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Red Internacional
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Emergencia educativa. San Martín: luego de la tormenta, escuelas bajo el agua

La secundaria 22 "Rosario Vera Peñaloza", de Villa Ballester, tuvo que ser contenida con baldes para cubrir las goteras que atravesaban el tendido eléctrico del lugar. Dejó en evidencia la desinversión educativa en infraestructura.

Miércoles 9 de marzo de 2022 21:24

En plena tarde, y con la comunidad educativa adentro, docentes y estudiantes que caminaban por los pasillos se vieron obligados a esquivar recipientes llenos de agua que contenían las goteras del techo. En otros sectores de la misma escuela había cartones en el piso para no seguir distribuyendo el agua por el resto del establecimiento.

Cómo se puede ver en el registro fotográfico, un sector del “ala Balcarce” de la escuela, se encontraba con baldes y diversos recipientes para juntar agua que filtraba del techo. Estás goteras representan un peligro ya que se encuentran sobre los caños de electricidad.

El “Vera Peñaloza” es una de las unidades académicas más grande del distrito. Albergando todos los niveles educativos, desde jardín hasta formación terciaria; y desde ya las goteras no son el único problema.

Esto no es ninguna novedad, es un problema que viene desde hace años. Se hacen arreglos superficiales, lavadas de cara, pero los problemas realmente graves persisten.

Resulta inaceptable que las escuelas de la Provincia de Buenos Aires no puedan tolerar un día de lluvia. Lo cual ocurre obviamente por la poca o nula inversión en obras de infraestructura de parte del gobierno provincial y nacional.

Desde el año pasado que los vidrios del subsuelo se encuentran rotos y la solución, pese a sucesivos reclamos, fue poner cartones para frenar la corriente de aire. ¡Si, cartones!

El contexto de esta situación está enmarcado en una política de ajuste que viene profundizándose gobierno tras gobierno en educación; pero ahora se encuentra en un punto de quiebre: mañana se vota en diputados un nuevo pacto de coloniaje con el Fondo Monetario Internacional.

Las pautas que pone el FMI para cerrar el acuerdo implican ajustes brutales en todos los sectores, que obviamente recaen en la clase trabajadora.

En estas situaciones, la educación siempre es variable de ajuste y no podemos permitirlo. Esto ocurre mientras las direcciones sindicales, como la de SUTEBA de Baradel, que son parte del gobierno, miran para otro lado.

Hay que parar con la precariedad en la educación y la naturalización que quieren imponer los gobiernos de que haya cartones en vez de vidrios o paredes electrificadas.

Desde la docencia nucleada en la agrupación Marrón (militantes del PTS y trabajadores de la educación independientes) mañana marcharemos, junto a miles, en las calles para decirle ¡No al FMI, No al pago de la deuda!. Pero también nos estamos organizando en las escuelas contra el ajuste y en pos de recuperar el Sindicato como herramienta de lucha y no un ente de los trabajadores al servicio del gobierno como lo tiene la Celeste. ¡Sumate!