La presidenta del Tribunal Constitucional, manifestó su opinión sobre el proceso constituyente defendiendo el hecho de que la actual constitución no sería la misma que se aprobó durante la dictadura.
Miércoles 12 de febrero de 2020
Durante la semana pasada la ex asesora de Piñera y actual presidenta del Tribunal Constitucional, la jueza María Luisa Brahm, afirmó en una entrevista a radio infinita, que la actual constitución, sería distinta a la aprobada durante la dictadura.
Según Brahm, esta característica estaría dada por las más de 40 “reformas” que se le han realizado desde 1990 en adelante. Además, reivindicó la existencia del TC como la única institución que puede velar por el respeto a la Constitución.
En la entrevista, Brahm también señaló que el actual debate constitucional ha generado una sobre expectativa en que cualquier cambio constitucional podrá resolver problemas estructurales, cuando estos deberían resolverse a través de la tramitación de leyes, más que un cambio a la estructura de la constitución.
De esta manera, la presidenta fue enfática en decir que “hay un problema de sobre expectativas en que la Constitución Política va a resolver los problemas de las personas”.
Una constitución al servicio del modelo
Lo que omite Brahm es el hecho de que la constitución pinochetista y remodelada por Lagos y la Concertación, no alteró el corazón del sistema político-económico que es el Estado Subsidiario.
Hasta ahora el centro del argumento por el rechazo al cambio constitucional, se han centrado en que un cambio constitucional no resolverá las demandas de pensiones, trabajo, educación, salud y otros. Por lo tanto, lo que se debería hacer es “leyes que resuelvan los problemas”.
Pero mientras la constitución mantenga su espíritu subsidiario, donde el Estado está inhibido de actuar en la economía y que toda la iniciativa la deben tener los privados, la educación, las pensiones o la salud, seguirán siendo un enorme botín para empresas nacionales y transnacionales.
Por eso no basta con algunas leyes de emergencia para aliviar los elementos más irritantes del sistema y que han sido ampliamente demandadas durante estos 3 meses desde que inició la revuelta.
Cómo avanzar hacia una transformación de raíz del modelo neoliberal chileno.
Faltando cada vez menos para el plebiscito del 26A la derecha, los empresarios y los partidos que salvaron a Piñera, han volcado las enormes energías que fueron desplegadas por la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, durante los meses de octubre y noviembre al debate amañado por el “acuerdo por la paz”.
Pero también hay sectores que han rechazado este acuerdo firmado entre gallos y media noche. Por eso desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios, actualmente partido en proceso de extensión de su legalidad a nivel nacional, ha puesto al servicio del debate de las alternativas frente a la trampa fijada por los partidos del régimen.
Durante estas semanas, La Izquierda Diario abrirá un espacio para que quienes rechazan el acuerdo, puedan debatir e intercambiar opiniones e ideas sobre el proceso en curso.