Una vez más, no ganó San Lorenzo. Después de la vergonzosa eliminación en Copa Argentina, el Ciclón perdió puntos de local con Platense, tras ir 2 - 0 arriba. Momentos de tensión en todo el partido.
Sábado 16 de abril de 2022 23:19
El equipo no pudo sostener la ventaja y quedó devastado. Foto: Marcelo Carroll para Olé.
De quien nada se esperaba...
Ni siquiera puede tildarse de decepcionante el partido del conjunto azulgrana, ya que, después de lo visto por Copa Argentina... Nulas posibilidades había de un cambio sideral.
Con la normalidad acostumbrada, San Lorenzo parecía salir a romperla, pero duró un suspiro. Rápido, a los 7’ consiguió la ventaja por medio de Yeison Gordillo, mediocampista devenido en goleador del equipo.
A partir del gol tuvo un par de situaciones más, pero no muy claras.
Platense intentó y tuvo varias muy claras, que extrañamente Gonzalo Bergessio (ex San Lorenzo, “guiño, guiño”) erró. Como nota al pie, por todos los “errores” de definición que tuvo, salió aplaudido.
Gracias a una jugada rara, donde pareció haber falta de un jugador de San Lorenzo, tras un pase clínico de Néstor Ortigoza, Bareiro enganchó en el área y metió un muy buen gol. Iban 42’ y el primer tiempo se moría.
El segundo tiempo fue un golpe de realidad, directo en la cara. El conjunto azulgrana, como siempre, tuvo problemas físicos. Resistió hasta los 60’, después fue muy notorio el abismo que separaba la preparación física de los dos equipos.
Y la debacle se metió en el Pedro Bidegain. A los 9’ en una jugada muy rara, con un córner enviado al área chica y tras unos rebotes Andrade la metió y estampó el 2 - 1.
Centurión pudo haber convertido el 3 a 1 en la más clara de San Lorenzo, pero le erró al arco.
El cansancio azulgrana era más que evidente, no existieron los contraataques, ya que ante el avance... Lo jugadores frescos de Platense rodeaban y neutralizaban a los lentos del local.
A los 28’ Mansilla concretó el empate, pateando al palo de Torrico, que se tiró para el otro lado. El único error del 12.
En cuanto a lo deportivo, San Lorenzo metió muchos cambios que poco y nada influyeron en el juego (para bien) y desde el empate, la sensación era que en cualquier momento Platense lo ganaba. Se diluyó el encuentro y el conjunto de Vicente López saco un punto importantísimo de cara a los descensos 2023 (ante un rival directo; sí, a esto llegó San Lorenzo).
El rincón del hincha
Después de la derrota del miércoles, la mayoría estuvimos enojados, tristes... Algunos lloramos el jueves, no por un partido; por el presente de un club arrasado.
Desde el calentamiento, la gente se descargó contra los jugadores y dirigentes. Durante los 90’ se hizo lo mismo.
La sensación que flotaba en el aire viciado y pesado que se respiraba en el tenso Bidegain era la de varias teorías basadas en una serie de premisas:
-La tensión que había contra dirigentes y jugadores, hacia que todos los comunicadores hablen de “no hacer quilombo, ni caer en provocaciones”.
- A los jugadores se les pidió desde la dirigencia que no lleven sus autos.
Entonces de esto se desprendía que: esperaban que la gente, común y corriente, el hincha... Genere disturbios ante un muy posible resultado negativo (lo que todos sabíamos iba a suceder, ya que este equipo no le gana a nadie).
La otra, más aceptada entre los que nos cruzamos, los amigos... Nuestros compañeros de cancha era que: la dirigencia iba a generar algún quilombo para que los próximos partidos de local se jueguen sin público y así resistir hasta que “algo pase y todo se arregle de alguna manera” (?).
Para llevar a cabo esta última, ya que un dirigente no puede ir y generar violencia deberían recurrir a estrategias más solapadas (en realidad, no tanto, son de manual).
A los hechos me remito: en el primer tiempo, los barras bajaron a un par de personas a la piñas (en grupo, como siempre) y las golpearon bajo la popular local. Ahí corrieron todos los efectivos para “poner orden”, cuestión que podría haber terminado -conociendo a la policía- en un desastre de proporciones masivas.
En el entretiempo varios dirigentes, que parecen bañarse en vaselina y todo les resbala, suponían que su presencia no iba a despertar reclamos e indignación. Los plateístas los echaron después de algunas piñas para un lado y otro. Desde ya, los diriempresarios respaldados por la seguridad (que muchos aseguran que son barras con camperitas amarillas).
Durante todo el partido, llamativamente “el jugador del partido” fue la barra, que no paró un minuto en tapar a la gente cada vez que atacaba a sus empleadores, Lammens-Tinelli. En 12 años jamás se escuchó tanta efervescencia y energía de parte de los dueños de los bombos, del primero al último.
Cuando finalizó el partido, con el resultado puesto y el repudio de la gente a todos y cada uno, dirigentes, jugadores, cuerpo técnico... Sucedió “el” hecho más ilustrativo tanto de la realidad del club, como de qué lado está cada uno. Los socios fueron a manifestarse contra Lammens desde el alambrado que separa la popular de la platea norte (sector al que van los dirigentes).
Más allá de un pequeña rotura del alambrado, no había más violencia que la de las palabras. Pero allá fueron, montones de policías que se ubicaron del lado de la platea. Quienes devastados nos quedamos más tiempo en la tribuna (yo en la visitante) veíamos como la barra estaba clavada en el centro de la popu local, sin moverse... hasta que para mediar entre los verdaderos hinchas y el alambrado, bajaron y le pegaron a montones de personas. Claramente en un gesto de cariño a la dirigencia.
Alguien decía en Twitter que era por “un par de camperones”. No, la indumentaria oficial que no sale a la calle se vende en la app que todos conocemos. La ropa de utilería, que “donan” los jugadores se vende en el mismo lugar a precios irrisorios. La indumentaria “trucha” que se vende en el estadio, la venden los mismos. Y las entradas a la popular por 3000 pesos, también.
Hay mucho que perder para un sector de choque al que los colores solo le importan en función del negocio que puedan hacer. Ni hablar si tu empleador es un ministro, que maneja una caja importante.
Desde ya, no se van a encontrar facturas que acrediten lo que todo el mundo sabe. La historia de las barras al servicio de... Es tan vieja como su misma constitución en actores del fútbol.
Queda en la tristeza lo sucedido hoy. El nivel de devastación anímica que manejamos los hinchas del Ciclón es impresionante. Somos los únicos que podemos cambiar este presente, que en el futuro, nos lleva sin escalas a la B como hecho leve; la incertidumbre de cómo terminará la institución ante la destrucción total de instalaciones, equipos de los diferentes deportes y el intento de desaparecer la vuelta a Boedo.
A estas horas, se presentaría un pedido de derecho de admisión a los 400 hinchas que se manifestaron contra la dirigencia, cuestión que jamás se hizo con los barras.
Socio refundador 12870.