Los casos más resonantes que involucran a narcos y policías en la provincia gobernada por los "socialistas".
Jueves 9 de febrero de 2017
La trama del narcotráfico en Rosario, que a partir de la espectacularidad de una serie de crímenes llamó la atención de los medios nacionales como si se tratara de una serie televisiva, llegará a los tribunales provinciales y federales. A partir de marzo, y a lo largo de todo el año judicial, se desarrollarán cinco juicios clave contra las bandas más importantes del sur santafesino. En el banquillo habrá 60 acusados, entre jefes, colaboradores, sicarios, soldaditos y policías cómplices. Los más destacados: los líderes de Los Monos, la banda más famosa de Argentina, y el ex jefe de la Policía Santafesina Hugo Damián Toniolli, símbolo de la participación de las fuerzas de seguridad en el negocio de drogas ilegales.
1. MATAR AL JEFE
El inicio del primer debate oral está previsto para el 6 de marzo. Luis Orlando Bassi, un ex barrabrava y líder de una pequeña banda de Villa Gobernador Gálvez, está acusado -junto a otros tres miembros de su banda- por el asesinato de su enemigo y jefe de Los Monos, el “Pájaro” Claudio Cantero.
Según un informe policial que consta en el expediente, el líder de otro clan narco “le habría dado a Bassi la suma de 250.000 USD” para ejecutar al Pájaro en venganza por el crimen de su hijo. Según la fiscalía, Bassi delegó la operación en gente de su confianza: Facundo “Macaco” Muñoz y Milton Damario, apodado “El señor de los sicarios”.
La madrugada del 26 de mayo de 2012, Muñoz iba al volante de la camioneta desde la que salieron los disparos contra Cantero, que estaba parado a unos metros de la puerta del boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez. Desde el asiento del acompañante y con el auto en movimiento, Damario gatilló entre 10 y 15 veces una glock 9mm importada. Cantero recibió al menos cuatro tiros: una bala le entró por el hombro derecho y le atravesó el pulmón derecho y el corazón. Murió camino al hospital.
El Pollo Bassi, “Macaco” Muñoz y Damario están acusados por homicidio agravado. “Vamos a pedir una pena a perpetua”, anticipó la fiscal Cristina Herrera a La Izquierda Diario. El cuarto imputado es un joven sospechado de haber escondido las armas después del crimen.
2. LA VENGANZA
Tras el crimen del Pájaro Cantero empezó una cacería que continúa hasta hoy. La espectacularidad de la violencia se desplegó en toda su intensidad.
El 27 de mayo de 2012, Diego Demarre, el encargado del boliche donde la madrugada anterior habían matado a Cantero, salió de declarar en Tribunales y se fue a su casa en una Partner gris junto con su esposa. La mujer declaró que al doblar en bulevar Segui y Maipú escuchó seis o siete tiros. Vio a su marido caer a su lado y a un auto blanco que se iba “como una ráfaga”. La escena completa quedó registrada en las cámaras de seguridad.
Las escuchas telefónicas revelaron la participación de Los Monos en la venganza:
—Siete detonaciones, siete en el blanco: dos en chope, dos en zapán, dos en el brazo, uno en la pierna—informó uno de los miembros de la banda.
—Bien, bien—se escuchó del otro lado.
—Están todos contentos [...] Quedamos re bien, y encima piloteaba el que le chocaron el auto ustedes, ¿viste? Piloteaba él y estaba de acompañante Roberto... y lo pone frente a frente, ventanilla con ventanilla.
Roberto es uno de los tantos apodos de Máximo Ariel Cantero (más conocido como Guille), hermano del Pájaro y otro de los jefes de la banda. Es el principal imputado por el crimen de Demarre. La causa ya fue elevada a juicio oral pero aún no tiene fecha confirmada. Se estima que comenzaría en el segundo semestre de 2017.
