En una entrevista realizada por el ex candidato presidencial chileno, Marco Enríquez Ominami (ME-O), el presidente venezolano se refirió a su posible visita a nuestro país, en el traspaso de la banda presidencial al magnate, señalando como imposible poder asistir a la asunción, producto de otro compromiso previo en Asía.
Lunes 26 de febrero de 2018
“Lamentablemente no iré al cambio de mando en Chile. Quería ir, pero tengo una gira con Asia y voy a cumplir mi agenda” manifestó el mandatario.
Sin embargo los más contentos fueron los principales opositores a la venida de maduro, desde un abanico que va desde la Unión Demócrata Independiente (UDI) hasta el Partido por la Democracia (PPD), quienes junto con celebrar la determinación de Maduro, no dudaron en hacer festín del asunto.
Maduro entendió claro el mensaje de nuestro canciller y del pueblo chileno: no era bienvenido en nuestro país. Pero por sobre todo primó la cobardía de no querer enfrentar a los miles de venezolanos y chilenos que íbamos a protestar contra su narco dictadura, que tiene condenado al hambre al pueblo venezolano” señaló el diputado de la DC, Matías Walker para el medio La Tercera.
Para el diputado PPD Jorge Tarud “Maduro percibió claramente el enorme rechazo que tiene en nuestro país en todas las fuerzas democráticas”. Lo mismo que dijo el senador RN Francisco Chahuán, quien celebró la noticia señalando que “finalmente Maduro entendió que no era bienvenido”.
En el caso del ex candidato presidencial ultraderechista José Antoni Kast, junto con referirse a Maduro, atacó directamente a MEO, señalanado que “terminó su carrera política Enríquez-Ominami. Como un instrumento de propaganda servil a los intereses del Dictador Maduro.” A través de twitter.
La compleja situación que atraviesa Venezuela, ha reavivado el latente conflicto entre el país sudamericano y las diversas potencias imperialistas, quienes no pierden tiempo en instalar un clima de tensión, de manera servil a sus intereses de desestabilizar aún más el régimen de Maduro. Por otra parte la crítica situación que sacude al pueblo venezolano, de la mano de medidas antiobreras y antidemocráticas, para mantener el gobierno, dista de la confianza hacia una salida independiente de los trabajadores y sectores populares de Venezuela, y por el contrario recrudece y mitiga el poder de sus organismos para dar una respuesta, tanto al atolladero en el que se encuentra, como también una forma de enfrentar al imperialismo que posa sus garras sobre la miseria de millones.
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