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Red Internacional
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OPINIÓN. Salta, la hispana

Las calles coloniales de la ciudad de Salta son angostas y sus casas clásicas reflejan la belleza de la arquitectura barroca de finales del siglo XVI que se proyecta, de forma espectacular, en las fachadas de sus iglesias.

Martes 7 de octubre de 2014

Hay toda una generación de mochileros que ha transitado estas calles en su peregrinación a Bolivia y ha disfrutado de su enorme oferta de museos, de bares y espectáculos. La ciudad de cuatro siglos los recibe con los brazos abiertos y les muestra, orgullosa, todo el fulgor de su historia: por aquí se pueden ver a los tres niños incas momificados del volcán de Llullaillaco; por acá se observan los estandartes arrancados al ejercito realista durante la Batalla de Salta; más acá están las exposiciones artísticas de la casona francesa del Museo de Bellas Artes. Bienaventurados los visitantes, pues de ellos es este reino de los cielos. Pero a poco más de 400 km de “la muy noble y muy leal” se encuentra El Bobadal. No hay calles prolijamente adoquinadas, ni balcones sevillanos, ni cosa digna de admiración o regocijo de la vista. Hay apenas tres edificios sobre el suelo arrancado al monte virgen: la escuela donde fue asesinada la maestra Evelia Murillo, la casa de José Tomas Cortez y la casa de la madre de 18 años que Cortez había querido abusar y que Evelia intentó proteger. Los contrastes mas fuertes de esta provincia no son los climáticos sino sociales, pero esos no salen en los anuncios de las agencias de turismo.

Piel de cobre, suerte negra

Más de la mitad de los hogares rurales de la provincia se reconoce descendiente de algún pueblo originario. El departamento de General San Martín, donde Evelina fue asesinada, encabeza el ranking provincial de población indígena. Según datos de UNICEF, el 57.4% de estos hogares tiene las necesidades básicas insatisfechas (NBI). Mal vividos y jodidos, los mas pobres entre los pobres se ganan la vida siguiendo la ruta de las cosechas de frutos, azúcar y algodón y arrancándole al monte la poca caza y pesca que todavía puede sacársele. De estos hogares dispersos acudían los alumnos a la escuela albergue donde Evelia Murillo hacía malabares para darles de comer con tres pesos por día como cuenta la emotiva carta de Norma Sanchez. El color de la piel es el mas eficaz documento de identidad y a los pobres urbanos no les va mejor que a sus pares del campo. De un estudio realizado por ISEPCi sobre 58 mil hogares, el 44.65% se encuentra en la pobreza. La belleza del centro turístico se diluye mientras uno se adentra en los arrabales miserables donde campea la mas espantosa brutalidad policial, ligada a los negocios de la trata de personas y al narcotráfico.

Policías en acción

El año pasado Juan Estrada estaba mirando un partido de Boca, escuchó que alguien gritaba afuera

  •  ¡Pendejos de mierda no se hagan los prepotentes que los vamos a cagar a tiros!

    Salió a ver que pasaba. Un patrullero en el que iba un grupo de policías alcoholizados abrió fuego a quemarropa sobre unos de los pibes. Juan vio como le apuntaban al pecho y se dio vuelta para huir. La bala le entro por la espalda y rompió su médula. La ambulancia tardó casi una hora en aparecer en el lugar. Juan Estrada quedó parapléjico y las calles del norte de la capital siguen siendo vigiladas por los mismos policías, que estuvieron brevemente detenidos pero ahora están en libertad a la espera del juicio. No es el único caso. El pasado 24 de junio se movilizó la Comisión de Familiares contra la Impunidad en Salta, organismo que agrupa a las victimas de la brutalidad policial. Denuncian que en las comisarías salteñas las confesiones obtenidas mediante tortura son una moneda tan corriente que ni se toma en cuenta a la hora de medir los ascensos: los investigadores del caso del doble homicidio de las turistas francesas fueron promovidos por su participación en el caso, a pesar de que se comprobó que varias de las declaraciones que habían conseguido las habían arrancado quemando carne humana con una picana.

    La política tradicional, entre el rugby y la iglesia dominical

    Juan Manuel Urtubey gobierna una de las tres provincias donde sigue vigente la enseñanza religiosa en las escuelas públicas. A los 18 años era rugbier del Seleccionado Mayor Salteño, en la foto del equipo se ven los cuerpos atléticos y las pieles blancas de la flor y nata de la juventud oligárquica salteña. Se recibió de abogado en la UBA siguiendo los pasos de su padre, que encabezó la Corte Suprema provincial. Ahora tiene 45 años este joven delgado de sonrisa perfecta, que posa para las fotos con Cristina Kirchner o la hija de la dueña del Grupo Clarín sin dejar de mostrar los dientes. Se lleva muy bien con Daniel Scioli y quiere ser presidente aunque estos dos enunciados por el momento parezcan contradictorios. Sus funcionarios, cuando no son del Opus Dei, son del romerismo o del Partido Renovador de Salta cuyo fundador fue Roberto Ulloa, gobernador de facto de la provincia durante la dictadura militar. En el punto primero de su carta de principios, el PRS dice que “el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es el destinatario de todas nuestras acciones”.