3. EL TRIPLE CRIMEN
Durante el velorio del líder de Los Monos, otro nombre circuló de boca en boca: Milton César, un joven de 23 años, miembro de una familia de transas de la zona sur de Rosario que manteía una vieja disputa con los Cantero. El joven fue señalado como el ejecutor del crimen. Incluso le pusieron precio a su cabeza: 500 mil pesos.
La tarde del 28 de mayo de 2012, dos motos balearon una camioneta Nissan 4x4. A los pocos minutos del ataque, Ramón Ezequiel Machuca, alias “Monchi” -hermano de crianza de Guille y el Pájaro Cantero- llamó a un policía que trabajaba para la banda.
—Cuatro heridos hay: dos muertos. La vieja está herida, (...) uno que iba de acompañante también está muerto— informó el agente.
Los atacantes se confundieron: Milton no estaba en la camioneta. Nahuel César pagó con su vida el parecido con su hermano menor. También falleció otro joven y la madre de los hermanos César.
Esta semana, la jueza Alejandra Rodenas procesó a Monchi Machuca como instigador del triple crimen y a uno de sus principales colaboradores como encubridor. “No los habíamos podido procesar antes porque estuvieron prófugos durante tres años”, contó a La Izquierda diario la magistrada.
4. LA MEGACAUSA
El juez Juan Carlos Vienna venía siguiendo los pasos de Los Monos desde septiembre de 2012, tras el crimen de un “contador” de la banda. Si bien nunca hubo imputados por este homicidio, el juez apuntó la investigación hacia el núcleo de la organización. Como no podía acusarlos por delitos relacionados con la venta de drogas, que son de exclusiva competencia federal, armó una megacausa por asociación ilícita. Así comenzó el relato que convirtió a Los Monos en una especie de cartel de Medellín autóctono y que le permitió al gobierno provincial mostrarse activo en la lucha contra el narcotráfico.
Vienna abandonó la causa después que trascendiera que había viajado a Las Vegas con Luis Paz, padre del Fantasma y supuesto narco, para ver una pelea de boxeo. La jueza Rodenas se hizo cargo del expediente, concluyó la instrucción y elevó la causa a juicio, que se llevará a cabo junto con el del crimen de Demarre.
Está previsto que el juicio comience en junio, luego del receso invernal. Será el debate oral más importante de la historia del Poder Judicial santafesino: en el banquillo de los acusados habrá 16 miembros de Los Monos y doce policías. Otras 14 personas ya firmaron un juicio abreviado en el que aceptaron penas de hasta tres años.
“Estamos preparando todo para este gran juicio -explicó una fuente judicial a La Izquierda Diario-. No hay salas de audiencia que permitan alojar a tantos imputados con sus abogados. Además hay que armar importantes operativos para garantizar la seguridad de todos”.
5. Los narcopolicías
El quinto juicio destacado de este 2017 es el que tiene al ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Damán Tognoli, como principal acusado. Tognoli, que estuvo al frente de la división antidrogas durante el gobierno de Hermes Binner y fue ascendido a jefe de la fuerza por Antonio Bonfatti, ya fue condenado en 2015 a seis años de prisión por complicidad con un narco y amenazas a una mujer que denunciaba los puestos de venta de drogas en la ciudad de Santa Fe.
En esta nueva causa, Tognoli está acusado de formar parte de “una empresa criminal” junto a otros dos policías y el narco de Villa Cañás Carlos Ascaíni.
La prueba principal contra Tognoli es un llamado hecho por Ascaíni a la comisaría de Villa Cañás para que le averiguaran de quién era una camionera blanca que lo seguía. Tognoli, que tenía acceso a la base de datos del Registro Nacional de Propiedad Automotor, utilizó su propia clave y le advirtió a Ascaíni que lo seguían agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. El fiscal federal Mario Gambacorta sostuvo que el rol de Tognoli “consistía no sólo en liberar la zona para el accionar delictivo, sino también en facilitarle información que le permitía evadir la persecución”.
La primera audiencia está prevista para el 26 de junio. Junto a Tognoli se juzgará a más de 20 miembros de tres bandas diferentes del sur santafesino.