Hace 500 años atrás, habían llegado a las costas de Santa Cruz, las naves provenientes de España y al mando de Hernando de Magallanes. Es el inicio del avasallamiento de los pueblos originarios de la Patagonia y Esteban Lehue Sandoval, escribió un cuento breve, referido al crucial momento de encuentro entre los conquistadores y sus habitantes ancestrales.
Ernesto Zippo Trabajador de Correo Argentino | MAC Rio Gallegos - Sta Cruz
Domingo 1ro de noviembre de 2020 21:40
Imagen: Portada del libro "El origen del viento" de Federico Rodríguez, Omar Hirsing y Germán Pasti.
Hernando de Magallanes llegó a las costas de la actual localidad de Puerto San Julián, en Santa Cruz el 31 de marzo de 1520. Dos días después realizó la primera misa católica en la Patagonia. Él y sus hombres buscaban una comunicación marítima entre el océano Atlántico y el Pacífico. Fue además el encuentro entre los pueblos nativos y los conquistadores españoles, que desencadenó las masacres venideras.
Esteban Lehue Sandoval es licenciado y periodista, que reside en la localidad de El Calafate. Hace unos meses atrás publicó su libro de relatos breves titulado “La vida incomoda” y el 18 de octubre pasado, presentó su cuento “Ecos del silencio”, inspirado en aquel encuentro entre los españoles y un nativo de la Patagonia.
Desde La Izquierda Diario reproducimos el cuento de su autoría.
Ecos del silencio
Hace 500 años, en esta zona del sur de la Patagonia, un hombre divisó la llegada a la costa de una nave marítima gigante. Vió a lo lejos, los llamativos movimientos de esos hombres, que envueltos en sus extravagantes atuendos y algo contrariados, desembarcaban en el lugar.
Algo le indicó que no debía acercarse. Más tarde, al reencontrarse con los de su clan les contó lo ocurrido y esto causó sorpresa. Todos quedaron estupefactos, salvo el viejo Llanco, quién contó que siendo más joven, alguna vez había soñado con este momento. Con atención, todos los rodearon y escucharon con lujos de detalles el relato de sus recuerdos, que increíblemente coincidían con cada detalle del actual desembarco.
Entonces uno de los jóvenes consultó al anciano -¿Pero entonces, que deparará el futuro?- le dijo. El anciano miró la estepa y suspendió las palabras por algunos segundos. Parecieron siglos.
Se cuenta, que hasta el día de hoy nunca se ha vuelto a escuchar un silencio tan desgarrador y tan profundo en la Patagonia Sur. También dicen, que en tiempos de desgracia en esta tierra, los misteriosos instantes de silencio; son sólo ecos de aquel momento crucial.