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Red Internacional
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Conferencia AMLO. Reunión entre Ebrard y Pompeo: dinero del Chapo, armas, tomates y crisis migratoria

Este lunes el gobierno de López Obrador envió un mensaje claro: el pacto antiinmigrante con Estados Unidos continúa. La Casa Blanca aplaude resultados y Ebrard celebra "inversión" de México en Plan Sur.

Lunes 22 de julio de 2019

Durante la conferencia de prensa presidencial de este lunes, se presentó el habitual informe sobre el precio de la gasolina. Posteriormente, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, presentó un informe sobre la reunión que sostuvo este fin de semana con el jefe del Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos , Mike Pompeo.

Sobre la reunión con Pompeo, Ebrard informó que el primer punto de la agenda fue la evaluación de los primeros 45 días del acuerdo firmado entre México y Estados Unidos el pasado 7 de junio en Washington.

México rechaza ser tercer país seguro, pero el gobierno avanza contra migrantes

De cara a los señalamientos que vieron en este acuerdo migratorio una vía más de subordinación del gobierno de México a los mandatos de la Casa Blanca, Ebrard destacó que el despliegue de la Guardia Nacional en tareas de seguridad fronteriza, así como el conjunto de la estrategia implementada por México para frenar el flujo migratorio hacia el norte, respondió a las "leyes y decisiones" mexicanas.

El canciller mexicano informó que a 45 días de la implementación del acuerdo antiinmigrante, el flujo de trabajadores internacionales ha tenido una reducción del 36.2%.

Ebrard ahondó sobre el resto de los puntos discutidos durante la reunión bilateral, entre los cuales destacaron además la "preocupación" por el incremento del número de armas que ingresaron a México desde Estados Unidos; la recuperación de los activos de la organización dirigida por Joaquín "El Chapo" Guzmán; el conflicto por la imposición de aranceles al tomate mexicano; las deportaciones de mexicanos desde Estados Unidos y el plan "Sembrando vida".

Aludió también a la incertidumbre sobre si México adquiriría (oficialmente) el estatus de tercer país seguro, tema que el discurso oficial continúa negando, a pesar de que por la vía de los hechos México ya funge como primera contención con cifras históricas de arrestos de migrantes.

Sobre lo que llamó "preocupaciones mexicanas" en este diálogo con el enviado de Trump, Ebrard mencionó el incremento del número de armas registradas en México provenientes de Estados Unidos.

Armas pequeñas, de asalto y rifles automáticos, son algunos de los tipos de armas que enumeró el canciller antes de anunciar que en la reunión, el gobierno de México había identificado las ciudades de Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros como los puntos en donde se concentrarían una serie de operativos conjuntos entre autoridades estadounidenses y las secretarías de Seguridad Pública, de la Defensa Nacional, de Marina; la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República.

Es decir, lo que visto superficialmente podría parecer un reclamo, en realidad era el planteo de una nueva justificación para incrementar la injerencia de Estados Unidos en la estrategia de seguridad y migratoria mexicana. Del Plan Mérida de la "guerra contra el narco" al Plan migratorio de la "Cuarta transformación".

Tras anunciar una próxima reunión dentro de 45 días para revisar de nueva cuenta los avances del plan migratorio de AMLO, Ebrard informó que el gobierno mexicano busca la recuperación de los activos de la organización dirigida por Joaquín "el Chapo" Guzmán como un "objetivo estratégico". Anunció la integración de un grupo binacional integrado por autoridades estadounidenses y la Secretaría de Relaciones Exteriores, la de Hacienda y Crédito Público y la Fiscalía General.

Sobre la crisis desatada por la imposición de aranceles y otras restricciones al tomate. Ebrard señaló que se trata de un "diferendo técnico" al interior de Estados Unidos, pero que afecta a 1.4 millones de personas en México. Deslindándose de cualquier responsabilidad, el funcionario se limitó a declarar que "a pesar de que no forma parte de las funciones de Pompeo", el tema había sido mencionado.

Respecto a la deportación de mexicanos desde Estados Unidos, tema que cobró relevancia tras las redadas antiinmigrantes emprendidas en Estados Unidos la semana pasada, Ebrard informó que el gobierno de México busca, no detener las deportaciones, sino que éstas se realicen en otros términos.

Sobre el plan para Centroamérica, Ebrard informó del inicio del programa "Sembrando vida" en El Salvador, iniciativa financiada por el gobierno de México. Este tipo de medidas, ahondó, busca extenderse a países como Honduras, país de origen de la mayoría de migrantes que día con día emprenden la travesía hacia Estados Unidos.

A pesar de que durante todo su informe Ebrard buscó sostener el discurso de respeto a los derechos humanos de los migrantes, lo cierto es que se trató de un mensaje que ratifica la subordinación de México a la política migratoria y de seguridad estadounidense que ha convertido a millones de migrantes en "enemigos públicos" ya sea por medio de un discurso xenófobo y racista como el impulsado por Trump en Estados Unidos, o por medio de una política de contención militarizada como la impulsada por López Obrador.