El incumplimiento en el pago de haberes de los choferes que sólo han recibido el 50% del sueldo del mes de abril motivó un paro por tiempo indeterminado que ya lleva varias semanas.
Viernes 29 de mayo de 2020 20:55
Hace semanas, en San Nicolás como en otras partes del país, el transporte público se encuentra paralizado. A raíz de la situación, tanto el monopolio de Vercelli como la conducción sindical continúan sosteniendo que el problema sólo puede resolverse si el Estado envía subsidios que permitan hacer frente a la obligación de pagar los salarios.
"Hoy no disponemos de los ingresos necesarios para afrontar la situación. La única solución que vemos es que el Estado Nacional se haga cargo. Estamos completamente desfinanciados y no podemos hacernos cargo de los compromisos que tenemos", explicó Lorena Vercelli. Los empresarios del sector del transporte, como siempre llorando miseria, vienen exigiendo la creación de un fondo adicional de dos mil millones de pesos para repartirse entre las empresas del interior del país.
Las negociaciones se venían desarrollando a nivel nacional entre la UTA, la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) que nuclea a las patronales del sector y el Ministerio de Transporte de la Nación.
Sin embargo, desde el gobierno anunciaron que no habrá nuevos subsidios nacionales y transfirieron la gestión a las jurisdicciones provinciales.
Mientras tanto, los trabajadores -a los que llaman esenciales- siguen sin percibir sus salarios y en una situación desesperante. Esto se vio reflejado en la enorme movilización de colectiveros y colectiveras que irrumpió en las calles de la ciudad de Rosario en el día de ayer.
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En nuestra ciudad, la directora de EVHSA no se cansa de repetir que se encuentran en una situación difícil debido a la baja de usuarios producto del aislamiento obligatorio y que "sin el financiamiento del Estado no podemos cumplir con nuestra obligación de pago". Pero todos saben que se trata de una empresa que recibe subsidios millonarios que representan el 50% de sus ingresos. Por el contrario, lo que pretenden es seguir llenando sus bolsillos poniendo a los trabajadores y usuarios de rehenes.
Vercelli ha demostrado que no es capaz de brindar un servicio barato, de calidad y pagar al día los salarios. Pero si de verdad no llega con los costos, debería abrir los libros contables para demostrar su crisis. El transporte público no puede seguir estando en manos de empresas privadas que sólo velan por su sed de ganancias.
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Para tener un transporte de calidad y que sea accesible al bolsillo de los usuarios, en su mayoría trabajadores, jubilados y estudiantes, es necesario estatizar el servicio de transporte y ponerlo bajo gestión y control de sus trabajadores y usuarios, los únicos interesados en que funcione eficientemente y al menor costo. El transporte, al igual que los servicios públicos fundamentales para la sociedad, no pueden estar sujetos a la lógica de lucro de unos pocos, sino que deben estar puestos al servicio de mejorar la calidad de vida de las grandes mayorías.