    En su punto segundo declaran que la familia “es preexistente al Estado” y se oponen al aborto “porque creemos en la vida”.

    La arquitectura episcopal del statu quo

    Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, le escribe al Papa Francisco sobre la colecta anual de Caritas en su provincia. Firma al pie del texto “Mario Cargnello, su indigno arzobispo” y se lamenta haber colectado solamente 270 mil pesos. No aclara cuánto de los casi 40 mil pesos que percibe de salario exento de impuestos que le paga el Estado Nacional (producto de un decreto de Videla del año ‘79) puso en la colecta. “Eso es un secreto de confesión”, podría retrucar. Mientras en el Congreso Nacional se sancionaba la Ley de Matrimonio Igualitario, el indigno arzobispo convocaba a los católicos a ganar las calles de Salta porque “llamar a cualquier unión matrimonio, es degradarlo”. Cargnello está al frente de una verdadera legión de curas y catecistas, con 31 colegios privados financiados por el Estado, casi 150 parroquias, iglesias y capillas, una veintena de casas de religiosas y un monasterio femenino entre otras maravillas que son, a la vez, rentables puntos turísticos. Una pesada herencia de la época colonial que el PJ, la UCR y el PRS se empeñan tozudamente en mantener.

    El sitio de la Jerusalén del NOA y las yihadistas ateas

    Se espera que entre 20 mil y 30 mil mujeres marchen hacia Salta para el Encuentro Nacional de Mujeres. La provincia de la Cruz y la Espada les viene preparando un caluroso comité de recepción. Una carta a la ciudadanía salteña firmada por la organización Bastión del Norte por la Familia y la Vida alertaba sobre la tormenta que se avecinaba sobre la moralidad pública. Declaran que el año pasado en la provincia de San Juan “la lascivia agresiva tomó cuenta de la calle. A su paso, las vandálicas hordas abortistas feministas, dejaron la ciudad plagada de pintadas blasfemas, inmorales y llenas de odio: ‘¡Aborto legal ya!’, ‘Iglesia que arde es la que mejor ilumina’ y aún ‘Apostasía colectiva’, son algunos de sus slogans anticristianos”. En el día de ayer “un grupo de jóvenes salteños” (así es la forma en la que se autodefinen) lanzó la campaña #CUIDADOSALTA donde alertan la inminente disolución de la familia.

    La convocatoria hacia el encuentro de la agrupación de mujeres Pan y Rosas refleja crudamente las historias detrás de los femicidios que ocurren en Salta diariamente: “Clara Ovando, 47 años, asesinada a golpes por su pareja, encontrada el 12 de septiembre enterrada en la cocina de su casa en Embarcación. Cinco días antes en Orán fue hallada Evelyn Rivero, asesinada por su expareja tras resistirse a una violación. El cuerpo destrozado de Abigail Antelo, 17 años, encontrado el 4 de septiembre en Yacuiba, 11 días después de su desaparición. Son sólo algunos de los nombres que le ponen rostro a las frías estadísticas”. La Iglesia que se horroriza por los supuestos peligros lesbicos del Encuentro y su influencia en la destrucción del núcleo familiar parecen no escandalizarse en la misma medida cuando ese mismo núcleo es reventado a las trompadas por un marido homicida. El discurso cruzado de la moral se estrella con la realidad. Organizaciones que militan mas presentando amparos para demorar abortos necesarios para casos de violación y amparados por resoluciones de la Corte Suprema que comedores pastorales, la mística de los guerreros de Cristo Rey pasará en la próxima semana una dura prueba.

    El blasón de Salta

    En el escudo de la ciudad de Salta ostenta una alabarda un Conquistador español. Hasta 1938 también tenía a un indio semi desnudo que amenazaba al símbolo de la civilización con su arco y sus flechas impías. Al calor de la confrontación que se avecina no sorprendería que ahora quisieran incluir a una guerrera amazona lanzando dardos de misoprostol. La Jerusalén argentina espera la llegada de 30 mil invasoras. Con el doble de ese número Saladino de Damasco recuperó Tierra Santa para los musulmanes durante la Tercera Cruzada. Se sabe que en estas tierras, desde las guerras napoleónicas a esta parte, las batallas campales han sido siempre un poco menos espectaculares que en el Viejo Mundo, pero no menos determinantes. El conquistador del blasón de Salta prepara su alabarda, impaciente y no sin temor, se dispone a defender la ciudad que la oligarquía y la Iglesia moldearon a lo largo de cuatro siglos de opresión y racismo. Salta, la hispana, no se convertirá en una Salta de los trabajadores y los pobres sin dar la pelea.