En el día de ayer finalmente fue votada la ley que establece un cupo laboral trans para la administración local. Cinco personas trans ingresarían cuando haya vacantes en la planta permanente.
Viernes 20 de mayo de 2016
El Concejo Municipal de Rosario aprobó en el día de ayer a ley de cupo trans para la administración municipal. El proyecto de ley fue impulsado por organizaciones que nuclean a transexuales, travestis y transgéneros de Rosario. De la redacción de la misma participaron entre otras el Movimiento Evita Diversidad y la Red Diversa Positiva.
De esta manera queda establecido que en el transcurso del próximo año se cubrirán, cuando queden vacantes, cinco puestos municipales deben ser cubiertos por personas identificadas como transexuales, travestis y transgéneros. Los primeros proyectos se presentaron durante el 2015 a instancias de Norma López, del Frente para la Victoria y Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular. Los proyectos fueron elaborados por el Movimiento Evita Diversidad y Putos Peronistas.
Sin embargo durante el transcurso de un año fue el partido gobernante de la ciudad, el socialismo, quién más trabas impuso para su tratamiento. El núcleo central del problema está en la cantidad de personas a contratar. Sólo cinco personas tendrán acceso a un trabajo digno. Considerando el letargo que ha sufrido la comunidad trans por parte del Estado en sus distintos niveles el número es más que insuficiente. Se calculan que más de 100 personas han radicado sus historias laborales a la espera de un empleo en el Estado.
Pero en los avatares de esta ley el oficialismo impuso aún más trabas que retrasaron la salida de la misma. En primer lugar se pretendía imponer como requisito la acreditación del género autopercibido en el DNI de acuerdo a la Ley de Identidad de Género. Esto no hacía más que reforzar un costado potencialmente excluyente de una ley que se pretende lo contrario.
La segunda traba en importancia que quería imponerse desde el Partido Socialista era demostrar la ausencia de antecedentes penales. Sin embargo este requisito dejaba afuera a una gran parte de la comunidad trans víctima de la violencia policial e institucional. Ni más ni menos el 80% denuncia haber sido víctima de este tipo de tratos por parte de las fuerzas de seguridad. Un argumento hipócrita por parte de la misma fuerza política que sostiene a unas de las policías provinciales con más casos de corrupción, torturas y gatillo fácil en el país.
Luego de idas y venidas Rosario cuenta con su propia ley de cupo laboral trans. Queda resolver la situación estructural de falta de empleo, de abusos y violencia policial, la prostitución como salida obligatoria de la gran mayoría, la inequidad en el acceso a la salud y a la educación. Sin embargo se dio un primer paso, aunque limitado por tratarse de un número insuficiente, en la reparación histórica a la comunidad transgénero, transexual y travesti que otorga un nuevo marco legal para exigir la inserción laboral en los empleos estatales.
Por otro lado, hay que seguir peleando por cumplimiento y la efectivización de la parte sanitaria de la Ley de Identidad de Género tiene que cumplirse y para eso es necesario un movimiento LGTBI que junto a las trabajadoras de la salud y los que salen a resistir, luche para que se regimente, como parte de una pelea general contra el ajuste macrista y su política represiva - muchas veces amparadas en los códigos contravencionales - tanto del gobierno nacional como de la oposición krichnerista. Contra la discriminación, por educación e inserción laboral.

Rodrigo López
Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.