Entrevista. ¿Qué pasa en Puerto Viejo? Violencia hacia las mujeres es normalizada

LID: ¿Cuál es la situación con respecto a la violencia hacia las mujeres en la zona?

Unidas Talamanca: Siempre se dan casos de agresiones sexuales. La mayoría de las veces las denuncias son informales, casi nunca llegan a ser formales. Por ejemplo, con los casos de violación en grupo que sucedieron a inicios del año, no hay ningún imputado, nadie sabe nada y nadie habla de eso ya. Muy preocupante. En uno de los casos estuvo involucrado un conductor de tuk tuk [vehículos utilizados para transporte de turistas], y aunque solo hay 30 tuk tuks, no se sabe nada.

Luego de ese caso, los tuk-tuk ahora ya se han organizado, cada uno de ellos tiene un número para poder identificarlos. También se han acercado a nuestra agrupación y se han hecho presentes en las marchas. Hay casos aislados de violencia y violaciones en las últimas semanas, en los últimos meses. Hay un caso que fue denunciado formalmente, pero la mayoría no lo hacen.

También los casos de chicas que han drogado en los bares. Con la pandemia se había reducido un poco, pero ya ha estado aumentando, son casos que se han dado en las últimas semanas. Estos casos se ven como algo muy normalizado en la zona, también el hecho de echar la culpa a las turistas por “emborracharse”, pero eso no es una excusa ni es cierto. Necesitamos informar a la población de lo que está pasando, que es una problemática real, en lugar de ocultarlo. Que los mismos bares pongan información para cuidarnos en comunidad.

LID: ¿Han enfrentado alguna situación difícil por visibilizar la violencia hacia las mujeres?

Unidas Talamanca: Algunas de nosotras hemos enfrentado amenazas indirectas. Nos meten cosas en las bebidas. Nos enjachan. Nos mandan solicitudes de Facebook a nuestros perfiles personales todos los días, los eliminamos y nos vuelven a mandar la solicitud. Una compañera terminó intoxicada, vomitando, hasta el punto de tener que ir a la clínica.

LID: ¿Qué ha pasado con el INAMU?

Unidas Talamanca: El INAMU estuvo involucrado hasta marzo. Sucedió que el INAMU venía queriendo instrumentalizar nuestro grupo. Por ejemplo, quería que fuéramos nosotras quienes les organizáramos el acto oficial para el 8M acá, con lo que muchas de nosotras no estábamos de acuerdo y protestamos en contra; no queríamos trabajarle al INAMU, pensábamos que ese, la vía institucional, no era el camino.

Luego del traspaso de poderes se desvincularon totalmente, así que otra vez estamos sin el apoyo del INAMU. Por nuestra parte, nosotras intentamos organizarnos como comunidad.

Nosotras habíamos logrado con nuestra organización a inicios de año, que hubiera atención del INAMU en Puerto Viejo y que se informara a la población. Esa había sido una de nuestras demandas. Logramos que se atendiera en la zona 2 veces a la semana. Pero ahora se va a atender solamente 2 veces al mes y esto ni siquiera nos lo avisó el INAMU personalmente, nos dimos cuenta por otro medio. Es preocupante, porque sabemos que el servicio se necesita y había estado siendo usado.

LID: ¿Cómo se han venido organizando?

Unidas Talamanca: Hemos venido trabajando en la línea de crecer como agrupación. Queremos que Unidas Talamanca sea un movimiento más grande, que surja de nosotras mismas, de la misma comunidad que es diversa, que la comunidad se pueda identificar con el grupo, y así poder parar la complicidad del pueblo por miedo a hablar, para evitar estos casos y que la palabra “feminista” deje de ser una ofensa, una mala palabra.

Pronto estaremos organizando una actividad junto con Pan y Rosas en la zona, para que sigamos organizándonos y visibilizando la violencia de género, además de pensar salidas para combatir la violencia estructural.

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Desde Pan y Rosas Costa Rica nos sumamos a la denuncia de los casos de agresiones sexuales en la zona. Sabemos que no son casos aislados, sino que es un problema estructural frente al que tenemos que organizarnos para poner cada una de nuestras demandas. El nuevo gobierno ya le ha dado la espalda a las compañeras, por lo que no podemos depositar la confianza en las instituciones del estado, sino en nuestra propia organización y lucha.

Parte de las demandas que tenemos que pelear en conjunto deben ser la creación de refugios para víctimas de violencia de género, creación de centros de atención gratuitos y de calidad para las mujeres que han sido víctima de violencia, donde exista una contratación masiva de trabajadores y trabajadoras de distintas áreas, cuyo centro esté bajo su control y que logre cubrir las necesidades de las mujeres y familiares de la zona. Además de demandar contratación con jornada laboral de 6 horas para repartir el trabajo entre ocupados/as y desocupados/as.

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