El primer número que salió al ruedo de la revista somos se editó en el año 1973. Abordaba diversos temas que tocaban de lleno a la diversidad sexual de la época.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Miércoles 26 de agosto de 2015
Desempolvando viejos archivos se va construyendo la historia. Hace más de cuarenta años que esta revista pretendía ser una vidriera de propaganda, poemas, y problemáticas que le sucedían a las personas LGTBI de aquella época. Lo sorprendente es que muchas de sus consignas o artículos siguen vigentes. Los hilos de continuidad de una militancia por la liberación sexual contra la pacatería de una época marcada por la insurgencia de la clase obrera en Argentina, desde el Rosariazo hasta el Cordobazo, por la guerra de Vietnam, el Mayo Francés y el cuestionamiento global al capitalismo.
Una forma de prosa plebeya
En el mes de diciembre del año 1973, Perón lanza una “Campaña de Moralidad”, a la que el FLH le responde con un volante publicado luego en SOMOS que se llamaba “La Tía Margarita impone la moda Gary Grant” – en alusión al jefe de Policía Margaride. Denunciando: “Las fuerzas del orden se han puesto a competir con Channel, Cristian Dior y otros centros de moda, muñidos de hachas y tijeras. Policías recorren las calles de Capital y Gran Bs. As. dispuestos a imponer el prototipo de los galanes yanquis de los 40 para los jóvenes argentinos”.
Este hecho fue el puntapié para que entre 1973 y 1976, el Frente de Liberación Homosexual (FLH) publique de manera clandestina ocho números de una revista Somos, en tiradas de hasta quinientos ejemplares distribuidas a mano.
La mayoría de las agrupaciones que pertenecían al FLH creyeron que con el peronismo sus demandas iban a ser escuchadas. Nada más ajeno a la realidad, porque debieron pasar a la clandestinidad y enfrentarse al terrorismo de Estado de la Triple A, bajo el gobierno de Isabel Perón y “el brujo” López Rega.
El violento oficio de escritor
La revista reflejaba toda una época, intentó no sólo replicar las voces de los sectores más oprimidos sino también la necesidad de “organizarse contra el sistema capitalista y patriarcal”. Con algunas consignas de cabecera: “Amar y vivir libremente en un país liberado, machismo es el fascismo de entrecasa, por el aborto y el derecho a disponer del propio cuerpo, eran algunos de los más sentidos”.
De la mano de figuras como Néstor Perlongher, Manuel Puig, entre otros, no sólo tenía noticias y propagando homosexual sino que también era un espacio que invitaba a diversos artistas a publicar su poesía, sus dibujos e incluso las denuncias contra la policía y el abuso sufrido por aquellos años.
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La ambición de quienes la sacaban adelante no era poca, no sólo querían que se publique en Argentina sino que intentaban que llegue a toda Latinoamérica y también parte de Europa. Aunque este plan se vio truncado ya que la tirada de cada ejemplar sólo alcanzaba las 500 tiradas. Sin embargo en varios números pueden verse intercambios con grupos feministas de estados Unidos, pacifistas y los propios Panteras Negras.
Producto de la persecución de la época la revista tenía una difusión de mano en mano, cada uno que la conseguía podía fotoduplicarla y así repartirla entre sus conocidos o amigos. Una práctica muy común, también, era dejarla en las “teteras” u hoteles transitorios.
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Tenía un contenido contestatario, cuestionaban el rol de la mujer en la familia, militaban contra la maternidad como único destino: “La liberación es la lucha por la libertad, la mujer no es libre porque esta oprimida por la sociedad, el estado, la ley, el varón y las religiones”. Lo que la convertía no sólo en una revista por y para homosexuales, sino en una herramienta cultura y política que se enfrentaba a la clandestinidad setentista.
Papeles Insumisos para el diario de hoy
Si bien la realidad ya no es la misma, en Argentina contamos con dos leyes sancionadas: la ley de Matrimonio igualitario y la Ley de Identidad de género, producto de la ardua lucha de mies de activistas. Hace menos de dos meses fue convocada la marcha por #NiUnaMenos, pero el Papa Bergoglio sigue teniendo una posición privilegiada en la agenda política argentina, apoyado por gobierno y oposición, y la vida material de miles de personas trans sigue siendo dejada de lado producto de la no inserción laboral.
Retomar lo irreverente de aquella época resulta menester para seguir luchando contra este sistema donde la estigmatización y la discriminación hacia la diversidad sexual sigue estando a la orden del día.
Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.