A un año del levantamiento de la huelga de nuestro sindicato y en medio de la pandemia que las autoridades han aprovechado para dar duros golpes a los trabajadores, es fundamental volver sobre algunas lecciones.
Miércoles 6 de mayo de 2020
Hace un año, el primero de febrero de 2019, el SITUAM realizo dos emplazamientos a huelga, el primero fue por un aumento salarial de acuerdo a la inflación y que cubriera la canasta básica, el segundo emplazamiento se dio para denunciar y poner alto a las violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo vigente que el personal de base venía resintiendo durante muchos años.
La huelga fue eminente y estallo, a las 23:00 del 1 de febrero, se colocaron las banderas en las puertas de todas las unidades académicas, Rectoría General, Cendis y casas pertenecientes a la propia institución, esto debido a que la administración de la universidad rechazo rotundamente todas las propuestas realizadas por el sindicato y realizo propuestas que no satisfacían a los trabajadores de base.
Esta huelga fue la más larga y duradera, a pesar de que muchos compañeros se quedaban sin dinero para realizar sus necesidades esenciales, la lucha fue combativa y la mayoría estuvieron en apoyo en todas las unidades. Ante esto, cabe destacar que las mujeres fueron las que tuvieron una mayor presencia y apoyo en esta huelga, tomando tareas claves dentro de la organización.
Sabemos que la mayoría de las mesas de negociación, entre el SITUAM y la universidad, fueron meros juegos y mentiras por ambas partes. En la mayoría de estas mesas, no se llegaba a acuerdos satisfactorios para la base trabajadora y a pesar de las demandas realizadas ante la Secretaría de Trabajo y Previsión Social la administración de la universidad siguió con su postura prepotente, negligente y con un completo autoritarismo en la toma de decisiones, las cuales fueron avaladas, en la mayoría de las mesas que se llevaron a cabo por los propios representantes de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Es de notarse que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, por medio de sus representantes, en vez de mediar la situación y las mesas de negociación siempre dieron parte a la administración de la universidad, como si estuvieran a su merced, mostrando el verdadero carácter de estas instituciones, siempre a favor de la parte patronal.
Después, para el 1 de mayo, en la marcha conmemorativa del día del trabajo, el SITUAM y su secretario general, Jorge Dorantes Silva, fueron castigados por el Gobierno Federal, ya que todos los secretarios de los diferentes sindicatos de México y sus representantes fueron invitados a un desayuno en el Palacio Nacional, con el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, mandando así un importante mensaje a los demás gremios sindicales. Lógicamente, el SITUAM al estar en lucha y en medio de una huelga dentro del supuesto orden que en ese momento proclamaba el Presidente, se opto por dejar a un lado al SITUAM, esto se debió a la gran lucha que dieron los trabajadores sindicalizados de este sindicato.
Días después, el 4 de mayo de 2019, se realiza una ultima mesa de negociación, en la cual se pacta el 100% de los salarios caídos de los trabajadores que se encontraban en lucha y algunos acuerdos más, que posteriormente se firmaron, pero con una clara declaratoria por parte del secretario de universidad, el Dr. José Antonio de los Reyes Heredia, en la cual se dio a conocer la prepotencia con la que se manejaba y bajo amenazas, mencionando que si la huelga no se levantaba el 5 de mayo, a mas tardar a las 12 del día se perdería todo lo que había ofrecido. Jorge Dorantes Silva, secretario del SITUAM, opto por aceptar este acuerdo sin consultar a la base.
Después de la huelga
A pesar de solo obtener solo el 100% de los salarios caídos, esta huelga fue denominada como histórica debido a la lucha que realizaron las compañeras y compañeros pertenecientes al sindicato y a los estudiantes que la apoyaron y en la que se realizaron dos emplazamientos a la vez.
También se hizo nota a las autoridades de la universidad que los trabajadores de base estamos dispuestos a defender el CCT vigente. El conjunto de compañeros que sostuvieron la huelga, aportaron diferentes ideas y puntos de vista para llevar a las mesas con la universidad y pelear contra las políticas de precarización laboral y desmantelamiento del CCT, de las autoridades en sintonía con lo que por la vía de los hechos ha implicado la austeridad republicana.
Ahora bien, también mostro la cara de la burocracia sindical que se encuentra dentro de las filas de los representantes y de los diferentes grupos existentes del mismo sindicato.
Lo que ha venido perjudicando, en estos últimos años, a los trabajadores de base, son las decisiones que toman los dirigentes sindicales, optando por su burocratización y colaboración con las autoridades y no por una democracia al servicio de la base trabajadora. Este elemento se agudizó tras el levantamiento de la huelga.
Es importante mencionar que después de la huelga, las autoridades de la UAM comenzaron a hostigar a los compañeros, llegando al acoso laboral y amedrentamiento con lujo de amenazas en todas las unidades. Ejemplo claro es el que se dio en la biblioteca de unidad Iztapalapa, en dicho ejemplo el rector, el Dr. Rodrigo Díaz Cruz, fue uno de los que estuvo a cargo del hostigamiento, amenazando y acosando a los propios trabajadores. Y así han pasado varios meses después de concluida la huelga.
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La pandemia en la UAM
En marzo llega la contingencia sanitaria provocada por el virus COVID-19, cosa que la universidad aprovecho beneficiosamente para realizar todos sus cometidos que ya tenía planeados.
Comenzó con la contratación de empresas de seguridad privada para el resguardo de las diferentes unidades académicas, incluyendo Rectoría General, siguiendo con un coludido Colegio Académico para aprobar la modificación del calendario escolar y el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER). Todo esto se dio ante una nula respuesta del Comité Ejecutivo en turno.
Ante esto, la universidad dejo en claro que los salarios de los trabajadores se seguirán pagando con normalidad, pero ¿qué pasa con los académicos contratados de tiempo determinado e indeterminado? Esta parte es muy importante, ya que en la huelga del año pasado, uno de los temas que estuvo presente en las diferentes mesas de negociación fue la de los académicos, y es aquí en donde la universidad, por medio de toma de decisiones unilaterales, precariza y despide a más de 100 académicos temporales, perjudicando la plantilla de estos, mencionando también que algunos de los académicos de tiempo indeterminado quedaron fuera de las UEA´s debido al PEER.
Leer: La voz de los académicos de la UAM: el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota
Es ahora, en medio de una crisis económica, social y educativa en donde la universidad aprovecha para generar mecanismos de precarización laboral, dejando de lado los acuerdos y pactos firmados, y violentando el mismo CCT vigente.
Frente a esto, es fundamental que los trabajadores comencemos a organizarnos para exigir el alto a los ataques el CCT y la contratación indeterminada de los cien académicos despedidos, así como la cancelación de las clases en linea.
Es fundamental recuperar nuestro sindicato de manos de la burocracia sindical, para que verdaderamente responda a los intereses de la base trabajadora. Esa es la perspectiva que planteamos en Contracorriente, llamamos a nuestros lectores a contactarnos y sumarse a la agrupación, que lucha contra la precarización laboral, por un rumbo clasista y combativo para el sindicato mediante la máxima democracia, que no puede emerger de otro lugar que de la base trabajadora.