorro, Verbitsky bien les alertada que mientras Cambiemos festeja la embestida contra el Gobierno anterior, “hasta ahora nadie se pregunta si en algún momento esa maquinaria no se volverá también contra su instigador y contra el sistema político en su conjunto, como ya ocurrió en Brasil”.

Hasta ahora la única respuesta de Fernando Espinoza a semejante tentativa, fue buscar un acuerdo con Sergio Massa. ¿Para ganarle al macrismo en la provincia, como dice Navarro? ¿O para frenar los posibles acuerdos legislativos y embestida judicial del PRO y el Frente Renovador contra su propia persona?

Ante estos escenarios, que inclusive pueden desatar cruces virulentos, el Frente de Izquierda tiene grandes desafíos. Seducir a cientos y miles de trabajadores y jóvenes, hartos de los aparatos tradicionales, que hunden al pueblo trabajador en la miseria. Superar la experiencia del peronismo, como única política posible. Conmoverlos con la posibilidad de construir un proyecto transformador de abajo hacia arriba, donde ellos sean protagonistas. Para eso hoy abrimos La Izquierda Diario a centenares de colaboradores y corresponsales (de su propia vida).


Virginia Gómez

Nació en Buenos Aires en 1982. Es Licenciada y Profesora en Enseñanza Media y Superior en Ciencia Política (UBA). Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en la zona Oeste del Gran Buenos Aires.

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