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Red Internacional
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REPRESIÓN SOCIAL. Protestas en El Callao por abusos y atropellos del Ejército

Los pobladores del sector minero de Nacupay y El Perú, en El Callao, denuncian abusos y atropellos por parte de efectivos de la Brigada 51 del Ejército Nacional.

Miércoles 25 de enero de 2017

Una vez más los ánimos se caldearon por parte de la población en El Callao, al sur del estado Bolívar, producto de la situación intimidante y de atropellos por parte de los militares de la Brigada 51 del Ejército Nacional, lo que deja en evidencia el descontento por parte de los pobladores con los efectivos militares.

Según lo denunciado por habitantes del sector minero de Nacuapay, este martes los militares colocaron un punto de control cerca del colegio Colinas de Nacupay. Estos estaban encapuchados, con armas visibles y con dos vehículos apostados en el lugar, situación que asustaba a los niños del plantel.

Esta situación generó temor entre las docentes y estudiantes del colegio donde se imparten clases desde primero hasta sexto grado. Según lo denunciado, una de las maestras decidió ir a conversar con los más de tres integrantes del Ejército que estaban en el sitio para que reubicaran el punto de control, situación que causo tensión entre la profesora y los militares pues éstos insultaron a la maestra, así como la negativa de no moverse del lugar. Por lo que en el colegio decidieron suspender las clases y enviar a los estudiantes a sus casas.

Las familias alegan que las medidas de los castrenses son meras técnicas de intimidación, que ya han surtido efecto por lo que el temor está presente en la población. Constatándose los abusos por parte de los militares como uno de los mecanismos de ejercer control social sobre las comunidades.

De igual forma denuncian que desde la semana pasada , los integrantes del Ejército han ingresado a varias casas de los pobladores alegando que dentro de ellas “hay delincuentes viviendo o escondiéndose de la justicia”, pero en verdad lo que hacen son atropellos y abusos ya que los militares “dejan las puertas rotas, pero no se llevan a nadie detenido porque saben perfectamente que es mentira eso que ellos dicen”.

Los miembros de las comunidades sostienen que lo que hacen los militares es atemorizar a la población por lo que exigen que los atropellos, intimidaciones y abusos deben cesar por parte del Ejército.