Este viernes 10 de octubre se realiza en Córdoba la primera Marcha por el Derecho a la Salud Mental. Está convocada a las 18 horas. Parte desde Colón y Cañada, tradicional lugar de reunión para las movilizaciones sociales en la ciudad.
Jueves 9 de octubre de 2014
Bajo el lema “Porque hay estigmas, exigimos derechos”, la movilización se centra en la abolición del sistema manicomial y sus dispositivos. Dicho sistema reproduce prácticas discriminatorias y vejatorias de los derechos humanos.
Básicamente, el hospicio manicomial aísla e invisibiliza (detrás de sus paredes) a una parte, sensible, de la sociedad, que termina siendo marginada, dentro y fuera de la institución. Esto forma una idea colectiva acerca de las personas que pasan por el hospital neuropsiquiátrico. Idea que las condena y juzga por su calidad de usuarios de los servicios de salud mental o “pacientes”.
Cabe aclarar que la “desmanicomialización” no gira alrededor del cierre de los hospitales neuropsiquiátricos, como se quiere hacer creer. Lo que se plantea es una reestructuración de los espacios en pos de un mejoramiento en cuanto a tratamientos y condiciones de los mismos. Se vela por los derechos y garantías de las personas que transitan las instituciones y no por su abandono e invisibilización.
La marcha se plantea en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, declarado por la Organización Mundial de la Salud. Dicha organización señala que en los países de ingresos bajos y medios “entre el 76 % y el 85 % de las personas” que sufren un padecimiento mental grave “no recibe tratamiento alguno para esas afecciones”. Asimismo, declara que “la estigmatización y la discriminación de que son víctimas los enfermos y sus familiares disuaden a los pacientes de recurrir a los servicios de salud mental”.
En este sentido, en 2010 se aprobó en Argentina la Ley 26.657, en la que se plantea un cambio de paradigma en cuanto a los servicios de salud mental, lo que daría un fundamento legal a los reclamos. Pero, a cuatro años de su aprobación y a un año de vencido el período de aplicación, todavía en Córdoba y en el país no se vislumbran huellas de un cambio radical.
Todavía existen en algunas instituciones de salud mental las “famosas” celdas de contención. Allí, a las personas en una situación de crisis, se les realiza restricción mecánica, atándolas a una especie de camilla, si es que la hay. O directamente se las encierra en una celda, muy parecida a la de las comisarias, y se les aplica algún psicofármaco (generalmente Haloperidol), lo que se suele llamar “chaleco químico”. Y acá entramos en el otro problema más grave: el de la “medicalización”. Es decir, el de apostar directamente al tratamiento bajo psicofármacos para la mejora de la persona, obviando las otras posibilidades terapéuticas.
En resumen, tomando como antecedente local lo sucedido el año pasado en el neuropsiquiátrico de Bell Ville y llegando a este año con el registro de la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, que declara más de cien muertes en tres años en instituciones de salud mental, nos podemos hacer una idea bastante clara acerca del estado del sistema en nuestro país.
En reclamo por el vaciamiento y el estado de precarización en que el Gobierno delasotista sumió al sector de la salud mental en Córdoba, contra las prácticas vetustas, contra el uso de la sala de contención, la medicalización, el encierro y la marginación es que este viernes se convoca a reunirse en pos de un sistema de salud mental más justo y más inclusivo para todos y todas.