Árbitros deciden levantar el paro de labores tras el aumento de la sanción de los jugadores Pablo Aguilar y Enrique Triverio, quienes fueron inhabilitados un año por agresión. ¿Pero qué hay detrás de todo esto?
Martes 14 de marzo de 2017
La decisión de dar pie a la resolución a las demandas de los árbitros va más allá de hacer verdadera justicia. El paro de labores arbitral cimbró el gran negocio futbolístico en México por unos días.
Quien de verdad pierde no es la afición, sino los dueños de los equipos a todos los niveles de competición futbolística. La primera división del fútbol mexicano trae ganancias exorbitantes para los dueños de los equipos. Pero es no se da sólo en el máximo circuito del fútbol mexicano, sino que en todas las divisiones.
Por eso es tan significativo hoy el paro de árbitros y no sólo por las pérdidas generadas al no realizarse las jornadas, sino por las sanciones hacia los jugadores que arremetieron contra los árbitros. Pues para los clubs significa seguir pagándoles a los jugadores a pesar de que no jueguen, eso sin contar la multa.
Por eso detrás de las primeras sanciones de 10 y de 8 jornadas suspendidos para los jugadores, significaba un intento de aminorar la sanción real que es de un año en caso de agredir a un árbitro. Esto habría que pensar si no anula a las diversas directivas para que los jugadores puedan ser vendidos o llevarlos a préstamo internacional.
Con esto se entiende el gran ataque de las televisoras, especialmente Televisa contra los árbitros, haciendo llamado a que esto no podía pasar que la Federación Mexicana de Futbol FEMEXFUT tenía que garantizar el orden y la disciplina. Y ahora nosotros sabemos a qué intereses responde Decio De María, presidente de esta federación, profundamente vinculado con los Azcárraga.
El fútbol hoy ofrece un gran espectáculo a los aficionados por su belleza por su asociación, por la táctica en equipo y por la técnica individual de los jugadores que integran este deporte. Ante las grandes emociones de los hinchas generadas por el fútbol, los empresarios dueños de los equipos, se aprovechan de esto para generar grandes ganancias.
Patrocinadores, marcas deportivas, también han sido cómplices de esto para sacar grandes ganancias de este gran deporte que nos pone sonrisas a nivel mundial.
Hoy el paro de estos árbitros muestra que si hay un verdadero ataque a los que obtienen grandes ganancias a costa de nuestro trabajo, se puede obtener grandes conquistas esto debería ser un aliciente para los jugadores, que aún no se atreven a establecer un sindicato de futbolistas, a pesar de los esfuerzos de algunos cuantos.
Si hubiera mayor acceso a la recreación y el deporte, y el fútbol no estuviera al servicio de las ganancias empresariales, tendríamos no sólo mejor arbitraje -pues no estaría atado por los intereses de los equipos y sus directivos-, sino también el fútbol se desarrollaría bastante para generar más alegría a jugadores y aficionados.