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El Círculo Rojo. Producciones infantiles y géneros: ¿hay cosas “para nenas”?

Las vacaciones de invierno marcan la temporada alta de producciones para el público infantil. Nuevas historias y clásicos inoxidables. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos FM 89.9.

Celeste Murillo

Celeste Murillo @rompe_teclas

Viernes 22 de julio de 2022 01:41

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· Hay ofertas variadas y más accesibles como teatro independiente y música (donde las alternativas se multiplican y escapan más al monopolio de las películas).

· En el “mercado infantil” hoy hay muchas opciones, pero algunas pocas circulan mucho, sobre todo en formato audiovisual.

· Acá también hay grietas: a favor y en contra de los clásicos, solo ver alternativas, dejar de ver Disney o Pixar.

· Pero los contenidos de grandes empresas o plataformas circulan masivamente, más allá de nuestro gusto o de nuestra mirada adulta. Por eso vale la pena reflexionar y conversar sobre esas cosas.

Rosa y celeste

· Como todas las producciones culturales, las infantiles contienen y reproducen estereotipos, conductas deseables según los valores de nuestra sociedad.

· Entre esos estereotipos, los roles de género están muy presentes. Incluso cuando hay varios debates (como en Argentina, sobre el reconocimiento de las personas no binarias o el lenguaje inclusivo), las producciones infantiles siguen siendo terreno fértil para esas imágenes. Se organizan en dos grandes grupos: “para nenas” y “para nenes”.

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· Pasan dos cosas a la vez. Por un lado, en las producciones hay representaciones de “cómo es una mujer” y “cómo es un varón”. Por otro lado, el público espera, porque está entrenado ya, cosas distintas según el género.

· Si en la sociedad los roles de género no tuvieran importancia, si no dijeran algo sobre cómo nos relacionamos, las películas no le hablarían a nadie y no tendrían repercusión o popularidad. Es decir, la industria audiovisual no está actuando de forma unilateral. Existe, aunque no es lineal, un ida y vuelta.

· Por ejemplo, la mayoría del público de las películas de princesas son niñas, no porque solo les interese eso. ¿Hay niños que disfrutan las películas y cantan sus canciones? Sí, pero todo lo que pasa alrededor de las princesas está pensado para un público femenino. ¿Hay varones que participan? Siempre, pero si recorremos hoy la calle Corriente no vamos a ver muchos usando disfraces de princesas o tiaras.

· Algo parecido pasa con los juguetes, ya lo conocemos. Los mini electrodomésticos son color rosa y los muñecos de bebés suelen estar en la sección “para nenas” de la juguetería. Los juguetes “para nenes” tienen un guión más amplio: aventuras, aire libre, el espacio y más allá (con sus propios problemas y preguntas).

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Un pequeño campo de batalla

· Aunque funcionan las líneas de género, las producciones culturales hacen acuse de recibo de algunos debates actuales. Aun cuando genere algún problema o roce para las empresas, porque les interesa seguir vigentes. En definitiva, buscan mantener (y si es posible, extender) sus audiencias.

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· Hoy las películas infantiles ampliaron sus temas (como Minions o Encanto), hablan de cosas que están en discusión (Red) pero también se reciclan los clásicos una y otra vez.

· La evolución de las princesas de Disney es un gran ejemplo. La última generación de princesas se parecen poco a Cenicienta o Blancanieves, sobre todo porque casi no hay princesas que esperen a que algo suceda. Hoy son protagonistas de sus historias como Mulán, Mérida en Valiente o Elsa en Frozen. Hay varios cambios pero el relato de las princesas sigue siendo muy parecido.

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· Incluso en historias como Madagascar o Toy Story, donde casi no hay personas, las representaciones de género están muy presentes. Nadie duda que Gloria es una hipopótama o que Alex es un león y no al revés. Entre los juguetes de Andy en Toy Story, pasa algo parecido y a veces es explícito, como la Pastorcita que evoluciona al ritmo de muchos debates feministas durante la saga. Los reconocemos porque sus comportamientos tienen equivalentes en los roles de género de la sociedad.

· La industria cultural infantil sigue siendo territorio de prejuicios y estereotipos. Y aunque hay novedades y alternativas, algo que dijo la escritora Virginia Woolf sobre la literatura en 1929 sigue siendo verdad para muchos cuentos y películas infantiles:

· “Todas esas relaciones entre mujeres, pensaba, y evoca rápidamente la galería de personajes ficticios, son demasiado simples... E intenté recordar algún caso entre mis lecturas, donde las mujeres estuvieran representadas como amigas. Pero ellas son ahora, y lo fueron siempre, madres e hijas. Casi sin excepción se las muestra debido a la relación que tienen con los hombres”.

· La novedad más interesante es que cada vez hay más películas, cuentos y canciones (me recomendaron muchas cosas, dos que se repitieron son Canticuenticos (una banda de música infantil) y Cuentos Feroces (con cuentos nuevos y reversiones muy divertidas de clásicas leídas en nuestro tiempo).

· Pero sobre todo, que entre las chicas y chicos que miran, leen y escuchan hay muchos que están pensando otras historias.


Celeste Murillo

Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.

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