Como una “mejora” el Senador PPD Lagos Weber presentó la modificación que pretende incorporar al proyecto de ley. Ya se empiezan a calentar los hornos de la cocina parlamentaria.

Daniel Vargas Antofagasta, Chile
Domingo 19 de julio de 2020
El proyecto por el retiro del 10% de los fondos de pensiones ya pasó a su segundo trámite constitucional y esta semana el escenario del debate será en el Senado.
Este viernes dio inicio su discusión en la comisión de Constitución del Senado y ya fue objeto de indicaciones.
El senador del Partido por la Democracia (PPD), Ricardo Lagos Weber, informó que pretende establecer una “mejora” impidiendo el retiro de los fondos a quienes no les hayan disminuido sus ingresos.
Jorge Pizarro, de la Democracia Cristiana (DC), señaló que "si vamos a aprobar el 10% dentro del marco de emergencia, tenemos que hacer las cosas bien para que les sirva a los que realmente necesitan los recursos, y no les ha llegado ningún apoyo del Estado; y segundo, que los efectos colaterales que tiene la indicación no sean tan negativos".
La cocina parlamentaria se prepara para imponer nuevas trampas y resguardar el millonario negocio que hay detrás de los fondos de pensiones que solamente el primer semestre del año 2019 significó ganancias por más de 267 millones de pesos para los grandes grupos económicos que manejan el país, como el grupo Luksic.
Estas ganancias millonarias contrastan con las pensiones de hambre que reciben miles de pensionados donde prácticamente el 80% de las mismas son menores al salario mínimo, situación especialmente crítica para las mujeres.
Bajo estas condiciones, y en una situación de crisis social y sanitaria de la que los empresarios y sus políticos son responsables, la demanda por retirar el 10% de los ahorros de pensiones es ampliamente sentida.
Pero no es solo el 10%, podemos ir por más. La víspera de la votación del miércoles, con cacerolazos en todo el país y con el llamado a paralización de la Unión Portuaria, dejó abierta la posibilidad de ir por mucho más.
De desarrollarse el camino de los portuarios, en la perspectiva planteada por el estallido social y paro del 12 de noviembre, podríamos luchar por acabar con las pensiones de hambre, imponiendo un sistema solidario de reparto, tripartito y gestionado por jubilados y trabajadores, además de asegurar pensiones mínimas de 500.000 pesos.
De instalarse esta posibilidad necesitamos ir más allá, las grandes centrales sindicales, organizaciones de trabajadores y estudiantiles deben seguir el ejemplo portuario de paralización y llamar a un paro nacional, no solo para acabar con las pensiones heredadas de la dictadura, sino que para acabar con todo este régimen que impide la más mínima demanda popular.
Para esto es necesario retomar la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, sin trampas ni letra chicas, con amplia participación democrática y sin vetos ni exclusiones a organizaciones políticas nacidas de la revuelta.