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Red Internacional
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SALUD SEXUAL. Productos de gestión menstrual: una ley que garantice un acceso igualitario

Una campaña y varios proyectos que apuntan a eliminar el IVA de los productos de gestión menstrual y que el Estado los entregue de forma gratuita, empezando por los sectores populares.

Jueves 20 de agosto de 2020 20:51

La menstruación es el proceso fisiológico más invisibilizado, que permanece rodeado de prejuicios sociales y culturales.

Sin embargo las campañas publicitarias, tanto escritas como audiovisuales, invierten lo suficiente para ocupar miles de minutos en los medios de comunicación. El objetivo de todos es “vender” un producto que proporciona comodidad reforzando el mensaje de que la menstruación no debería alterar la rutina de vida en esos días.

Esto en principio es cierto, el problema está justamente en que no todas las personas menstruantes pueden acceder a ellos.

A nivel mundial, se estima que 1, 9 mil millones de mujeres, alrededor del 26% de la población, estaban en edad de menstruar en 2017, y pasaron un promedio de 65 días en el año lidiando con el flujo sanguíneo menstrual.

Las condiciones de vida ambiental, como la falta de agua, viviendas precarias y educación sexual, sobre todo en las mujeres de bajos ingresos, como la dificultad para acceder a estos productos, son los pilares que se tienen en cuenta a la hora de analizar las consecuencias que generan en la salud de las personas que menstrúan su déficit o ausencia.

Como parte de la movilización de las mujeres, temas que se viven de forma individual también se convirtieron en parte de la agenda visibilizando las desigualdades que puede significar para las mujeres. ¿Estos productos son accesibles para todos? ¿Qué pasa con aquellas personas que no pueden comprar toallitas, tampones, o ahora la copa menstrual?

En este sentido en el año 2018 la plataforma Netflix puso en su catálogo un documental “Period. End of sentence” que muestra a mujeres de Hapur, un pueblo rural en la afueras de Delhi, en India, donde relatan sus vivencias, algunas muy tímidamente, sobre la menstruación y que les sucede cuando llegan “esos días”. Lo destacable del corto es el relato de cómo la llegada de una máquina para armar toallitas femeninas, no solo les sirva a muchas para salir de sus casas por primera vez a trabajar, sino la forma en que las organiza y comienzan con la producción y distribución a bajo costo de toallitas en el pueblo. Es notable como el diálogo entre las propias mujeres logra que aquellas que estaban recluidas comiencen a usar estos protectores.

Campaña MENSTRUACCION

En nuestro país esta campaña la lleva adelante el colectivo Economía Feminita cuyo objetivo es visibilizar que la menstruación es un factor de desigualdad tomando como referencias la brecha salarial, la carga a la hora de distribuir las tareas de cuidado, como otros temas de género. Esta campaña fue y es acompañada por referentes de distintos espacios políticos mediante proyectos que se presentaron en el Congreso y en legislaturas municipales o provinciales.

Los objetivos de la campaña son tres. En principio que se elimine el I.V.A. de los productos utilizados durante la menstruación, ya que aunque sean considerados de “tocador” o de “belleza”, se trata de elementos de primera necesidad. Luego la provisión gratuita en escuelas, cárceles, universidades, hospitales y otros espacios comunitarios. Y por último la investigación y elaboración de datos que permitan elaborar políticas públicas adecuadas para este tema.

En alrededor de un 58% de los hogares del país hay al menos una persona menstruante en edad reproductiva. Se estima un costo por persona por año si utiliza toallitas $3.646 y de $4.022 si utiliza tampones. Un dato a tener en cuenta es que la mitad de las mujeres en nuestro país gana menos de $17.900 por mes, sin contar aquellas que solo reciben el IFE.

Durante el año 2019 el 64% de las personas menstruantes no pudieron pagar los suministros de higiene menstrual necesarios.

El problema más grave de no poder acceder a estos productos no solo afecta al desarrollo de la vida cotidiana, sino a la salud.

De acuerdo a una publicación de Economía Feminita “información recabada por el Banco Mundial, estima que a nivel global niñas y jóvenes pierden entre el 10 y el 20 % de los días de clase por causas relacionadas con la menstruación.” Esto sin dudas es un primer escalón hacia la desigualdad.

Luego, en nuestro país, la falta de dinero para comprar estos productos lleva a reemplazarlos por telas, trapos o pañuelos. Estas prácticas poco sanitarias como única alternativa para contener el ciclo menstrual aumentan las posibilidades de contraer una infección.

Entrega gratuita de productos de gestión menstrual

En febrero de este año, a través de una ley,en Escociael acceso a productos de gestión menstrual es gratuito para todas las personas que lo soliciten. Para que esto suceda están disponibles en lugares públicos como centros comunitarios, clubes y farmacias.

Es importante mencionar que Escocia ya había avanzado en una primera etapa al entregar estos productos a mujeres de bajos recursos. Ese puntapié inicial generó que luego el Parlamento aprobara la ley para el total de mujeres.

En nuestro país, la ciudad de Santa Fe ya cuenta con una ordenanza municipal para que se entreguen toallitas absorbentes descartables, para los sectores de bajos ingresos, y en una etapa posterior la iniciativa establece que se avance hacia otros productos como tampones, toallitas de materiales lavables y copas menstruales. Otro municipio que aprobó la entrega gratuita para personas de sectores populares, es Morón.

En el año 2018, en un trabajo conjunto entre Economía Femini(s)ta y legisladores del PTS en el Frente de Izquierda, se presentó en la legislatura porteña un proyecto de ley para que el gobierno de la Ciudad garantizara de manera gratuita la entrega de los productos de gestión menstrual, es decir “todo elemento de contención utilizado durante la menstruación tales como toallas higiénicas (descartables o reutilizables), tampones, copas menstruales, esponjas marinas, ropa interior absorbente y todo otro accesorio para la higiene relativa al ciclo menstrual que en el futuro se desarrolle".

Este proyectofue presentado en la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud, que en ese momento integraba la diputada por el PTS en el Frente de Izquierda, Myriam Bregman.

Tanto en ese momento como en la actualidad, el avance en leyes o instrumentos legales que obliguen al Estado a garantizar estos productos es dispar y lento.
La falta de acceso a los productos de gestión menstrual, productos que son de cuidados básicos constituyen un factor más de desigualdad que no puede seguir siendo ignorado.