Residentes y concurrentes: marchemos el 24 de marzo contra la precarización heredada de la dictadura

Residentes y concurrentes empezamos el año con las promesas incumplidas de Asociación de Médicos Municipales (AMM). Lejos de reanudar la lucha por nuestra paritaria, cerraron un acuerdo inentendible de un supuesto 30%, entre sumas remunerativas y no remunerativas, en cuotas de acá a septiembre. Es decir, se licua el aumento que además queda por debajo de la inflación real que ya en febrero se encuentra en 3.6% y acumula 7.8% en los dos primeros meses del año.

Federación de Profesionales, por su parte viene de realizar una caravana el pasado miércoles 11/3, sin verdadera preparación en los hospitales, por lo que el cese de actividades llamado, apenas se sintió en los servicios.

Después de las enormes movilizaciones que vimos a fines del año pasado y de 2019, no podemos permitirnos medidas que queden a mitad de camino y mucho menos, abandonar las calles. Por eso, este 24 de marzo tenemos la oportunidad de realizar una enorme movilización donde residentes y concurrentes, junto al conjunto de los trabajadores de la salud, nos plantemos una vez más por nuestros derechos y los de nuestros pacientes; contra un sistema de salud vaciado heredado del régimen de la dictadura y el neoliberalismo que nos obliga atender con pocos recursos y sometidos a la precarización, incluso en plena pandemia. Precarización que residentes y concurrentes arrastramos desde que se inició el Sistema Nacional de Residencias, con la ley N° 22.127 del mismísimo Videla, y que ningún gobierno cambió sustancialmente.

Marchemos también contra la policía que nos reprime cuando nos organizamos en las calles y los hospitales, como vimos en la Legislatura porteña cuando nos movilizamos residentes, concurrentes y enfermeras; y contra la impunidad y el ajuste de ayer y de hoy.

La herencia de la dictadura en el sistema de salud hoy

La pandemia de covid-19 ha puesto de manifiesto, una y otra vez, la fragilidad de los sistemas de salud a nivel mundial producto de años de desfinanciamiento y transferencia de recursos a los privados. Argentina no es la excepción, y sus orígenes pueden rastrearse desde la dictadura militar del ‘76, que abrió camino a las políticas neoliberales que en los ‘90 el menemismo profundizó; dejando como consecuencia un sistema público fragmentado, desfinanciado, descentralizado y mercantilizado.

La dictadura y los ‘90 fueron las bases de un gran plan de ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, destrucción del salario y de lo público, y sometimiento a los organismos de crédito internacional saqueando recursos del país. Todo esto en función de los intereses de los empresarios y del imperialismo norteamericano. En salud, bajo las directivas del Banco Mundial, se produjo así una transferencia de responsabilidades desde el gobierno nacional hacia las provincias y municipios, con una desigual transferencia de recursos y ausencia de coordinación general. La fragmentación dio lugar también a la injerencia de privados para cubrir prestaciones de salud. A esto se sumó la precarización de las condiciones de trabajo entre los trabajadores del sistema público como lógica consecuencia para “abaratar costos”, que también implementaron los privados.

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La ley 22.127, que establece la creación del Sistema Nacional de Residencias de la Salud en el año 1979, bajo el gobierno de la dictadura militar de Videla, cae también en esta lógica: un sistema de formación en servicio altamente precario, en el que son evidentes los ritmos extenuantes y que, muchas veces, cubre los agujeros del sistema de salud mediante la sobrecarga laboral. Ni hablar del trabajo que realizan miles de concurrentes de forma no paga y sin ART.

Hoy el gobierno de Alberto Fernández y el FMI hacen lo propio, sometiendo las necesidades de la población al pago de una deuda odiosa, claramente impagable, comprobadamente ilegítima y fraudulenta. Se refleja en el pacto social entre el gobierno, burócratas y empresarios que pone techo a las paritarias; también en el recorte de al menos 9 puntos sobre el presupuesto designado para la salud para 2021, como si no hubiera pandemia.

¡Todos a Plaza de Mayo este 24 de marzo!

Más allá de la decisión de no marchar por parte de los organismos históricos de derechos humanos alineados con el oficialismo, la cual no compartimos, las direcciones de los sindicatos que reivindican el 24 de marzo como un día de lucha como ATE, UTE no pueden abandonar la calle, y deberían convocar a movilizar con los recaudos sanitarios pertinentes.

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Sergio Maldonado, hermano de Santiago Maldonado, también se expresó al respecto días atrás planteando la necesidad de que el próximo 24 de marzo llenemos las calles y las plazas contra el avance de la derecha.

Viendo como están saliendo a militarla Los Derechozos, todavía dudan sobre el 24 de Marzo? Déjense de joder. Cuidemos a las Madres y Abuelas que las necesitamos con Salud y Faros a seguir. El resto, en la calle o en Plaza de Mayo. #30000Presentes #NuncaMas #El24APlazadeMayo

— Sergio Maldonado (@vikingomaldo) March 12, 2021

Es importante que la asamblea de residentes y concurrentes sea parte de esta jornada de lucha. Tenemos una cita de honor, a las 15hs, de Congreso a Plaza de Mayo, junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia, el FIT-U y demás organizaciones convocantes. Esa es la propuesta que vamos a llevar a la próxima asamblea, este lunes 22 de marzo

Para que la salud sea realmente un derecho humano y no haya una salud para ricos y otra para pobres como vemos con la guerra por las vacunas; para terminar con la precarización que impide la excelencia en la atención y la falta de recursos, hay que terminar con la herencia del golpe genocida y enfrentar al régimen de hambre del FMI. Hay que centralizar el sistema de salud bajo control de trabajadores y usuarios, exigir un aumento urgente del presupuesto para recursos para combatir la pandemia, para los salarios de los trabajadores, además del urgente pase a planta de todos los sectores. También que se eliminen las patentes de las vacunas y los hospitales, laboratorios y farmacéuticas privadas dejen de lucrar con la salud de la población.

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En los 70, en el marco de un ascenso revolucionario, muchos trabajadores de la salud lucharon por construir otra sociedad, enfrentando a su vez los planes de ajuste, el pacto social y la represión por parte de los gobiernos peronistas. Encontramos un gran ejemplo en el hospital Posadas donde se desarrolló una experiencia de autogestión entre trabajadores y usuarios del sistema público, para poner al hospital al servicio de las necesidades de la comunidad. La pandemia abre una nueva oportunidad de cuestionarlo todo. Retomamos así los hilos de continuidad de esa generación, poniendo nuestros conocimientos y prácticas al servicio de la salud como derecho para todos. Por eso también sumamos nuestro apoyo a las luchas de los esenciales de todo el país como en Tucumán, Mendoza, Neuquén, Santa Cruz. Repudiamos las represiones y las amenazas a les luchadores.

Por memoria, verdad y justicia para todos los más de 300 trabajadores de salud detenidos-desaparecidos que dieron su vida por otra sociedad. La herencia de la dictadura vive en la deuda, las grandes empresas, en la justicia de clase y patriarcal. También en las condiciones del sistema de salud público y los trabajadores que lo sostenemos día a día. Contra la impunidad, el ajuste y la represión de ayer y de hoy, marchamos este 24, no da lo mismo que te quedes en tu casa.