El primer foco surgió este martes y ya se quemaron 200 hectáreas. Alba Ale, jefa de Guardaparques, denunció que el foco fue intencional. La destrucción de este bosque nativo no es algo nuevo. El primer proyecto inmobiliario es de 1994.
Jueves 10 de septiembre de 2020 15:40
La situación es grave, ya que se quemaron de manera intencional 200 hectáreas, que incluyen partes del bosque nativo junto a pastizales secos de la zona y humedales. Ambientalistas vienen denunciando hace años la avanzada de intereses económicos en el área y reclaman de manera urgente que la Municipalidad intervenga para apagar vía aérea los focos de incendios.
El primer foco surgió este martes 8 de septiembre en el bosque ribereño del río, entre la 63 y Arroyo Baldovino. La jefa de guardaparques Alba Ale en una entrevista con la izquierda diario denunció que ese foco fue intencional.
❗Se incendian los humedales en Hudson • Alba, guardaparques del Pereyra Iraola: "Aparentemente son focos intencionales". #ArgentinaEnLlamas #LeyDeHumedalesYa https://t.co/49eTVydQN0 pic.twitter.com/pqwCH939jx
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Bomberos y guardaparques apagaron varios focos, pero quedó uno activo y en la noche se extendió hasta el día miércoles al camino del río.
Segundo día de incendios descontrolados en los humedales de Hudson: los focos son intencionales.
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Desde el martes, hay varios focos activos de incendios en los humedales de Hudson. En el lugar trabajan bomberos voluntarios que, aunque hacen todo su esfuerzo por apagar los focos, les es imposible por los lugares inaccesibles donde están localizados. La única manera de acceder a ellos es por aire. Este miércoles solo un helicóptero a bomba trabajó en el lugar.
La destrucción de humedales no solo afecta a la flora y a la fauna autóctona del lugar, sino que estos funcionan como filtros naturales para las napas de donde consumimos el agua, y ayudan a que las zonas aledañas no se inunden.
Es urgente que las autoridades declaren la zona ribereña de Hudson como reserva natural, reclamo que vienen llevando a cabo organizaciones ambientales hace años ya que, al no estar protegido, los negocios inmobiliarios en la zona vienen destruyéndolos con desmontes, sanilización de los suelos y hasta rellenos en las lagunas.
La destrucción del bosque nativo de Hudson no es algo nuevo. El primer proyecto inmobiliario fue Beccar Varela en 1994, cuando el municipio de Berazategui -presidido en ese entonces por el actual intendente Juan José Mussi (Frente de Todos), vendió casi 400 hectáreas del bosque ribereño para la construcción del barrio cerrado Puerto Trinidad.
En 2010 el municipio inició obras de acceso a la costa de Hudson, cortando la normal circulación de las aguas del Arroyo de grande hacia el Arroyo Badovino, impidiendo así la irrigación de los humedales y el bosque el ribereño. A su vez inició la construcción de un murallón de casi 4 metros de altura y un camino costero para facilitar el ingreso a Puerto Trinidad.
Al año siguiente se dio inicio al megaemprendimiento Pueblos del Plata, con cuatros barrios cerrados, ocasionando desmonte ilegal sobre áreas protegidas. Este megaproyecto es propiedad de Toribio Achaval y Caputo y hnos.
Años después, Crystal Lagoon, perteneciente al Grupo Monarca, y Enrique Basala logran la aprobación del municipio de Berazategui para urbanizar la zona entre la 63 y arroyo Baldovinos, zonas categorizadas como amarillas por la ley de bosques de la provincia. Esto no impidió que los proyectos avancen con complicidad de la municipalidad autorizando excavaciones y rellenos.
Todas estas obras en el área provocaron que una de las empresas constructoras de estas inmobiliarias perforara una napa subterránea, provocando la salinización de los suelos y el secado de los árboles para poder continuar los emprendimientos inmobiliarios. Esto se pudo comprobar a través de un estudio de 2018 que realizó el Instituto de Limnología Dr. Raúl A. Ringuelet, del Conicet La Plata.
Al día de hoy los humedales y el bosque nativo que quedó en Hudson siguen ardiendo, mientras los empresarios responsables y las autoridades cómplices, tanto de la Municipalidad de Berazategui como del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) que aprobaron estos proyectos destructores sobre el medioambiente estas últimas décadas, se encuentran impunes.