Gobierno de Chile Vamos impulsa nuevas leyes orientadas hacia la juventud ¿Cuáles son los objetivos reales de Piñera?
Miércoles 3 de abril de 2019
Nuevos ataques a la juventud
La semana pasada se discutió en la cámara de diputados el proyecto de ley de Control de identidad que presentó el Gobierno de Chile Vamos. En ésta, se establecen nuevas facultades a Carabineros ante “los protocolos” de acción en los controles. Permitiendo un registro de la vestimenta, objetos personales como carteras, bolsos, mochilas o maletas de vehículos a quienes se les realice el control. Además de bajarse la edad permitida para el control a 14 años.
No es primera vez que la derecha levanta políticas que fortalecen la represión de carabineros y que criminalizan a la juventud. Recordemos que el año pasado Piñera presentó el proyecto de ley Aula Segura, el cual permitía una intervención policial dentro de los espacios educacionales. Así mismo el llamado “Comando Jungla” que amplió la militarización y represión a la comunidad mapuche. O el estatuto laboral juvenil que precariza a las y los jóvenes trabajadores.
Sin embargo, los diputados de Chile Vamos se encuentran en minoría ante la “oposición parlamentaria” compuesta por el Frente Amplio y el Partido Comunista. Entonces ¿Por qué la denominada oposición no impidió el avance de estos ataques hacia la juventud? Porque el FA en conjunto con el PC han tomado un rol pasivo y de conciliación ante la agenda represiva del Gobierno, demostrando que su política no busca siquiera enfrentar estos ataques con lucha política para frenar la aprobación de reformas que precarizan a los sectores más pobres (a pesar de que desvían la movilización al parlamentarismo). Ni utilizan sus tribunas para convocar a sectores masivos a salir a las calles a manifestar su rechazo y forjar una gran movilización y paralización que afecte de lleno las ganancias del gobierno empresarial. Estas políticas represivas se concretizaron gracias a la oposición tibia del parlamento y sus organismos como la CUT, federaciones estudiantiles, colegio de profesores, entre otros.
¿Por qué el gobierno busca criminalizar a la juventud?
El Gobierno presenta estas reformas como supuestas políticas de precaución ante la delincuencia, el “terrorismo”, tráfico y/o consumo de drogas. Sin embargo, sabemos que sus intereses reales son, por un lado, mantener controlada y restringida a la juventud para evitar el desarrollo de una organización estudiantil y una gran movilización nacional que pueda confluir con otros sectores. Y, por otro lado, proteger los intereses de los empresarios que sólo buscan aumentar sus ganancias a costas de la privatización de los derechos básicos de la clase trabajadora; educación, salud, trabajo, vivienda, etc.
El programa político del Gobierno de Piñera, y de la derecha latinoamericana, presenta claras alianzas con los grandes empresarios y grupos económicos nacionales e internacionales. Sus reformas estructurales están en función de aumentar las inversiones y ganancias de los capitalistas, entregándoles mayor potestad para que puedan realizar sus respectivos negocios con la menor restricción posible, a pesar de que esto sea en base a empeorar las condiciones de vida de los sectores más pobres.
Pero el Gobierno sabe que no podría llevar a cabo tan fácilmente su agenda represiva si es que se levantan masivas protestas en repudio a su programa. Por lo que resulta prioritario en su coalición el impulsar políticas que buscan contener cualquier resistencia que pueda emerger desde los diferentes sectores afectados. Aquí es donde está el rol de la policía, en donde a través del discurso de “seguridad” pretende restringir la posibilidad de organización y, al mismo tiempo, buscar darle mayor credibilidad y una nueva imagen a la corrupta institución de carabineros, que, de forma contradictoria, sólo permite un incremento de la violencia y el abuso por parte de las fuerzas armadas.
El único objetivo que cumple la policía es de proteger y resguardar los intereses de la burguesía, pasando por encima de las necesidades de la juventud y de las y los trabajadores. Es por esto, que desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios planteamos como única forma de acabar con la violencia policial y la represión estatal es con la disolución de la policía. Para lo cual resulta fundamental la articulación de los distintos movimientos que se han levantado; Movimiento de mujeres, estudiantil, de trabajadores, Mapuche, No + AFP. Y así, potenciar esta fuerza en conjunto para enfrentar los golpes de la derecha no sólo desde nuestros lugares de estudio, trabajo y vivienda, sino que también llenando las calles de repudio; ¡Ninguna reforma que precarice las condiciones de vida de la clase obrera! ¡Basta de represión a quienes se movilicen! ¡No más criminalización hacia la juventud!