Vanesa Spaccavento @VaneSpaccavento
Lunes 27 de octubre de 2014 20:00
Fotos: Irish Suárez. Facebook oficial de Salta la Banca.
En cinco años éstos pibes llegaron al Luna y llegaron empujados por los seguidores pero, asimismo, llegaron sin olvidarse de nadie.“Estamos acá por culpa de ustedes: Gracias” dijo Santiago en más de una oportunidad y, para ser sinceros, se notó que esa noche fue un logro colectivo. Seguidores de todos lados del país (y del otro lado del Rio de la Plata), bandas y medios amigos. Una noche para no olvidar.
Días antes ya nos habían adelantado que sería un show al palo pero, sin dudas, superó las expectativas, treinta canciones, grandes momentos, queridos invitados y la presencia de Mónica Alegre (mamá de Luciano Arruga) que fue abrazada por miles de pibes que lo mantienen presente en cada COPLA.
Si la ansiedad y la euforia del público se hicieron notar desde el día en que se supo de ésta fecha, vale decir que las palabras no alcanzan para describir lo que se vivió en los minutos previos a la salida de la banda; gente que se fundía en interminables abrazos al encontrarse con amigos y frases como: “Llegamos, copamos el Luna”, se escuchaban por doquier. La emoción se hizo canción cuando pasadas las 21hs la banda salió a escena y rompió la calma del escenario con una rockera intro y potente “Nosotros” seguida de “Tan blanca tan azul”, “Falto de asfalto” y una canción que nadie esperaba porque nunca había sido tocada en vivo: “Increíble”.
Al palo y con la potencia que le infunden “El Cabra” y “Pecho” de “Las manos de Filippi” llegó “El Relato” dedicada a los trabajadores de Lear, duramente reprimidos en más de una oportunidad y apretados violentamente hace escasos días atrás por una patota sindical mientras la Gendarmería se hacía la distraída. La lista siguió con “Sin tu voraz libertad”, “Desnudando un ángel” y “Tren al Edén”. “Mejillas de amapola”, “Dale Dolores” y “Luna del Luna” hicieron que más de uno deje el pogo-agite de lado y se ponga a bailar un poco.
Luciano es de índole nacional | Ante una multitud que la abrazó y le demostró su apoyo subió al escenario Mónica Alegre acompañada por una joven en representación de “Familiares y amigos de Luciano Arruga”. “Fueron cinco años de lucha, muchas veces nos caímos en el camino; luchamos contra Jueces, Policías, Fiscales y políticos corruptos pero salimos adelante… Cuando nos caímos encontramos gente que nos dio la mano, que siguió la lucha y que nos dio fuerzas con una canción. Hoy más que nunca tenemos que cantar COPLA con mucha fuerza, por Luciano, por ustedes y por su futuro, porque nosotros vamos a seguir luchando, lo encontramos y esa es una victoria. Agradezco a todos ustedes porque hoy todos son Luciano; lo veo en cada uno de ustedes. Soy Mónica Alegre, vivo en una villa y soy la orgullosa madre de Luciano Nahuel Arruga que se fue con la convicción de no dejarse doblegar.
La joven que la acompañó, por su parte, dejó en claro lo que muchos medios se empeñan en ocultar: que la lucha sigue. “Queremos ratificar nuestra denuncia contra la Policía Bonaerense; no hablamos sobre hipótesis absurdas que nos quieren hacer creer que Luciano era un pelotudo que no sabía cruzar la calle. Luciano fue secuestrado y desaparecido por los Policías Bonaerenses y las instituciones del Estado lo mantuvieron desaparecido por casi seis años y no es un caso aislado, es una política de Estado que padecen los pibes pobres”.
Tras ese fuerte y emotivo momento la banda volvió al escenario reiterando el pedido de Justicia. Subió también la orquesta de cuerdas “Fernández Fierro” para embellecer más aún “Heidi”, Brújula, que contó con Diego Fauci de “La Caverna” e “Invierno Tibio”.
Con el calor potenciado por la multitud y mientras alcanzaban botellas de agua al público, se cantó “Agua”, el clásico de Los Piojos y, ante el enganche de la gente, Santi jodió con que no se podía cantar nada porque se enganchaban en todas, hizo otra prueba y no falló por lo que… Se cantó un poco de “Media Caña” y Beto tiró el riff de “Cuando vendrán” de La Renga, muchos se ilusionaron pero no, fue sólo un amague. Lo que si no fue amague fue “Aves de paso”, en homenaje al querido Sandro de América.
“Piñateros carajo” | Si hay algo que no se puede negar es que en cada show, Salta la Banca, se hace un lugar para propagar la música de sus bandas amigas pero lo vivido en el Luna fue pura magia para todos aquellos seguidores de “DLGP” (De la gran piñata) y para sus propios músicos. Al subir Pantera al escenario, y con el pie dado por los músicos, el estadio se fundió con varias estrofas de “Sonrisa” mientras la sorpresa y emoción del invitado eran innegables y mientras los músicos de DLGP, que estaban perdidos en el público, se agarraban la cabeza no dando crédito a lo que pasaba. A eso le siguió “El” con la potente voz de Pantera.
La esencia no se pierde en el estadio por lo que “Vamos a bailar” de Yerba Brava no estuvo ausente, porque un poquito de cumbia nunca debe faltar…
La noche siguió con un bloque de “Quien dice” y “Tus iniciales”, y continuó con la llegada de “Yo”, “Tu”, “Paladín”, “Ellos”, “Laburo” dedicada a la memoria de Mariano Ferreyra (a días de otro aniversario de su asesinato) y “Vosotros”. Si bien es menester mencionar que las proyecciones siempre son un gran factor en lo que hace al clima del show lo cierto es que en este momento, donde la protesta social estaba a flor de fiel, las pantallas repasaron impactantes momentos de nuestro país como la represión del 2001 y el asesinato de Darío y Maxi.
Ya no faltaba mucho para que se cumplan las tres horas de show, ya no faltaba mucho para el final pero aún quedaban himnos que no podían faltar, y “Somos” se hizo presente en la impecable lista que combinó a la perfección la discografía de la banda.
Otro emotivo momento llegó con “QNSR” donde se volvió a repetir lo que resuena en las calles: que la música no mata!
“La espada del recelo” y “Que salte la banca” sellaron el final. Marcaron que el tan esperado sueño fue cumplido, que el expresó a la locura no tiene techo y que el amor fue tan bien hecho, tanto arriba como abajo del escenario, que infinitas son las gracias.