Valentín Ezequiel Reales tiene 15 años y desapareció hace casi un mes de su casa en Perez, al oeste de Rosario. La denuncia fue realizada el 7 de noviembre sin embargo su búsqueda no empezó hasta hace tan solo unos días.
Viernes 2 de diciembre de 2016 18:36
El joven desapareció de su casa hace casi un mes. Vivía en Cabín 9, un barrio humilde de la periferia rosarina. Según testimonios que circularon en los medios de la región sus allegados dicen que Valentín se retira de la casa con el plan de regresar pero nunca lo hizo.
La información que circula es confusa y sobrevuelan muchas hipótesis. Pero lo cierto que el dato más certero hasta el momento es que el 7 de noviembre ingresa a la Dirección de la Niñez provincial queda constatado el ingreso de la denuncia por su desaparición. Inmediatamente se tendría que haber aplicado el protocolo de búsqueda, la difusión de su foto y la activación de todos los mecanismos pertinentes ante casos como este. Nada de eso sucedió hasta hace dos días.
La denuncia fue hecha en la subcomisaría 18° con jurisdicción en el barrio de Cabín 9. Sin embargo las fuentes policiales aseguran no saber nada del caso hasta hace unos pocos días cuando llegó la denuncia de vecinos de la zona del camping del Sindicato de Camioneros. Hasta allí llegó la Policía de Investigaciones que comenzó a rastrillar la zona y los perros dieron con prendas que la familia de Valentín aseguran pertenecerle. Todos los elementos fueron mandados a peritar.
Mientras tanto amigos, familiares y vecinos de Valentín se concentraron y buscaron información para dar con el paradero. En declaraciones al diario La Capital una allegada de Valentín explica que fue el sábado cuando reciben el dato de que el joven podría estar en la zona donde se realizaron los rastrillajes. Inmediatamente vuelven a la subcomisaría 18° y no reciben ninguna respuesta, por lo que decidieron montar guardia en la zona. La policía las desalojó y la búsqueda se inició recién este miércoles.
De conjunto el desarrollo de la causa contiene llamativas irregularidades e informaciones cruzadas. Aun no hay explicaciones del por qué se inició la búsqueda con tantas semanas de retraso, ningún organismo oficial pudo dar cuenta de ello. Durante semanas la familia se movió entre la comisaría y la Fiscalía sin ninguna respuesta por parte de las autoridades. Como el rastrillaje no logró dar con el joven, pero si con rastros, la causa permanece en la Oficina de Paraderos de la policía.
La actuación de la policía como de los organismos de la justicia provincial no hacen más que echar un manto de sospecha a todo lo que rodea la desaparición del joven de 15 años. Al igual que otros tantos las denuncias no son tomadas, se descree de la palabra de los familiares y amigos y ni siquiera se activan los protocolos mínimos de búsqueda. Como Franco Casco y tantos otros casos similares, Valentín es joven y de los barrios periféricos de Rosario, jóvenes sobre los que recae el peso de la estigmatización y la criminalización.