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Red Internacional
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México

MÉXICO. Revuelta de jornaleros en San Quintín

El martes 17 de marzo unos 35 mil jornaleros en San Quintín, municipio de Ensenada, Baja California, se fueron a paro para exigir mejores condiciones de trabajo. Los videos de las protestas sorprenden. Se puede ver a miles de personas sosteniendo barricadas, quemando llantas antes de la represión.

Jueves 26 de marzo de 2015

La protesta se inició desde las 3 de la mañana. Armados con palos, piedras, alambres de púas, tapados con sus paliacates, bloquearon la carretera Transpeninsular que conecta Baja California y Baja California Sur. Algunas tiendas fueron incendiadas y coches destruidos. Trabajadores jóvenes pusieron barricadas en al menos 10 puntos de la Transpeninsular.

La organización del paro, considerado inédito, fue en exigencia de una demanda elemental: el respeto al pago del salario del jornal. El grueso de los trabajadores agrícolas no tiene prestaciones básicas como cotización al Seguro Social (IMSS) y cobran salarios de miseria. San Quintín es uno de los municipios agrícolas más grandes del país en el que se congregan jornaleros de otros Estados como Michoacán, Oaxaca, Guerrero. Agrupa en su totalidad a unos 70 mil jornaleros.

Este proletariado agrícola es multiétnico: según el diario El Universal “agrupa a mixtecos, zapotecos, triquis”. La principal organización del paro estuvo a cargo de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social. Según Fidel Sánchez integrante de esa organización, “ya no es soportable el hambre que el jornalero vive”.

Otra de las demandas del movimiento de San Quintín es el respeto de la jornada de 8 horas, el derecho a vacaciones, el pago de horas extras, respeto al 7 día descanso y el cese de acoso sexual de los patrones a las trabajadoras mujeres.

La represión del gobierno estatal

El gobierno estatal de Francisco Vega de Lamadrid del Partido Acción Nacional no atendió a los primeros llamados al diálogo.

En el transcurso del día miércoles 18 los jornaleros mantuvieron el paro, el bloqueo carretero y se convirtieron en noticia nacional. Esta explosión de bronca constituye un cambio enorme ya que en los últimos tiempos los trabajadores jornaleros se habían mantenido pasivos debido a la fuerte represión patronal y a la injerencia paramilitar en México, dominado por la llamada “Guerra contra al Narco”.

En la tarde del miércoles 18, el reaccionario gobernador sobrevoló en helicóptero la Transpeninsular y el Municipio de San Quintín. Horas después, la Policía Municipal, Estatal y Federal actuando en común reprimieron de forma salvaje y detuvieron a 200 paristas. El ejército, ni más ni menos, participó también de la represión y tomó, como en la década de los años 1960-1970 durante la guerra sucia, el poblado de San Quintín.

Entraron a casas la madrugada del miércoles y agentes ministeriales allanaron viviendas para llevarse a varios hombres, denunciaron la jornalera Isabel Monroy y la Alianza de Organizaciones Nacionales. El paro se mantiene y según los empresarios de todo el Estado el ejemplo de los jornaleros de San Quintín es “un tipo de virus que se puede replicar en el valle de Culiacán.”

El régimen del PRI, PAN y PRD, ha desatado en todo el país una fuerte ofensiva contra los trabajadores. El anuncio de despidos en PEMEX, la reforma al apartado B del artículo 123 constitucional (que destruye el derecho a huelga), el recorte a las libertades democráticas (como el despido de la periodista Carmen Aristegui) son muestra de que todos los partidos en el Congreso están al servicio de los dictados del imperialismo norteamericano.

México y la democracia bárbara

La desaparición de nuestros 43 normalistas de Ayotzinapa Guerrero en septiembre del 2014 demostró que este régimen reaccionario debe ser liquidado, destruido y reemplazado por uno que esté al servicio de las grandes mayorías. El régimen mexicano, a diferencia de lo que opinan personas como Andrés Manuel López Obrador, es irreformable. Cientos de miles de estudiantes, trabajadores y sectores populares se movilizaron con la consigna “Vivos se los llevaron vivos los queremos” y marcharon durante meses contra el régimen represor coligado con el narco y bandas paramilitares. El gobierno de Peña Nieto ha lanzado una nueva ofensiva contra los trabajadores y el pueblo instalando la coyuntura electoral de junio del 2015 en el que se renuevan las cámaras.

Desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas estuvimos a la cabeza de la movilización, organizando asambleas estudiantiles y participando en diversos sindicatos como el de los telefonistas, el magisterio democrático y en Estados como Jalisco y Oaxaca y en Estado de México. Aunque en los últimos tiempos ha bajado el nivel de movilización, seguimos la lucha junto a los familiares y activistas que continúan el reclamo por justicia y el fin de la represión. La actual represión a los trabajadores de San Quintín es una muestra más de que este régimen político asesina, desaparece y reprime a los trabajadores que luchan. Es por eso que frente a las próximas elecciones, donde los partidos capitalistas buscan lavarle la cara al régimen represor, en necesaria una gran campaña por el voto nulo, para expresar nuestro rechazo también en este terreno, llenando las urnas con nuestros reclamos: ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!