El pasado 8 de marzo vimos la potencia de miles de mujeres que marcharon por el centro de la ciudad hasta la joroba del puente internacional Santa Fe. Esta importante movilización nos lleva a preguntarnos ¿qué sigue para el movimiento de mujeres? En una de las ciudades más violentas y cuna del feminicidio.
Lunes 20 de marzo de 2023
En el marco del Día Internacional de la mujer, miles de mujeres atendieron la invitación a una marcha independiente, transincluyente y mixta, para reivindicar la lucha de mujeres obreras que pelearon por mejores condiciones laborales y salarios dignos para la clase obrera; y para denunciar la ola de feminicidios que continua en el país y en particular en la ciudad.
Es bajo un aumento brutal del feminicidio y de desaparición forzada de mujeres jóvenes en Ciudad Juárez que se da esta grande movilización. Familiares de víctimas marcharon junto con organizaciones y colectivas de mujeres, mostrando el hilo de continuidad de madres y padres que han luchado históricamente en la ciudad por justicia para sus hijas.
La militarización de la ciudad junto con el aumento de la criminalización de las y los migrantes sólo ha fomentado un aumento de la violencia estructural contra la clase obrera, pues no permite que se conforme un movimiento masivo en las calles que peleé contra el acoso laboral, por mejores condiciones laborales y contra la carestía de la vida. Una política que inició en sexenios pasados, y que ahora es profundizada por la 4T de la mano de la Guardia Nacional.
Aunque Ciudad Juárez ha sido referencia de lucha contra el feminicidio, con las madres a la cabeza, también lo cierto es que es ahí donde las ONG y las instituciones hacen la labor de desviar todo ese descontento, cortando con el filo más combativo de dichas protestas que señalaban la responsabilidad del Estado en los casos de feminicidio. Es por eso, que, es muy importante que de nueva cuenta surja un movimiento amplio de mujeres, con una convocatoria unitaria e independiente del gobierno y sus instituciones.
Por contingentes mixtos y transincluyentes
Uno de los debates que rodeó la organización de la marcha 8M en Ciudad Juárez fue sobre si la marcha debía ser mixta. Desde Pan y Rosas en Ciudad Juárez creemos que la lucha por la defensa de nuestros derechos la tendremos que dar codo a codo con nuestros compañeros, pues la explotación y opresión en las líneas de producción no hace reparo en cuestiones de género, pero si son a los sectores de trabajadores y mujeres pobres a los que más golpea la dupla capitalismo-patriarcado.
La pelea contra el sistema capitalista le debe atañer a mujeres, hombres y comunidad LGBTIQ+, pues es sobre la opresión y explotación que descansan las ganancias de los grandes capitalistas. Claro ejemplo de ello es como el feminicidio y redes de trata afectan más a las mujeres trabajadoras y a las jóvenes, estudiantes de sectores populares. Hacemos hincapié en la independencia del movimiento de mujeres, del estado, sus gobiernos e instituciones.
La historia nos ha mostrado que han sido estas estructuras las que por años han lucrado con las demandas de las mujeres para acarrear agua a sus molinos; además, resulta conveniente para estas mismas estructuras del poder, que se sigan desarrollando y profundizando fenómenos como el feminicidio, la desaparición forzada y las redes de trata, pues son eficientes como métodos de contención de un potente movimiento de mujeres combativo y en las calles.
Por ello, hacemos un llamado unitario a la organización política contra la militarización y el feminicidio, con independencia de clase, donde peleemos por los más elementales derechos para las mujeres y la clase trabajadora.
