"Estudiantes K (superados) se pliegan a tomas trotskistas" fue el título del diario Alfil. La "tribuna de doctrina" local contra toda lucha que surja, dice sus medias verdades, con el objetivo de decir mentiras completas.
Viernes 31 de agosto de 2018 16:50
En el contexto de la profundización del conflicto universitario y la extensión de las tomas estudiantiles- al día de hoy permanecen tomadas seis facultades y el Pabellón Argentina-, el diario Alfil publicó una nota titulada "Estudiantes K (superados) se pliegan a tomas trotskistas", que en su bajada precisa "tras mantenerse indefinidos frente al avance de las juventudes universitarias del FIT (y aliados), La Bisagra y La Mella decidieron apoyar activamente las tomas de facultades en la UNC".
El diario, que a esta altura podríamos considerar una verdadera "tribuna de doctrina" local contra toda lucha que surja, dice sus medias verdades, con el objetivo de decir mentiras completas.
Que las organizaciones kirchneristas y pan-kirchneristas (que actúan diluidas en las primeras) vienen boicoteando las medidas de lucha no es una novedad para ningún/a estudiante que se haya acercado a cualquier asamblea de las decenas que empiezan a extenderse en las facultades. Desde el primer momento vienen tratando de frenar las medidas de lucha más radicales y la entrada en escena del movimiento estudiantil con sus propias demandas, porque buscan preservar el statu quo de la universidad y las gestiones decanales, muchas de las cuales los tienen como aliados.
Más en general, vienen intentando evitar que el conflicto universitario desborde los límites establecidos por las conducciones sindicales kirchneristas como ADIUC en Córdoba y CONADU a nivel nacional, que más temprano que tarde buscarán las condiciones para negociar un acuerdo por debajo del 30 % exigido, y limitar la perspectiva de que el conflicto derive en una extensión más general de las luchas que impacte en la situación nacional.
Esta política de contención de las organizaciones estudiantiles k viene siendo jaqueada por la dinámica que cobra el conflicto en el marco del ajuste general en curso, expresado tanto en el avance de los sectores que quieren luchar como en la ofensiva reaccionaria de los decanos que impulsan acciones de "lock outs"-cerrando pabellones para evitar las tomas- y hasta enviando la policía contra las asambleas como el caso de Barrera Buteler.
En este marco, el Alfil, preocupado por la crisis de esta política de contención, da cuenta del giro que tuvieron que dar estas organizaciones acusándolas de hacerle seguidismo al trotskismo. "En altas horas de la noche del martes, el acceso al Pabellón Argentina fue forzado por militantes de los distintos sectores de la izquierda universitaria, que ocuparon el hall central del mismo junto a miembros de agrupaciones como La Bisagra, La Mella y Movimiento Sur. Estos últimos abandonaron horas después la toma que conducían las agrupaciones trotskistas. En la jornada de ayer, sin embargo, tanto La Bisagra como La Mella, espadas estudiantiles del kirchnerismo universitario, decidieron plegarse a la modalidad del FIT y sus aliados. Además de revalidar la toma del Pabellón Argentino, promovieron activamente la ocupación de las Facultades de Ciencias de la Comunicación y de Ciencias Sociales en las respectivas asambleas estudiantiles".
Conociendo el paño, nos animamos a traducir esta "caracterización" a sus intenciones políticas: denunciar la supuesta versión local de la "alianza kirchnero-trotskista" de la que bizarramente habló el Ministro de Educación Finochiaro.
Pero las agrupaciones k y sus satélites no "siguen al trotskismo", sino que se reubican frente al avance de un movimiento estudiantil que identifica cada vez más la defensa de la lucha al cuestionamiento de las burocracias estudiantiles como Bisagra y Franja Morada. En las asambleas se generaliza el canto "se va a morir la burocracia estudiantil", y más de uno refresca en su memoria la vieja frase "con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes." La Bisagra y sus satélites no pueden quedar gratuitamente pegados a los gendarmes estudiantiles de Franja Morada, al menos no sin grandes costos políticos.
Pero más profundamente, lo que se pone en evidencia es la cuestión de qué estrategia empalma con los sectores que tienen voluntad de luchar en serio para enfrentar el ajuste.
Con el ajuste brutal del FMI que amenaza con hundir el país en la catástrofe, con la irrupción del movimiento estudiantil a nivel nacional como punta de lanza de la lucha contra el ataque a la educación pública, la estrategia de las organizaciones kirchneristas es la pasivización, es repetir una y otra vez que "hay 2019" para capitalizar por la vía electoral el descontento contra un ajuste que requiere ser enfrentado hoy.
Si ayer Cristina le dijo a millones de pibas que pelean por el aborto que "no se enojen con la Iglesia", -y las pibas no le hicieron caso y sacaron la Vírgen de la Facultad de Derecho mientras exigen la separación de la Iglesia y el Estado-, hoy las organizaciones kirchneristas le dicen a los cientos de miles que luchan que no hay que alterar la normalidad institucional en las facultades.
La respuesta está a la vista: contra el boicot de las organizaciones sindicales y estudiantiles k y la Franja Morada ayer fuimos 20 mil en las calles en la movilización votada y convocada por la interfacultades, logrando que la marcha nacional educativa se expresara en nuestra ciudad.
Cuando se impone en forma acuciante la necesidad de luchar para plantear una alternativa al gran saqueo nacional que impulsa el FMI, militan la política de la pasivización. Buscan ser "dadores de gobernabilidad" para evitar una radicalización que amenace el proyecto de retorno del peronismo al gobierno de la mano del "tren fantasma" de los impresentables del PJ. Pero esta política es incapaz de conquistar el corazón y la voluntad de la juventud que sale a la pelea. De las y los que bancan las tomas, los cortes, las movilizaciones, las asambleas, con la claridad de que es hoy que se libra la lucha para que no les arrebaten el futuro. Está surgiendo algo nuevo en la juventud.
El movimiento de mujeres mostró tendencias profundas que hoy se están desplegando en el emerger estudiantil. Y ese emerger puede impactar sobre les trabajadores, mostrando que hay fuerzas para pelearla juntes, como sucede con les trabajadores del Luz y Fuerza que hoy tomaron el taller de Villa Revol inspirados en el avance de las tomas estudiantiles.
Esta juventud que no se conforma merece organizaciones que se pongan a la cabeza de las tareas del momento.
Esos son el sentimiento y la voluntad con los que buscamos empalmar desde la Juventud del PTS, confluyendo con las y los activistas que hacen avanzar el movimiento.
Nuestra estrategia es la de organizarnos desde abajo, democráticamente, para fortalecer la pelea y unificar las luchas en la perspectiva de enfrentar el ajuste. La de profundizar la lucha educativa a nivel nacional y que se convierta en una gran causa popular que haga punta de lanza contra el gran saqueo histórico que impulsa el gobierno y el FMI de la mano de los gobernadores. Ahora es cuando. Son ellos o nosotres. Y nosotres merecemos ganar.
El próximo martes tenemos que ser miles en la movilización votada por la última asamblea interfacultades para elevar nuestro pliego de demandas. Las organizaciones que dirigen los centros de estudiantes deben ponerse a la cabeza de impulsarla, a menos que quieran "perder la cabeza".