El Gobierno quiere que la investigación de los abusos perpetrados por la Iglesia no sean investigados por una comisión parlamentaria, sino que sea el Defensor del Pueblo, junto a uno comisión de “expertos” y la propia acusada, la Iglesia, quienes investiguen y presenten los resultados.
Lunes 7 de febrero de 2022
Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participa este domingo en un mitín en León por la campaña a las lecciones autonómicas del próximo día 13 de febrero. EFE/J.Casares
La polémica por los abusos de menores por parte de l a Iglesia sigue estando presente en la agenda política.
La Conferencia Episcopal había mostrado su rechazo a la comisión de investigación en el Congreso, junto con el PP y VOX. Ahora el PSOE se desliga también de esta opción y confía en que esta nueva comisión independiente sea respaldada por el resto de grupos parlamentarios ya que considera que es el formato más deseable para reparar y solucionar la situación de las víctimas.
¿Y cuál es ese formato más deseable? El PSOE ha propuesto una iniciativa para que sea el defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, junto con una comisión independiente quienes investiguen los abusos a menores dentro de la Iglesia.
En esta comisión podrán reunirse tanto representantes de administraciones públicas como víctimas y miembros de la Iglesia. Es decir, con la complicidad del Gobierno, la Iglesia seguirá teniendo vía libre para participar en la investigación de los casos de pederastia llevados a cabo en su propio seno.
“Evitar la exposición” es la justificación que da Sánchez para defender esta Comisión de expertos, pero los propios afectados reclamaron hace unas semanas tras una reunión con Unidas Podemos que esta comisión se realizará en la Cámara Baja. Algunos testimonios muestran la desconfianza y el miedo que tienen a que esta investigación no se tome en serio y todo acabe siendo un paripé.
Hasta ahora las supuestas investigaciones de los obispos españoles realizadas a puerta cerrada no han tenido jamás las repercusiones necesarias. La opacidad de estas investigaciones junto con la impunidad de los agresores ha provocado en los últimos años el aumento de la organización y denuncias de las víctimas que siguen reclamando verdad, justicia y reparación.
Es necesario seguir reclamando una verdadera separación de la Iglesia y el Estado para que se cumpla con las investigaciones y las condenas necesarias, además de sacar las ideas retrógradas y oscurantistas de las aulas de esta institución y del espacio público.
