Rebelión Popular en Chile. Raúl Godoy en Antofagasta apoyando la lucha del pueblo chileno

En una concurrida jornada organizada por el Comité de Emergencia y Resguardo de Antofagasta, luego de 70 días de lucha y haciendo un llamado a un “2020 de victorias”, diversas organizaciones y dirigentes se hicieron presentes para dar sus palabras y apoyo, como los portuarios, profesores, secundarios, universitarios, pobladores, organismos de Derechos Humanos, brigadas de auxilio y más. Entre ellos estuvo el dirigente obrero argentino y ceramista de la Fábrica Sin Patrones Zanon, Raúl Godoy, quien trajo toda la fuerza y solidaridad desde más allá de la cordillera.

El obrero de Zanon, fábrica recuperada después de la crisis económica del 2001 en Argentina, y que desde esa fecha es gestionada por los trabajadores. El dirigente obrero felicitó la instancia como una muestra de que la juventud, las mujeres y los trabajadores no han bajado los brazos, a pesar de la cruenta represión por parte de las fuerzas policiales.

Además de venir a compartir en una lucha que también tienen los argentinos y también en los distintos países de América Latina, contra gobiernos saqueadores que son títeres del imperialismo norteamericano.

Destacó como fueron las y los estudiantes quienes hace dos meses pusieron la cara y el cuerpo, y lograron poner la agenda de lucha de todo el pueblo chileno, haciendo un llamado a no dejar solos a esas luchadoras y luchadores, a quienes han apresado, o perseguido, como el caso de Dauno Tótoro (PTR) a quien se le ha intentado procesar bajo "la ley de seguridad del estado" como a otros luchadores, y que por esto es muy importante el tomar la demanda de libertad y desprocesamiento de todos los que han luchado en estos meses, así como también el juicio y castigo a todos los responsables de las violaciones a los DD.HH.

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Fue claro en decir que: “Hay que insistir, ir y pelear para lograr esa unidad con los trabajadores en las fábricas, las mineras y los puertos, porque ahí está realmente la fuerza para quebrar la voluntad de los patrones y de estos gobiernos de patrones. También con la juventud que salió a las calles, pero golpeando donde más les duele, que es la producción, porque acá no se mueve nada sin los trabajadores, los bancos, el transporte, todo lo mueven los trabajadores, entonces esa es la fuerza estratégica que tenemos que conquistar, en los puertos, en las mineras, para dar vuelta esta historia.”

Godoy, quien fuera diputado provincial en Argentina por el Frente de Izquierda, siendo parte del PTS (partido hermano del Partido de Trabajadores Revolucionarios en Chile), destacó como durante todo el tiempo en cargos públicos cobraron el mismo sueldo que un profesor o profesora, y que todo el resto se puso al servicio de las luchas, destacando que las posiciones parlamentarias para el PTS son herramientas y puestos de lucha incesante al servicio de las movilizaciones por necesidades obreras y populares.

También señaló, que en su visita de hace un mes a Chile, se llevó el compromiso de difundir la lucha del pueblo chileno, logrando que la Legislatura de Neuquén se pronunciara por unanimidad en Solidaridad con la lucha que viene llevando adelante Chile, por la libertad de los presos políticos, por el fin a la represión policial y en repudio al gobierno de Piñera.

Por último, relevó el hecho de que hoy la lucha de clases vuelve a aparecer en escena en diversas partes del mundo, con un nuevo despertar de la juventud, de los sectores populares y de sectores de la clase obrera, con heroicas batallas en América Latina como en Ecuador, Chile, Colombia, en Centroamérica y también en Europa, como la huelga general en Francia, y que este escenario abre las puertas para la lucha en las calles con todos los sectores con convocatorias de las grandes centrales, como en Chile la CUT y la CONFECH, como también un escenario para plantear la necesidad de una organización internacional revolucionaria que se proponga ligar esas peleas a una perspectiva mayor, por la lucha por un gobierno de los trabajadores para liberarse realmente de la esclavitud a la que este sistema somete, en donde todos los recursos y servicios nacionales estén estatizados bajo control de las y los trabajadores para solventar y cumplir todas nuestras necesidades y expectativas de educación, salud y vivienda, entre otros.