A propósito de los dichos de Macri.
Jueves 25 de agosto de 2016 09:02
Mauricio Macri pidió que los empleados no pongan “palos en la rueda” a las empresas, y llamó a trabajar “en equipo”. “Entendemos que si se hace trampa al sistema, se fuerza un ausentismo, se inventa un juicio, se pone un palo en la rueda y le complica la vida a todo el resto de la sociedad”. Y añadió: “Es fundamental que esta nueva etapa de cambio, entendamos de una vez y para siempre que somos todos un mismo equipo.
Con estas palabras sigue quedando claro para quién juega este gobierno, siempre el hilo se corta por lo más fino, ya que esa petición de que sean los trabajadores los que tenemos que colaborar siempre con los empresarios se repite una y otra vez en momentos de ajuste, despidos, de bajos salarios.
Es una gran mentira la que nos quieren hacer creer, nos quieren meter en la misma bolsa a todos y no es así. Se trata de patrones y de trabajadores, son dos sectores con intereses que se chocan una y otra vez y sólo la relación de fuerza es la que define quién gana.
Nos dicen que tenemos que colaborar, dejando de cobrar como corresponde, cediendo derechos que se han conseguido con la lucha, teniendo una salud y educación cada vez peor y todo eso porque hay que hacer un esfuerzo y cada día estaremos mejor.
Y claro, porque ellos, los patrones, los ricos para los que gobiernan no tienen este problema, porque con dinero ellos compran absolutamente todo.
¿De qué habla el presidente cuando se refiere a hacer trampa, de tener empresas offshore? ¿De inventar fundaciones para no pagar impuestos? ¿De estar de los dos lados del mostrador como muchos de los funcionarios de este gobierno que ponen los precios y luego cobran las ganancias?
No, no, no. El presidente se refiere a no faltar por enfermedades que las mismas condiciones de trabajo nos causan, basta de hacer juicios por hernias de disco que nos dejan con nuestras espaldas rotas sin poder conseguir otro trabajo, basta de quejarnos para que nos den un refrigerio de calidad, basta de reclamar que tiene que haber ambulancia y servicio de emergencia en todos los lugares de trabajo y ni que hablar de pedir un salario al costo de la canasta familiar.
Hace muchos años la esclavitud era legal, había patrones dueños de tierras que vendían y compraban seres humanos para enriquecerse haciéndolos trabajar sin ningún tipo de derechos. Eso ya fue, los esclavos se revelaron y con la lucha lograron sacarse las cadenas y convertirse en hombres libres. Consiguieron derechos que hasta el día de hoy tenemos.
Es por esto que el presidente y su gobierno deberán entender que los trabajadores sabemos de lo que hablamos cuando nos quejamos, cuando faltamos, porque somos trabajadores que hacemos rodar la rueda, que ponemos las fábricas a producir, que conocemos de las verdaderas necesidades del pueblo que sufre cuando se queda sin trabajo, sin donde dormir y sin poder comer. Es fácil para este gobierno hablar de algo que nunca hicieron: trabajar.
Hoy hay muchos ejemplos recientes que muestran cómo los trabajadores pueden enfrentar crisis con cierres de fábricas, como se puede luchar contra multinacionales que se llenan de dinero alrededor del mundo.
Ahí están los trabajadores de las fabricas recuperadas como Zanon y Madygraf, o como los trabajadores de Kraft y Pepsico, que han luchado en contra de estas multinacionales, y ni que hablar de los trabajadores de Lear que lucharon contra los despidos.
No se confundan tratándonos como esclavos, no se crean ganadores porque cuentan con la complicidad de los grandes sindicatos plagados de burócratas, porque cuando los trabajadoras y trabajadores entiendan profundamente que sólo pueden confiar en sus propias fuerzas, la tortilla comenzará a darse vuelta como dice la canción.