Con un corte del puente que une San Lorenzo y Puerto San Martín, las familias que viven a la vera del arroyo reclamaron ayuda por las consecuencias del temporal.
Domingo 25 de octubre de 2020 09:59
Con las intensas lluvias de la madrugada, muchas de las 16 familias perdieron lo poco que tenían. El agua bajó desde la ciudad y, por falta de obras, en vez de desembocar al arroyo ingresó a las casas de las familias, inundándolas con hasta medio metro de agua. Ni la municipalidad de San Lorenzo ni la de Puerto San Martín ofrecieron ninguna respuesta.
"Soy Emilia, tengo 5 chicos y se me inundó toda la casa. Tuve que romper el baño y rompí la pared de atrás para sacar el agua, pero perdí todo. Gracias a los vecinos que me ayudaron a sacar los chicos porque no sabía que hacer. Imaginate: sola, con todos los chicos ahí adentro, con el agua hasta la cintura, estar perdiendo todo, se me mojó todo, la ropa, los colchones, se me fue todo."
Los bomberos recién llegaron a las 11 de la mañana, después de la tormenta. La municipalidad pasó varias veces con su móviles sin detenerse. Los vecinos contaron a La Izquierda Diario que, cansados de la falta de respuestas, decidieron cortar el puente: "Hoy cortamos, hicimos un piquete porque no hubo respuesta de ningún tipo. Ni de Puerto ni de San Lorenzo se presentó nadie, nos dejaron a la deriva a todos los vecinos de acá abajo. Acá hay ancianos, hay enfermos. Solo apareció la policía a decirnos que si no levantábamos el piquete íbamos todos presos. Hace una banda está el barrio este. Pero pueden venir y toparnos las casas y tenemos que salir, y ¿a dónde vamos a ir? Somos muchas familias acá. Hay personas que tienen chicos, es feo estar pasando por esto. No se ponen en el lugar del otro"
Las pocas cosas que pudieron recuperar fue gracias a la solidaridad de los vecinos que se acercaron. Impulsan una colecta para recuperar parte de lo perdido, especialmente ropa y colchones.
En la región, para los trabajadores crece la desocupación y la pobreza. Pero los empresarios siguen ganando y sacando millones por los puertos de las cerealeras. Los gobiernos le dan la espalda a las familias que pasan necesidades, pero al igual que en Guernica o en las tomas de Magaldi y de Tío Rolo de Rosario, las familias trabajadoras buscan organizarse para pelear por un lugar donde vivir dignamente.