En la mañana del jueves se realizó una asamblea pública en la Subsecretaría de Niñez, organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia.
Domingo 10 de noviembre de 2019 21:31
La discusión de la asamblea giró en torno a dos puntos, lxs trabajadorxs precarizadxs (que en la provincia se calculan que son 4500) y el recorte presupuestario que tiene la subsecretaría. Que el Estado tenga trabajadorxs precarizadxs implica una debilidad con su patrón, el mismo Estado; una práctica vergonzosa pero muy naturalizada. Es normal encontrar en estas secretarías y ministerios gente que lleva años trabajando en esta situación, renovando contrato cada tres meses y facturando en una empresa para la que no trabaja.
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La asamblea fue convocada por delegadxs de ATE, pertenecientes a la Lista Violeta independiente de las conducciones gremiales. Las direcciones de ATE y UPCN vienen dilatando el conflicto en pos de la “transición ordenada” del gobierno “socialista” (que de socialista no tiene nada) al gobierno de Perotti.
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La cuestión del presupuesto en la Subsecretaría también es deplorable: hogares superpoblados, chicxs mal alimentados. Si esos lugares se mantienen es más por trabajadorxs que, aun estando precarizadxs, ponen plata de su bolsillo para que lxs chicxs tengan algo que comer. Son claras y deplorables las políticas que tiene el Estado para la niñez y juventud de los sectores populares más golpeados.
La Izquierda Diario habló con trabajadorxs precarizadxs de la Subsecretaría y los hogares de la provincia: Enzo, psicólogo social y trabajador del organismo, Natalia, psicóloga social, Florencia, psicóloga integrante de un equipo técnico y Sol, acompañante de un hogar.
Bueno, primero preguntarles en qué ministerio trabajan y en qué situación están.
Enzo: Somos trabajadores y trabajadoras precarizados de la Subsecretaría de Niñez que depende del Ministerio de Desarrollo Social. Estamos hoy en una jornada de asamblea pública donde estamos intentando hacer valer nuestros derechos como trabajadores, aunque todavía no reconocidos por estar contratados y precarizados, y por eso pedimos el pase a planta permanente, entre otras cosas.
¿Cómo viene la lucha por el pase a planta permanente? ¿cómo son sus condiciones estando precarizados acá?
Florencia: Nosotros estamos precarizados absolutamente, no tenemos ni siquiera contratos, por lo tanto nuestra situación está realmente colgando de un hilo porque con el cambio de gobierno y la transición que están pidiendo, nosotros quedamos sin ninguna respuesta. No tenemos vacaciones, aguinaldo, obra social, aportes jubilatorios; por ejemplo, hay una compañera embarazada que no sabe si le van a dar licencia o no.
Nos estamos organizando ahora, surgió de la gente del Ministerio de Producción. Una autoconvocatoria de los mismos trabajadores, ya que no estamos teniendo ninguna respuesta de los gremios, ni de ATE ni de UPCN.
¿De qué se trató la asamblea de hoy?
Natalia: Se trató específicamente de la situación de las y los trabajadores de niñez, no solamente estamos en absoluta precarización laboral, sino que también hay una falta enorme de recursos tanto materiales como humanos. Nosotros trabajamos con niños, niñas y adolescentes en situación de vulneración y a su vez se les vulnera sus derechos a los trabajadores y trabajadoras. Una situación que es caótica por donde la mires.
¿Hace cuantos meses o años se encuentran ustedes y sus compañeros en esta situación de absoluta precariedad?
Florencia: Estamos desde hace cuatro años, tenemos compañeros que están hace ocho años, cumpliendo distintas funciones. Porque acá en la irregularidad nos van pasando de una función a otra. A veces trabajamos en un equipo, a veces en otro, nos van moviendo en función de sus conveniencias y en función de quien esté de turno.
¿Cómo se expresa esta precariedad en el trabajo con los niños?
Sol: Por la pregunta anterior, yo personalmente trabajo hace tres años y algunos meses. Cuando empecé a trabajar cobraba $63 la hora, hoy, tres años después, apenas se dobla el salario. Cuando inauguramos, abrimos y sostuvimos hasta el día de hoy la institución en la que estoy. No sólo que el Estado precariza a la planta de trabajadores sino que también al edificio porque abrió un lugar en el que teóricamente, en papeles, no existía absolutamente nada, más de siete o diez comidas diarias eran fideos con aceite. Hemos tenido que salir a comprar sal o comprar un kilo de carne picada para que los chicos y las chicas institucionalizadas tengan otro menú.
Florencia: De las plazas que hay en los hogares, están sobrepasadas. No hay dinero para la movilidades, lo que implica que también que no haya vinculaciones de los chicos con sus familiares, no hay dinero para pagar espacios terapéuticos, porque en lo público los psicólogos, las terapias, están súper recortadas también. Tienen zapatillas que comparten, comparten los calzoncillos, las bombachas porque no hay ni siquiera plata para que tengan su ropa interior. La situación la verdad que es lamentable, desde nuestro lugar de trabajadores y desde el lugar de los chicos a quienes les tendríamos que restituir los derechos que también les están sacando y vulnerando.
¿Qué opinan de las convocatorias y cómo viene surgiendo la organización de los trabajadores?
Enzo: Creo que es muy necesaria la autoconvocatoria debido a que los tiempos se han extendido demasiado, los trabajadores y trabajadoras nos estamos organizando para hacer valer nuestro derechos, exigiendo lo que nos corresponde, vamos a seguir apoyando la lucha.
Sol: El estado provincial tiene una deuda con todos nosotros y nosotras que es lo que estamos exigiendo. Que es el pase a planta. Se tiene que hacer cargo la gestión actual, y si la gestión actual no se hace cargo, vamos a hacer todo lo posible para que se haga cargo la próxima gestión. Vamos a seguir dando luchas en nuestros puestos de trabajo hasta que se reconozcan nuestros derechos.
El “pacto social” y la “transición ordenada” pretenden esconder la complicidad de gobiernos y sindicatos para seguir despidiéndonos y precarizándonos, mientras se benefician los de siempre, las y los trabajadores de Niñez tienen razones de sobra para organizarse.
