Afirmó el presidente que es necesario hacer una reforma porque con el régimen actual los trabajadores pierden. Señaló que no es para meter miedo ni quitar las afores y que está abierto a escuchar a los distintos sectores, es decir, patronales, afores y burócratas sindicales.
Viernes 12 de junio de 2020
López Obrador sostiene que existe el riesgo de que los trabajadores jubilados ni siquiera lleguen a un salario mínimo como pensión, aunque según él, esto se sentirá más luego de 2024, ya pasado su gobierno.
La derecha se agita y teme la desaparición de las afores, una alcancía para financiar a la iniciativa privada y los fondos de inversión con los ahorros de los trabajadores para el retiro. Pero las afirmaciones de AMLO, aunque parten de considerar un problema real, no van en ese sentido.
“Aun cuando esto no nos va a afectar tanto a nosotros (en su administración) porque empezará a ocurrir en menor proporción en 2024, pero en el siguiente gobierno y el que sigue tendrán un problema gravísimo. Problema que se soslaya, estalla. No lo entendieron así algunos medios que dijeron que íbamos a cambiar las reglas e iba a afectar a las administradoras… no es para meter miedo”, declaró durante la conferencia mañanera de este viernes 12 de junio.
López Obrador criticó a los “tecnócratas” que implementaron la reforma que se llevó a cabo en el gobierno del priista Ernesto Zedillo, por “no contemplar que los trabajadores iban a perder en vez de ganar.
Hasta ahora se plantearon distintas alternativas de parte del partido gobernante. La última fue la iniciativa de Mario Delgado, quien ante la crisis económica propuso que los trabajadores que se quedan sin empleo puedan retirar 13,308 pesos en una sola emisión o en cuatro mensualidades de 3,327 pesos.
Previo a eso, diputado Edelmiro Santiago Santos Díaz, del Morena, propuso una reforma a la ley de los Sistemas del Ahorro para el Retiro (SAR), con el fin de que el Banco del Bienestar administre los recursos que hoy se están en las Administradoras de Fondos para el Retiro (afores). El proyecto contempla la desaparición de las 10 afores que actualmente operan.
A su vez, en octubre de 2019, Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda, afirmó que con el fin de que los trabajadores puedan retirarse con una pensión justa, es necesario aumentar la contribución.
Su propuesta para esto fue aumentar la edad jubilatoria, algo que en su momento el presidente rechazó, pero que expresaba el golpeteo persistente de la derecha, las afores y las trasnacionales para que los trabajadores destinen más de sus magros salarios para el aporte a las afores, y que se extienda la edad jubilatoria hasta la muerte de quienes con su trabajo generan toda la riqueza.
Cómo resolver la crisis de las pensiones a favor de los trabajadores
Ninguna de las propuestas emanadas del gobierno de López Obrador o de los funcionarios del Morena resuelve el hecho de que, según datos de la OCDE, la aportación en México no rebasa el 6.5% del salario base, lo cual trae como consecuencia que, cuando el trabajador se retire, sólo reciba el 26.4% de su último salario.
Y eso para los afortunados que acceden al sistema de pensión, pues los trabajadores del sector informal o quienes están empleados bajo contratos de simulación laboral, por honorarios, como mucho en el sector estatal, no tienen el ahorro para el retiro como parte de sus prestaciones laborales.
Ninguna de las propuestas dadas a conocer hasta ahora cambia de fondo el problema de que con el sistema individual, los ahorros para las pensiones se utilizan para que fondos de inversión especulen y se enriquezcan mientras las jubilaciones se reducen cada vez más.
Para garantizar pensiones dignas para todas y todos los trabajadores al final de su vida laboral, es necesario que todas y todos los trabajadores tengan derecho a una pensión que cubra sus necesidades básicas -incluyendo alimentación, vivienda, vestido, calzado, salud y esparcimiento- que hoy asciende a unos 16 mil pesos por mes.
Es necesario que quienes laboran en el sector informal o quienes laboran bajo los mencionados contratos de simulación cuenten con esta prestación, tengan salarios que satisfagan las necesidades básicas de sus familias y que sus empleadores realicen los aportes para la pensión.
Es de primer orden volver al sistema de reparto, que los aportes de los trabajadores en activo se utilicen para financiar las pensiones de quienes ya están retirados, pero que sean administrados por los mismos trabajadores, con el asesoramiento de profesionistas como actuarios, contadores y administradores que no estén comprados ni por las empresas ni que estén al servicio del gobierno. Esa es la única forma de terminar con la corrupción.
Crisis de las pensiones de cara a la pandemia: desfalco a la clase trabajadora
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