Afecta a miles de usuarios en cuarentena obligatoria, entre ellos a población de riesgo. Esta situación se suma a la falta de equipamiento en los hospitales y de test para la detección temprana. Para las privatizadas la vida vale menos que las ganancias.
Viernes 20 de marzo de 2020 17:43
El corte masivo se está dando en una importante zona del oeste del distrito. Los vecinos denuncian que hay mucha población de riesgo afectada, como ancianos y personas con enfermedades respiratorias.
Muchísimos abuelos que se encuentran en cuarentena denuncian que la situación conlleva que por la falta de energía no puedan preservar las provisiones que sus familiares les dejan en la puerta y estén incomunicados por falta de Wi-fi.
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En medio de la cuarentena obligatoria exigen respuestas a Edesur y al gobierno y anunciaron que saldrán a la calle si no hay una solución urgente.
Esta realidad que hoy están viviendo miles de vecinos en el distrito se suma a qué en los últimas semanas tampoco se han equipado de forma sería los hospitales con respiradores y camas y tampoco hay test masivos de detección temprana.
Mientras en la población reina la incertidumbre y la obligatoriedad de quedar confinado en los domicilios ni el gobierno ni las privatizadas de los servicios públicos garantizan condiciones básicas para la población.
Claramente, sin estás medidas mínimas de inversión en el sistema de Salud, en insumos tan necesarios como los test y en la infraestructura, la cuarentena obligatoria que decreto el gobierno se transforma en una situación insostenible que solo generará abusos de parte de las fuerzas de seguridad.
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Las privatizadas no pueden seguir controlando de esta manera servicios públicos esenciales para la población, mucho más en el marco de una historia crisis sanitaria y económica que amenaza con castigar duramente a los trabajadores y a los sectores mas vulnerables.
Las empresas de electricidad, gas y combustibles esenciales deben ser nacionalizadas de forma inmediata y controladas por sus trabajadores, técnicos de las universidades y comités de usuarios para poner toda la infraestructura energética al servicio de un verdadero plan para evitar que está crisis de descargue contra los trabajadores y sectores populares.
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