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Red Internacional
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Aborto legal. ¿Qué es el misoprostol? De un tratamiento para úlceras a un medicamento seguro para abortar

Junto con la marea verde, en la que el derecho al aborto tomó fuerza como demanda, también se popularizó el uso del misoprostol para abortos en casa.

Joss Espinosa

Joss Espinosa @Joss_font

Martes 12 de julio de 2022

A la par del ascenso de las movilizaciones de mujeres a nivel internacional la demanda por aborto ha tomado fuerza. Con ello también se popularizaron las imágenes, manuales, acompañantas, para abortos en casa con medicamentos. De ahí la popularidad del medicamento misoprostol (miso); sin embargo, esta medicina no fue pensada como un tratamiento abortivo ¿Cómo llegó a ser usado para abortar?

Hay dos métodos principales para practicar abortos, de forma quirúrgica —que implica una operación para extraer al producto del útero, sea por aspiración o dilatación y evacuación—, y con medicamentos. En el caso de aborto por medicamentos suelen utilizarse la mifepristona y el misoprostol. Organismos de salud como la OMS o la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) señalan que, de no tener acceso a la mifepristona, el procedimiento puede realizarse solo con misoprostol.

El misoprostol es un medicamento creado por la farmacéutica Searle en 1973, desarrollado para tratamiento y prevención de úlceras gástricas. En la década de los 80s, fueron las mujeres de escasos recursos quienes dieron cuenta que dicho medicamento inducia el aborto, algo que comenzó a ser informado de persona en persona. Esto sobre todo en Brasil como una salida ante la penalización del aborto en dicho país, las mujeres comenzaron a recomendarlo aprovechando que el mismo se vendía sin receta médica.

Esto se popularizó en América Latina, sobre todo en los países en los que estaba penalizado. Años más tarde en 1987 en Francia, se desarrolló la mifepristona específicamente para la interrupción del embarazo, y se comprobó que su uso junto al misoprostol era una forma eficaz (del 95 al 98 %) para inducir abortos.

La mayoría de los abortos que se realizan actualmente son con medicamentos. Y se ha registrado que dicho procedimiento ha permitido que más mujeres puedan acceder a este derecho, además de que ha reducido drásticamente la mortalidad y complicaciones en abortos clandestinos. Pero para esto es necesario la despenalización del aborto, además de más información en torno al procedimiento.

¿Cómo funciona?

El misoprostol es un análogo semisintético de la prostaglandina E1, una sustancia que es propia de nuestro cuerpo, las prostaglandinas son sustancias que liberan algunas células y tienen distintos efectos sobre los tejidos del cuerpo. La prostaglandina E1, además de fungir como protector gástrico (por ello empleado en úlceras gástricas), a nivel del útero genera contracciones y además de dilatación cervical. Esto permite la expulsión del producto.

La mifepristona bloquea la producción de progesterona, misma que el cuerpo emplea para continuar con el desarrollo del producto del embarazo. Por ello se recomienda para mayor efectividad, hacer una toma de mifepristona y 24 o 48 horas después iniciar con el esquema de misoprostol.

Luego de la popularización del uso de medicamentos para abortar, organizaciones de salud han elaborado manuales específicos para el aborto de forma segura. Incluso en las clínicas de Interrupción Legal del Embarazo en la CDMX, la mayoría de los abortos son realizados con este método.

¿Por qué seguir con la demanda de legalización del aborto?

A partir de la popularización de este método, algunos sectores han sugerido que basta con despenalizar el aborto para que las mujeres que se lo realicen con medicamentos en casa no sean penalizadas.

Sin embargo, es importante señalar que, por un lado, a partir de la extensión del uso del miso, han comenzado a haber trabas para acceder al mismo, aunque no esta indicado que requiera receta para comprarlo en México.

Por otro lado, aunque es mucho más barato que un aborto quirúrgico, no deja de ser poco accesible para mujeres y personas gestantes pobres y trabajadoras. Su costo ronda entre 300 y 600 pesos dependiendo el establecimiento, lo que equivale a de 1.7 a 3.4 salarios mínimos.

Por ello, consideramos que, para que realmente el aborto sea un derecho garantizado para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, este debe ser legal, seguro, libre y gratuito en todas las clínicas y hospitales del país; además de que eso este de la mano de garantizar educación sexual integral, para el libre acceso a esta información y acceso a anticonceptivos gratuitos. En esta perspectiva es que desde Pan y Rosas junto a otras organizaciones impulsamos la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal.